El Partido Nacional (PN) se encuentra en un momento de reconfiguración interna. La muerte de Jorge Larrañaga, exministro del Interior y líder de Alianza Nacional (AN), disparó el proceso de rearmado del ala wilsonista. Mientras AN se encuentra definiendo el rumbo de su sector sin su principal referente, los liderazgos de la vicepresidenta, Beatriz Argimón, y el senador Jorge Gandini toman fuerza a la interna de la fuerza política.

El sector Futuro Nacional se está organizando en todo el país en torno a la figura de la vicepresidenta, dijo a la diaria el diputado Gonzalo Mujica, quien se encuentra consolidando la agrupación departamental en la capital. El objetivo, agregó, “es crear una corriente a nivel nacional que ella pueda liderar” y manifestó que la razón de ser del sector no está atada a la reconfiguración del ala wilsonista, pero “sin duda” ven con “mucho interés que no desaparezca una corriente que es muy importante para el partido”.

El diputado, que acompañó a Luis Lacalle Pou en el sector Todos en las últimas elecciones, contó que decidió impulsar la nueva agrupación de la mano de Argimón porque tiene “un discurso y una preocupación permanente vinculada a los temas que a mí también me interesan. En el caso de ella con un acento muy particular con el tema de género y agenda social en general”, acotó.

Según dijo, Futuro Nacional se encuentra haciendo un trabajo territorial en Montevideo vinculado a las “realidades específicas” de los barrios y también relacionado a otros temas, “que tal vez no son los que se trabajan en el PN”, como la realidad sindical, gremial estudiantil y temas de cooperativismo.

El sector Por la Patria, liderado por Gandini, dio la sorpresa en las elecciones de autoridades del partido y logró tres cargos en el directorio con una lista alternativa a la mayoritaria. El diputado Álvaro Viviano, que integra el sector, dijo a la diaria que la tarea en este tiempo ha sido “fortalecer y reposicionar el sector como una opción política relevante y organizada, con voz en el partido, cosa que hemos logrado con la elección en el directorio. Pero sobre todo con incidencia: intervenir en el gobierno, ser la voz en el Parlamento”. En esta etapa, tras “abrir espacios en todo el país”, quieren impulsar el proceso de “reorganizar el wilsonismo”, porque, como dice Gandini, “‘hay wilsonistas por todos lados, pero falta wilsonismo’. Eso tiene que ver con la organización”, señaló.

En ese sentido, Viviano entiende que es necesario hacer crecer las “posibilidades electorales” en el PN y generar mayor competencia interna. “La tarea por delante tiene que ver con eso: reorganizar el wilsonismo, un sector de pensamiento que tiene un fuerte anclaje en sectores minoritarios del partido, pero que está latente, porque creo que eso no sólo contribuye a abrir la puerta a un futuro de mejores opciones electorales, sino también a potenciar una forma de pensar, que tiene una veta diferente en el partido y que le abre opciones a un montón de gente que eventualmente no encuentra espacio”.

La necesidad de fortalecer este espacio está instalada en el partido, aunque para algunos dirigentes todavía es muy pronto para definir si llegan juntos o fragmentados a las próximas elecciones. El senador Carlos Camy, presidente de AN, apuntó que el PN tenía dos líderes y candidatos naturales: Larrañaga y Lacalle Pou, y ninguno va a estar en las próxima elección. Eso abre diversas posibilidades, y señaló que el ala wilsonista tiene más de un sector con “un camino recorrido, y aunque podemos tener discrepancias, tenemos una matriz común”. En esa línea, sostuvo que “sin duda la vocación de diálogo existe, aunque de ahí a proyectarlo en la visualización de un espacio común, focalizado de determinado manera, se verá”.

