“Vienen por Canelones”, advierte sobre la coalición de gobierno la presidenta de la departamental del Frente Amplio (FA), Susana Muñiz. Es la noche del 1º de diciembre y la lista 939, que apoya la precandidatura de Yamandú Orsi, organiza un acto en el Centro Comercial. Allí, la exministra de Salud Pública señala que su fuerza política tiene “una responsabilidad enorme” en seguir siendo mayoría y tratar de retener la intendencia porque ese departamento “es un territorio bien estratégico”. En el planteo de fondo no sólo en el FA coinciden, sino también en la coalición de gobierno.

Hace cuatro períodos que la izquierda está al frente de la comuna de Canelones, que otrora fue un bastión del Partido Colorado (PC), y obtener una victoria en el segundo departamento más poblado del país da vuelta el mapa de la política partidaria. Es por eso que en el Partido Nacional (PN) así como los colorados y Cabildo Abierto (CA) están de acuerdo en que tienen que comparecer juntos para tener más chances de vencer en 2025, al lado de sus otros socios de la coalición, como el Partido Independiente (PI) y el Partido de la Gente.

La parada no es fácil: en las pasadas elecciones departamentales, Orsi fue electo con 51,5% de los votos siendo el candidato único del FA. Ninguna de las otras opciones estuvo cerca de alcanzarlo: el PN tuvo 25,7% de los votos, divididos entre sus dos candidatos, Amín Niffouri y Javier Radiccioni; el candidato del PC, Diego Castro, tuvo 4,2%, y CA, que presentó a Álvaro Perrone e Inés Monzillo, obtuvo 2,6%. De los 31 ediles que tiene la Junta Departamental, 20 son del FA, 10 del PN y uno del PC, mientras que CA no alcanzó a obtener una banca.

Pero hay elementos que en la coalición de gobierno se interpretan como a favor. En primer lugar, que comparecer juntos los acerca más al caudal de votos del FA. En segundo término, que Orsi es visto como un candidato fuerte en Canelones y que su imposibilidad de volver a presentarse (porque ya lo hizo dos veces) abre las puertas a que el FA obtenga menos apoyos.

Así las cosas, en la coalición de gobierno hay distintas conversaciones, hasta ahora todas informales, para ver cuál es la mejor fórmula para presentarse bajo el mismo lema en mayo de 2025. De hecho, hay sectores que entienden que deberían iniciarse los diálogos para que los acuerdos sean en los 19 departamentos, aunque hay distintos grados de dificultad. El sector Ciudadanos, del PC, instó en una declaración del 3 de diciembre al resto de la fuerza política a iniciar esas acciones y a “arbitrar los mecanismos para definir sus candidatos” y “asegurar” que la colectividad “no pierda identidad”.

La norma electoral establece que, por lema, puede haber tres candidatos; finalmente, resulta electo intendente el candidato más votado del lema más votado. Pero en el caso de Canelones, si los tres grandes partidos más grandes de la coalición quisieran tener candidatos, se daría el primer problema. El tema es que en el PN entienden que la considerable diferencia de votos que tienen con respecto a sus socios de la coalición les da derecho a tener más de un candidato, lo que impediría que CA y el PC tengan uno cada uno.

Problemas y posibles soluciones

El diputado por Canelones Alfonso Lereté manifestó a la diaria que ya en 2021 y 2022 hubo “distintas expresiones” de trabajo en conjunto entre los partidos de la coalición en Canelones. Puso como ejemplo la campaña rumbo al referéndum, pero también situaciones locales como el rechazo a un primer fideicomiso solicitado por la administración de Orsi a la Junta Departamental (después se presentaron otras iniciativas de características similares que sí prosperaron).

En este sentido, Lereté, a quien otros dirigentes ven como posible candidato a intendente (así como al diputado Sebastián Andújar o el senador Niffouri), dijo que el objetivo ahora es “avanzar en ese proceso de consolidación de una coalición departamental”. Para ello es necesario trabajar en “dos vertientes”. La primera es programática: “Qué es lo que queremos globalmente como coalición para Canelones”. Dijo que es necesario ponerse de acuerdo en “tres, cuatro o cinco temas comunes”, como lo ambiental, lo referido a transporte público, “lo impositivo” y los “recursos humanos de la intendencia”. “Después, cada partido va a asumir una postura determinada sobre el resto de los temas”, agregó.

La otra, y probablemente la más difícil, es “la instrumentación electoral”. Lereté afirmó que “2023 es fundamental” para “acordar los lineamientos generales” y eliminar “aquellas barreras que hoy impiden votar juntos”. El primer punto a solucionar es bajo qué lema comparecer, y hay antecedentes de distintas experiencias: la coalición en Montevideo, por ejemplo, ha votado bajo el lema PI en 2020 y como Partido de la Concertación en 2015. Los dirigentes consultados por la diaria, de los distintos partidos, manejaron posibilidades en esos dos sentidos: o concurrir como PI o conformar un partido nuevo para la ocasión, con el único requisito de que tiene que formarse antes de las internas de 2024 y debe tener en esa elección 500 sufragios a su favor para quedar habilitado (en 2019, la Concertación quedó descartada porque no alcanzó esa cifra).

