En la tarde del jueves la comisión especial del Senado que estudia el proyecto de reforma de la seguridad social siguió recibiendo delegaciones, y en esta oportunidad fue el turno de la Cámara de Industrias del Uruguay. Su presidente, Alfredo Antía, señaló en rueda de prensa que, desde su punto de vista, “más allá del hilado fino”, lo ven con “buenos ojos”.
“Señalamos la importancia que tiene para el país que se proceda a poner un freno a la sangría que va a tener nuestro sistema previsional si no se hace nada, y si no se hace nada lo antes posible. Entonces, saludamos la osadía de presentar esto, porque cuando la plata no dé, nos van a subir los impuestos, y los impuestos al trabajo se transforman en desempleo y en empresas más achicadas. Y eso no lo queremos vivir, porque ya lo hemos vivido cuando tuvimos que competir con el mundo. Nuestra industria ha sufrido la globalización y ha tenido que adaptarse, tecnificándose para competir con el mundo”, argumentó.
Antía insistió en que valoran que “no se aumenten los impuestos sobre el trabajo”, porque si se aumentan se afectaría la “competitividad, que ya hoy está altamente comprometida por el famoso costo país, que viene desde tanto tiempo pegando a la producción nacional, y particularmente ahora”, con “ese dólar planchado y la inflación que no acompaña”.
Antía fue consultado sobre la posición de José Pereyra, director del Banco de Previsión Social en representación de los empresarios, que se manifestó en contra del proyecto de reforma. Contestó que no comparte su postura, pero “tiene toda la legitimidad para decir lo que entienda”, ya que fue electo “con mayorías más que suficientes”. “Le dije personalmente a él que entendemos que aquí hay que priorizar la necesidad de la reforma, porque aspiramos a la estabilidad”, sostuvo.
Antía criticó que la comisión de expertos que estuvo un año trabajando en el tema antes de que se redactara el proyecto “ni siquiera se puso de acuerdo en el diagnóstico”, cuando “todos sabemos que estamos mirando una radiografía: está el hueso roto y decimos no que está roto sino que es una luxación o un esguince”, pero a su entender “está roto”, entonces, “hay que ir al fondo para tratar de arreglar esta situación”. “Si queremos encontrar algo para no votar esta reforma, se lo vamos a encontrar, pero nuestra posición es apuntalar esto, corregir lo que haya que corregir y tratar de sacarlo con el mayor apoyo posible, porque eso habla bien de un país que se quiere proyectar al futuro”, finalizó.