La situación de AN

Para Camy, es necesario fortalecer a AN. Pero otros dirigentes ponen en cuestión el futuro del sector sin un liderazgo claro. El intendente de Paysandú, Nicolás Olivera, que formalmente integra AN pero no está participando en la orgánica, evaluó que “es muy difícil pensar Alianza Nacional sin Jorge Larrañaga”, porque era un movimiento “que tenía una simbiosis con el referente”. Para Olivera, Larrañaga estaba legitimado por la vía de “la fragua electoral”, pero ahora no hay una figura que “reúna esas condiciones de tener legitimidad electoral y eso se precisa, porque si vos buscás a alguien que te conduzca, al menos esperás que haya recorrido un camino, que dé prueba de los obstáculos que superó, y así uno entrega su confianza también”. El intendente reconoció que hay buenas intenciones, pero acotó que “se precisa algo más que buenas intenciones”.

A su entender, crear un “polo wilsonista” es “absolutamente necesario” porque “no le hace bien al partido la situación de un sector cuasi hegemónico que hay dentro del partido hoy”, en referencia al espacio liderado por Lacalle Pou. “Es muy nuestro tener un ala distinta, que responda más a lo que le podemos llamar ‘lo progre’ o progresista, vinculado a otra corriente histórica de los independientes”, señaló.

El futuro

Para Olivera, las expresiones de Argimón y Gandini son necesarias, pero “en cuanto nazcan con vocación de llegar”. Si no se genera una alternativa “con fuerza”, el “peor de los problemas” de este espacio será tener una “crisis de falta de entusiasmo”, que “no haya algo que nos seduzca, que nos enamore, que nos genere ese romanticismo que nos hace a los blancos salir a las cuchillas”. En ese sentido, señaló que ha “habido algunos tiros” y que existe “el run run de que es necesario juntarse”, aunque señaló que si bien la idea puede parecer buena y es posible que estén todos de acuerdo, “el problema es que al otro día te juntás y decís ‘¿quién encabeza este lema?’, y ahí empiezan los problemas”.

Desde AN entienden que el proceso de reconfiguración de su sector no puede estar atado a lo electoral. “No sentimos que sea acertado en un tiempo que es político y que nos tiene al PN en el ejercicio de gobierno abocarnos a hipótesis de proyecciones de índole electoral. Creemos que el momento de definiciones de ese tenor va a venir dentro de un buen tiempo”, apuntó Camy.

Para Viviano, es necesario “hacer el intento” de confluir juntos. “Tenemos mucho en común. Estaríamos enriqueciendo y dando otras posibilidades al partido, canalizando formas de pensar que nos vinculan desde hace mucho tiempo, que no son hoy una expresión unitaria, pero tenemos mucho en común y debemos intentar abrir ese espacio”. El diputado entiende que después del referéndum por la ley de urgente consideración esta debe ser una de las prioridades en la agenda del PN: “Seguir avanzando en los diálogos para tratar de ir formando este otro paraguas para enriquecer al partido”.

La creación de un liderazgo que compita en las futuras elecciones de 2024 es parte de los temas que deberán negociar en el corto plazo. Mujica entiende que llegado el momento se va a decantar quiénes llegan o no con relación “a la aceptación y simpatía que despiertan en el electorado”. Destacó que Argimón “tiene condiciones para dirigir un país”, pero agregó que todavía es apresurado hablar de candidaturas. “Beatriz es una personalidad nacional, no hay duda, es la vicepresidenta de la República, pero nadie puede saber cómo va a evolucionar la simpatía popular por ella, ni por ningún otro candidato o aspirante a candidato de aquí a dos años. La realidad se irá imponiendo”, afirmó.

La vicepresidenta, que ha apoyado a Lacalle Pou en las últimas elecciones y se muestra como independiente, dijo a la diaria en setiembre de este año que “un partido de una sola pata fuerte no es el Partido Nacional, que, por lo menos yo, considero que siempre es el que da respuesta a los valores del partido”. Consultada sobre si le atraía la idea de ser candidata en 2024, respondió que nunca se lo propuso, pero que iba a trabajar “firmemente para que el partido tenga varias opciones”.