Otro inconveniente sobre la mesa es que los dirigentes blancos, colorados o cabildantes que deseen postularse como candidatos a intendentes o ediles (y sus respectivos suplentes) por la opción que se elija para 2025, ya sea el PI o un nuevo partido, deben abstenerse de comparecer en las internas de sus propios partidos en 2024, lo que “muchas veces quita impulso” para militar en las internas. Lereté marcó el 2023 como “un año de discusión de todos los partidos a los efectos de ir acordando” sobre esos puntos para no llegar a 2024, un año electoral, con temas pendientes.

Sin dudas, el problema fundamental parece ser el de cómo dividir las tres candidaturas. Lereté, así como otros blancos consultados para esta nota, consideran que no deben ser uno de cada partido y proponen tomar como referencia las elecciones de octubre próximo como referencia. En las anteriores, en Canelones, el FA sacó 44,8%, el PN 28,7%, mientras que CA sacó 9,9% y 25 votos más que el PC, cuyo porcentaje fue casi idéntico.

La fórmula propuesta por los blancos es que “el que sale más votado”, en caso de que haya una diferencia considerable con el segundo, como en las elecciones pasadas, presente dos candidatos. El segundo partido más votado, que presente uno. El tercero, así como los partidos más chicos de la coalición, podrían presentar suplentes.

Esto bajo la interpretación de que, si todos presentan un candidato, se estaría “restringiendo la capacidad del partido que saca más votos en octubre”. Es que se entiende que el partido más votado podría tener una interna competitiva presentando dos candidatos y así conseguir más adeptos a la coalición.

Acuerdos y desacuerdos

El dirigente colorado Tabaré Hackenbruch, subsecretario del Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial y referente del sector Batllistas en Canelones, dijo a la diaria que “lo ideal” sería consolidar orgánicamente a la coalición en el departamento y comparecer juntos, algo que ve “natural y que se va a dar sin grandes problemas”.

Consideró que “sin un candidato claro del lado del FA, la coalición tiene opciones bastante reales de alcanzar el gobierno a nivel departamental”, además de “21 o 22 alcaldías” de las 30 posibles. Con respecto a las candidaturas, dijo que “esos son los temas que hay que ir conversando y pueden quedar atados a los resultados de octubre”, en lo que coincidió con los blancos, aunque dejó la puerta abierta a que sea “uno de cada uno”. Puso como uno de los ejemplos de posibles candidatos del PC al ministro de Ambiente, Adrián Peña, quien también suena como precandidato a la presidencia, aunque también mencionó a otros dirigentes locales.

El diputado colorado Jorge Alvear, del sector Ciudadanos, dijo por su parte a la diaria que todos los partidos deberían “ir bajo el mismo paraguas”, pero insistió en la idea de crear un lema nuevo, tomando como ejemplo lo que se hizo en Montevideo para las elecciones de 2015. Sin embargo, advirtió que, a su entender, todos deberían tener “candidaturas independientes”. “El PC su candidatura, CA la suya, el PN la suya”, o “por lo menos que cada partido tenga la opción”, señaló. En definitiva, manifestó no estar de acuerdo con el planteo de tomar las elecciones de octubre como referencia para determinar el número de candidatos de cada uno.

Perrone: “Desmotiva completamente”

Por parte de CA, el diputado Perrone dijo que hay que “acatar” lo que la gente reclama, que es comparecer juntos, aunque reconoció que “tiene sus complejidades”. Llamó a definir “un candidato único o uno por partido” y no a aplicar la fórmula propuesta por los blancos, que a su entender “sería darle un apagón” al partido que no ponga candidato. A su entender, no tener un candidato “desmotiva completamente” a los militantes, excepto que haya uno de consenso.

Y sobre ese punto, descartó la posibilidad de que sea el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, uno de los nombres que habían sonado, pero que se busca que sea candidato a vicepresidente por CA. En cambio, puso arriba de la mesa el nombre de un blanco, el del presidente de ASSE, Leonardo Cipriani, “una figura fuerte, reconocida”, dijo Perrone. No obstante, el dirigente cabildante dijo que estas decisiones deben ser resueltas por los convencionales departamentales. Consultado por la diaria, Cipriani se limitó a declarar que su idea “es seguir trabajando en salud” y que tiene “mucho por hacer por ASSE”.

Por otro lado, Perrone dijo que en anteriores elecciones los partidos de la coalición hicieron “los principales esfuerzos” en “recuperar Montevideo”, tanto en “propaganda” como en “actos”, pero esta vez pidió que ese despliegue “se haga en Canelones”, donde entiende que hay chances de vencer, porque ve “muy difícil que se gane en Montevideo”.

Semanas atrás, en una entrevista con la diaria, el histórico dirigente frenteamplista Marcos Carámbula, intendente de Canelones entre 2005 y 2015, fue consultado sobre la posibilidad de que la coalición de gobierno se fortalezca en ese departamento: “Creo que vamos a seguir teniendo un respaldo muy importante”, respondió, y adelantó que “el FA va a seguir ganando en Canelones”. No obstante, hizo referencia a la “hegemonía absoluta” que supo tener el PC, “con escasas interrupciones del PN”, y recordó que “un buen día” esa hegemonía se terminó y “ese bastión del PC cayó y ganó el FA”. Como conclusión, dijo que “nada asegura nada”. “Nada está ganado; si pensamos que es así, nos equivocamos”, concluyó.