Mientras continúan los intercambios entre los equipos negociadores de Uruguay y China por la elaboración de un estudio de prefactibilidad sobre un tratado de libre comercio (TLC), como anunció el presidente Luis Lacalle Pou en setiembre de 2021, voces de la coalición de gobierno manifestaron la necesidad de reconsiderar este eventual acuerdo comercial debido al nuevo panorama internacional que implica la guerra entre Rusia y Ucrania. El cuestionamiento surgió del diputado del Partido Colorado (PC) Ope Pasquet, presidente de la Cámara de Representantes, quien fue respaldado luego por los dos principales líderes del partido.
En una carta que publicó el semanario Búsqueda el jueves, Pasquet se preguntó si durante este conflicto bélico, y a raíz de las negociaciones con China, “vamos a cambiar nuestros alineamientos históricos, pasando del lado de los amigos de Ucrania al lado de los amigos de Rusia”, y añadió que no se puede decir que “un acuerdo comercial no tiene por qué tener consecuencias más allá de lo estrictamente comercial o económico”, ya que “un TLC tiene siempre un componente político”. Según consignó El Observador, el expresidente y secretario general del PC, Julio María Sanguinetti, dijo que “lo que plantea Pasquet es un tema de preocupación general que no debe dejar de tenerse en cuenta”, y el ministro de Ambiente, Adrián Peña, dijo que la postura del diputado constituye “un análisis razonable”.
Sin embargo, este análisis no es compartido por otros altos dirigentes de la coalición de gobierno, que aseguran que es necesario continuar con el estudio de prefactibilidad y avanzar en las negociaciones, aunque no sin diferencias. El senador del Partido Nacional (PN) Sebastián da Silva fue crítico con la postura de Pasquet y cuestionó su “visión cinematográfica” de la “política comercial de un país”. En diálogo con la diaria, dijo que Uruguay vende “muchísimos productos a estados con los que posteriormente tenemos discrepancias durísimas a nivel internacional”, ya que “el comercio va por un lado y la política va para el otro”, y aseguró que “los casos más notorios fueron Irán e Irak”.
Además, señaló que el debate geopolítico pierde trascendencia porque Estados Unidos “ha demostrado que hoy América Latina, y en particular este rinconcito del mundo, está lejos de ser su prioridad”. “Sería una torpeza estratégica entrar en la antinomia Estados Unidos o China”, dijo, y agregó: “La tensión internacional no la desconocemos, pero Uruguay no tiene por qué involucrarse”.
En respuesta al presidente de la Cámara de Diputados, Da Silva dijo que “hay que hacer prevalecer el interés nacional”, y este es “el acceso a mercados”. “Mi mayor desvelo es abatir el desempleo, no pensar que esto es una situación bipolar en el mundo”, afirmó. Además, opinó que “el TLC con China tiene que ser prioritario”, es decir, que se dilucide este año.
“Mantenerse ajeno”
Si bien tampoco coincide con Pasquet, la visión de Cabildo Abierto (CA) es que, luego de avanzar en el estudio de prefactibilidad, no hay que perder de vista la opinión del Mercosur sobre este eventual acuerdo comercial con el país asiático. Marcos Methol, figura de peso en el partido y senador suplente de Guido Manini Ríos, dijo a la diaria que “nuestro país tiene que mantenerse ajeno a lo que son las grandes disputas geopolíticas” y deseó “mantener una posición pragmática”, lo que implica “no cerrar ningún espacio de diálogo ni de comercio, mucho menos con el que es hoy nuestro principal socio comercial”, en referencia a China.
Methol dijo que “por supuesto que nuestras relaciones tienen que guardar cierto equilibrio entre las distintas potencias” como “Estados Unidos, China, la Unión Europea, Rusia, India”, y su partido “apuesta hacia la multipolaridad”, y por eso no está de acuerdo “con el planteo de cerrar algunas puertas por la eventual alineación con alguna potencia”.
Por ende, Methol consideró que la negociación “no debería cambiar”, aunque “obviamente en su momento”, una vez terminado el estudio, “la variable de la cuestión estratégica tiene que estar”.
Sí preocupa a Methol el relacionamiento con el Mercosur y las implicancias que en este tema puede tener un eventual TLC. Dijo que “lo mejor sería que el Uruguay pudiera negociar en conjunto con el Mercosur”, si bien “el presidente desde un principio planteó ir por ese camino” y “no ha sido suficientemente escuchado” por sus pares vecinos. “Lo ideal sería ir todos en conjunto; ahora, si eso no se logra, por lo menos que no sea contra la opinión de los socios del Mercosur”, dijo, y recordó que “ese fue uno de los motivos” por los que él y Manini viajaron el año pasado a Brasil para reunirse, entre otros, con el vicepresidente de ese país, Hamilton Mourão. “Nos interesa que un acuerdo de ese tipo eventualmente no pueda perjudicar las relaciones tan importantes que tenemos con los vecinos”, explicó.
Da Silva, por el contrario, consideró que “el Mercosur es letra muerta” porque “está entrando en un desbarranque pocas veces visto”. “Tenemos que seguir avanzando bilateralmente con China [en el estudio de factibilidad] y después ver lo del Mercosur”, opinó.
La opinión de los empresarios
Mientras tanto, también hay expectativa a nivel empresarial sobre el avance de las negociaciones con el país asiático. En diálogo con 970 Noticias de Radio Universal, el presidente de la Confederación de Cámaras Empresariales del Uruguay, Juan Martínez, dijo que “la apertura al mundo se hace impostergable para poder crecer”, y si bien “preocupa” de qué forma puede impactar en este negocio el conflicto bélico, porque “un acuerdo con China no sólo va a ser comercial”, dijo que hay que acordar con el país asiático o “cualquier otro que esté en la vuelta”.
Por su parte, el presidente de la comisión asesora en comercio exterior de la Cámara de Industrias del Uruguay, Washington Durán, dijo a la diaria que, por información que recibió de los negociadores de la cancillería, “las conversaciones con China siguen avanzando y quizás en un mes o dos puedan estar concluidos los análisis de ambas partes”. Luego viene la negociación sobre qué incluir en el acuerdo, y la duración de ese diálogo dependerá “de la voluntad política que haya de ambas partes”.
En cuanto a la guerra en Ucrania, Durán dijo que “afecta muchas cosas pero mucho más en el ámbito político que en el de las relaciones comerciales”, y lo planteado por Pasquet “desde algún punto de vista filosófico puede ser muy valedero”, pero “desde el punto de vista de la realidad de las relaciones comerciales” entre los países “no tiene mucho asidero”.
“Si tuviéramos otras alternativas de negociación concretas encima de la mesa sería otra cosa”, pero “Uruguay no tiene” muchas ofertas. “La opción que tiene, la tiene que usar, y eso no quita seguir buscando otras”, dijo y agregó que una relación comercial no implica “atarse ideológicamente a ningún país”. Sobre este punto, dijo que “China tiene TLC con países con distintas posiciones ideológicas y eso no cambia nada”.
Al otro lado
En medio de estas negociaciones, el canciller Francisco Bustillo viajó a Estados Unidos y mantuvo una reunión con la subsecretaria de Agricultura, Jewel Bronaugh. “El encuentro habilitó un detallado intercambio de la relación comercial entre ambos países en materia de productos agropecuarios”, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado. Esta reunión se dio en el marco de una visita oficial “originada en la invitación que le efectuara el secretario de Estado Antony Blinken” a Bustillo y, precisamente, el canciller también se reunió con ese jerarca del gobierno de Joe Biden.