Los sectores del Partido Nacional (PN) denominados wilsonistas, como Por la Patria, Alianza Nacional y Mejor País, mantienen un diálogo fluido para conformar una nueva alianza que sea capaz de competir con el ala herrerista, liderada por el presidente Luis Lacalle Pou, en las elecciones internas de 2024. En ese contexto, el grupo de Juan Sartori, el segundo precandidato blanco más votado en 2019, comenzó a marcar su preferencia por el ala antiguamente representada por Jorge Larrañaga, y algunos de sus dirigentes mantuvieron reuniones con los senadores de esos sectores para manifestarles que tienen intenciones de sumarse a la alianza.
Si bien Sartori pasa parte del tiempo en el exterior por sus negocios personales, su suplente en el Senado, Juan Straneo, expresó días atrás al diario El País que los sectores no herreristas deberían conformar una alianza que él denomina “wilsonista”. Si bien algunos de esos sectores no interpretan que Sartori pueda identificarse con el histórico dirigente Wilson Ferreira Aldunate, entienden que su aporte podría ser importante para competir con el herrerismo, que podría estar representado en Álvaro Delgado, entre otros posibles precandidatos que se manejan.
En diálogo con la diaria, Straneo explicó que Sartori siempre causó revuelo porque no se guía por el “modo tradicional” de la política uruguaya, y porque su candidatura “movió toda la estructura del partido”. Fueron varios los dirigentes que en su momento manifestaron diferencias con el empresario, pero el senador suplente afirmó que serían capaces de dejarlas atrás por el bien de esa alianza.
Straneo aseguró que en la interna se conversó el interés en “limpiar” las diferencias que han tenido y poner “la mejor sonrisa” para sacar la alianza adelante. “¿Queremos un partido fuerte con una estructura sólida, con dos vertientes claramente definidas para tratar de mantenerse como una opción real para pensar con un gobierno de coalición en una reelección, o vamos a terminar en la vieja y querida historia de las cuchillas, todos degollados?”, preguntó.
El senador suplente agregó que “eso no significa no tener diferencias”, pero pidió “una estrategia política conjunta de madurez e inteligencia” que defina, en un futuro, quién debe ser el candidato. En ese contexto, él afirmó que le gustaría que sea Sartori, pero el empresario aún no tiene definido su futuro rol.
“No creo que una tercera opción pueda tener éxito porque ya quedó claro, es muy difícil que el ala no oficial, si está dividida, tenga chances”, dijo, y agregó que eso “es un poco lo que les pasó a Larrañaga y a Sartori yendo separados” en 2019.
La visión de Jorge Gandini
la diaria consultó a Jorge Gandini, quien se ha posicionado como referente del ala wilsonista y cuya posible precandidatura ha comenzado a tomar fuerza. “Nosotros estamos desde hace mucho tiempo con el planteo del reagrupamiento del wilsonismo”, dijo, aunque agregó que esta alianza podría ir “más allá” de los sectores wilsonistas, lo que le abriría la puerta a Sartori. “No creo que lo que haya que armar sea exclusivamente un movimiento al que haya que pedir chapa de wilsonista [para entrar]. Sí creo que el wilsonismo está disperso y hay mucho wilsonista en el partido, falta una expresión política de pensamiento y electoral que reagrupe al wilsonismo”, agregó.
“Acá no hay que andar buscando wilsonistas de pura cruza, hay que formar una nueva corriente en la que descuento que muchos wilsonistas van a encontrar un lugar”, siguió. El senador apuntó a que la agrupación “sea lo más competitiva posible”. “El partido ha votado bien cuando ha tenido dos corrientes competitivas”, añadió.
Sin embargo, Gandini afirmó que hasta el momento no tuvo una reunión formal con el empresario, aunque sí diálogos informales con otros referentes de su sector, como Straneo y Alem García, presidente de la Comisión Administradora del Río de la Plata. “Bienvenida esta manifestación de voluntad de este grupo político”, celebró, y consideró que la intención de los dirigentes sartoristas “es el camino” a seguir.
