La comisión especial que se conformó en el Senado para analizar el proyecto de reforma jubilatoria tuvo el jueves la comparecencia de nuevas delegaciones, y legisladores que hablaron con la diaria hicieron notar dos aspectos llamativos: desde el Frente Amplio (FA) se destacó la coincidencia que mostraron los tres directores sociales del Banco de Previsión Social (BPS) –que representan a trabajadores, jubilados y empresarios– en rechazar el contenido del proyecto; mientras que en el oficialismo hubo sorpresa porque la oposición no realizó ninguna pregunta a la delegación del Ministerio de Defensa Nacional (MDN) por la caja militar.

En la mañana los senadores escucharon por más de tres horas a los integrantes del directorio del BPS, que tiene una mayoría de “directores políticos” que dieron “una opinión favorable al proyecto” y que se están preparando “para instrumentar la reforma”, dijo el presidente del organismo, Alfredo Cabrera.

Sin embargo, los otros tres directores ratificaron su visión crítica e incluso el representante de los trabajadores, Ramón Ruiz, respondió al ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, que había cuestionado el día previo los números que divulgó sobre los impactos que traerán los cambios en las futuras jubilaciones.

En la tarde acudió el MDN para hablar acerca de la caja militar y los aspectos que cambiarán dentro del subsistema. Según dijeron fuentes políticas, la sesión duró 20 minutos y de los 17 senadores de la comisión estuvieron en sala 12, que no realizaron ninguna pregunta. Tras exponer el ministro Javier García y el director general de los Servicios de las Fuerzas Armadas, el general Julio Ifrán, culminó la sesión.

Una fuente de la oposición comentó que no era el momento para exponer las críticas y sostuvo que lo más perjudicial es que al estirar el plazo de entrada en vigencia de los cambios para el sistema general –iba a comenzar una transición gradual en 2027 y la coalición negoció que empiece en 2033–, se posterga también el efecto de los cambios en la caja militar, el subsistema con mayor déficit.

En los últimos años el dinero vertido por el Estado para pagar las jubilaciones militares osciló entre 350 y 500 millones de dólares anuales. Según datos de la Comisión de Expertos en Seguridad Social (CESS) que hizo un diagnóstico del sistema, la caja militar tiene 51.000 pasivos que cobran una jubilación o pensión y 27.000 activos que aportan, lo que da una relación entre retirados y aportantes de 0,53, la más baja de todo el sistema previsional.

El miércoles acudió a la comisión una delegación del gobierno y en las proyecciones que dejaron a los legisladores, se plantea que el resultado del subsistema de los militares no variará hasta 2035 al comparar el escenario actual y el que habría con la reforma. A partir de los siguientes años sí se reduce el nivel de asistencia, ya que por ejemplo en 2040 sería 0,6% del producto interno bruto (PIB) de votarse el proyecto y 0,7% con el escenario actual; para 2060, con el actual esquema se llegaría a un resultado negativo de 0,7% del PIB y con la reforma a 0,5%; mientras que a 2080 es 0,6% y 0,2% respectivamente. 

Números

El martes el equipo de los trabajadores en el BPS que lidera Ruiz presentó un estudio con simulaciones de aplicarse la reforma del gobierno, y los resultados mostraron rebajas de entre 10% y 38%, con la franja de ingresos entre 50.000 y 70.000 pesos como los más afectados. El miércoles en el Parlamento Mieres dijo desconocer estos cálculos y aseguró que con el proyecto a estudio “no van a bajar las jubilaciones”.

Ruiz respondió este jueves y consideró “un atrevimiento decir que el informe es falso, porque se elaboró con rigurosidad técnica y por parte de expertos en seguridad social”. Además, pidió que para demostrar la falsedad de las simulaciones “el gobierno presente sus números”, porque “lo que más falta en esta discusión es información”. Como resumen de la reforma, manifestó que los trabajadores “van a aportar más años y a tener una menor jubilación”.

Por su parte, el economista Hugo Bai, que integra la representación de los trabajadores en el BPS, escribió en Twitter que para 2043 con las nuevas reglas habrá “personas que se jubilarán con unos 20.000 pesos menos”. Planteó que “incluso entre aquellos trabajadores de muy bajos salarios que podrían llegar a recibir una jubilación mensual algo mayor” con el nuevo esquema, “el monto jubilatorio acumulado en la etapa de retiro será menor por cobrar cinco años menos [a raíz de la suba de la edad de retiro de 60 a 65 años]”.

Ariel Ferrari, director del BPS por los jubilados, presentó el martes junto con Ruiz los números de las simulaciones y cuestionó la iniciativa del gobierno. El restante director social es José Pereyra, electo por los empresarios y que declaró en contra del proyecto, aunque en 2021 en la CESS la delegada por el sector empresarial votó a favor de las recomendaciones del gobierno. Esto se explica porque Pereyra no tiene ligación a las cámaras empresariales, que tenían un representante en el BPS y lo perdieron en la elección de finales del año pasado.

Inversión

Cabrera, presidente del BPS, dijo tras acudir a la comisión del Senado que “es lógico” que “cada uno de los directores electos represente al colectivo que lo eligió y exprese su opinión” sobre la reforma, si bien en su caso defendió los números del gobierno.

Además, señaló que el organismo deberá comenzar a prepararse para el escenario que vendrá en 2033, cuando regirá parcialmente la reforma –de aprobarse– y para el cálculo jubilatorio convivirán dos sistemas. “Tenemos un desafío de gestión muy importante que va a implicar inversión en tecnología y desarrollo de procesos, que vamos a aprovechar para modernizar nuestros sistemas y tener una transformación tecnológica necesaria”, expresó.