De todas formas, Gandini dijo que para integrar la alianza, más allá de la ideología, “hace falta ponerse de acuerdo en una cantidad de ideas, de conceptos y de modos de hacer política”. Además, informó que a esta alianza se sumarán otros dirigentes independientes, como los intendentes Wilson Ezquerra y Carlos Moreira, de Tacuarembó y Colonia, respectivamente. Otra figura preponderante del partido que podría disputar ese espacio wilsonista es la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, que se considera independiente y es el liderazgo que impulsa el sector del diputado Gonzalo Mujica. Según supo la diaria, la vicepresidenta no se encuentra participando en las reuniones.
Con respecto a las diferencias que tuvo con Sartori, Gandini dijo que “tuvieron mucho que ver con el tiempo electoral” y su “forma de aparecer en el escenario”. “Después hemos tenido un vínculo fluido”, aseguró. En la legislatura actual, no obstante, este vínculo no estuvo exento de discrepancias. En uno de los momentos más duros de la pandemia, Sartori reclamó, a través de Twitter, medidas sanitarias al gobierno. “Cuando retornes de tus vacaciones en Marbella le puedes contar a la bancada de senadores en qué consisten concretamente” esas medidas, le respondió Gandini por la misma vía. Consultado sobre ese tema, Gandini dijo que Sartori “hizo propuestas muy similares a las del Frente Amplio a través de un tuit estando en el exterior”, lo que no cayó bien. A pesar de ello, aseguró que el tema no siguió y que “en lo personal” tienen “un trato muy cordial”.
Dos diputados menos en el sartorismo
Las diferencias de Sartori con otros dirigentes nacionalistas lo llevaron a que perdiera a sus dos diputados. Tanto Pablo Viana como Álvaro Dastugue se alejaron de su sector e iniciaron un camino independiente.
Dastugue -que en su momento conformó una alianza con la exsenadora Verónica Alonso, que a su vez apoyó a Sartori en las internas de 2019- dijo a la diaria que no tiene vínculo con el empresario desde las elecciones departamentales de 2020. “Inmediatamente después de la elección departamental corté comunicación con Juan y cada uno siguió su camino”, explicó. Ahora trabaja en fortalecer su agrupación y conformar alianzas con otros sectores.
Según dijo, “el sistema electoral uruguayo exige” que, de alguna forma, los sectores apoyen a un precandidato y conformen alianzas con otras agrupaciones, y el acuerdo con Sartori “fue prácticamente a dos meses de la elección interna”. “Yo nunca conocí mucho a Juan”, confesó, aunque lo consideró “un loco muy afable, inteligente”. “Pero nunca fue el hombre que consideré que necesitaba el Uruguay para salir adelante”, afirmó.
Consultado sobre las diferencias de Sartori con otros dirigentes blancos, puso sobre la mesa el hecho de que el empresario pase mucho tiempo en el exterior y tenga pocas presencias en el Parlamento. “Yo considero que Juan es un hombre de negocios internacionales que probó a ver si le gustaba la política; le gustó el momento competitivo y creo que el legislativo lo aburrió”, describió.
Similar fue la opinión de otras fuentes nacionalistas consultadas por la diaria, que consideraron a Sartori un hombre “objetivamente exitoso” en el mundo de los negocios y que, por ese motivo, “se propone desafíos cada vez más exigentes”. “Por eso se quiso tirar a presidente”, pero “el mundo político es infinitamente diferente al de los negocios”, señalaron. Igualmente, consideraron que sus ausencias en el Senado no causan molestias al PN, porque quienes quedaron en su banca, como en su momento García, ahora Straneo y en otra época Rosina Piñeyro (madre de Sartori), siempre garantizaron su voto para conformar las mayorías necesarias, por tanto, “al gobierno no le incide en nada”.