El miércoles los senadores de la coalición votaron en contra de tratar como asunto político el episodio entre la vicepresidenta Beatriz Argimón y la senadora frenteamplista Amanda Della Ventura, aunque de todas formas se generó un intercambio de opiniones al respecto a través de la fundamentación del voto. Desde el Frente Amplio (FA) lamentaron la falta de disculpas por parte de Argimón y desde la coalición aseguraron que su actitud respondió a un llamado al orden.
Durante la comparecencia del ministro del Interior, Luis Alberto Heber, por el aumento de los homicidios en mayo, Argimón interrumpió a Della Ventura cuando se disponía a hablar sobre los femicidios. “Usted es una atrevida, disculpe que se lo diga. ¡No me falte el respeto y respete mi trayectoria! Siga con lo que tiene que decir y esté dentro del tema”, le dijo Argimón. El FA quiso tratar este episodio en la sesión del martes, pero Argimón la levantó porque no había suficientes legisladores en sala.
Quien fundamentó el pedido de tratarlo como asunto político fue el senador del FA Enrique Rubio. Aseguró que “el diferendo que tuvo con la senadora Amanda Della Ventura nos merece distintos reparos y no queremos estar callados frente a ello, porque nos pareció improcedente, impropio de su investidura, y también yo diría de su trayectoria; la formas hacen a la sustancia, usted tenía la oportunidad de, en el marco del 124, abandonar la presidencia y hacer las consideraciones que entendiera conveniente, pero no lo hizo”, dijo en referencia al reglamento del Senado.
Agregó que el contenido de la intervención de Argimón fue “lesivo y agraviante”, marcó que, según su experiencia en el Senado, fue una actitud que “no tiene precedencia” y subrayó que no hubo un pedido de disculpas: “Ante el planteo de nuestra coordinadora, Liliam Kechichian, asumió el compromiso de enmendar esta situación comunicándose con la senadora y no sólo no lo hizo, sino que hizo manifestaciones públicas en un sentido yo diría que contrario”.
Cuando el resultado de la votación fue 11 contra 28, los senadores comenzaron a fundamentar el voto y Argimón se retiró de la presidencia del Senado, que asumió Jorge Gandini. Kechichian aclaró que la situación “hubiera merecido un reconocimiento del maltrato al que fue sometida la senadora Della Ventura, porque no se dice 'mentirosa' así nomás en una sesión del Senado”. Agregó que le pidió a Argimón “que de forma directa hablara con la senadora y pudiera resolver disculpándose por lo que fue un exceso en su reacción, sin ninguna duda, y lamentablemente eso no sucedió, por lo tanto nos sentimos obligados a hacer este planteo y lamentamos profundamente el voto negativo de la coalición de gobierno”.
En la misma línea se expresó la senadora frenteamplista Sandra Lazo, quien dijo que se perdió la oportunidad de “reflexionar sobre hechos en los que hubo atisbos de violencia”. También desde el FA habló José Carlos Mahía, quien resaltó que el rol del presidente de la Cámara es velar por el cumplimiento del reglamento, que ampara en particular a los legisladores que están en minoría. Por su parte, el senador Alejandro Sánchez remarcó que el ejercicio de la presidencia tiene que contribuir a que se cumplan los “códigos” del Senado y explicó que desde el FA entienden que en ese momento “no se llamó al orden a un legislador, sino que desde la presidencia se increpó a un senador”.
Defensa de Argimón
La vicepresidenta no hizo uso de la palabra, pero los senadores de la coalición fundamentaron su voto justificando la actitud que tuvo. El legislador nacionalista Sergio Botana apuntó que “no corresponde” votar el pedido del FA, porque “la señora presidente del cuerpo ha hecho lo que ha de hacer, porque dentro de sus deberes está mantener el orden en sala”, y señaló que “los senadores tenemos la obligación del decoro, del respeto, tenemos la obligación de no generar provocaciones ni con nuestros gestos, nuestras actitudes, ni trayendo al Senado conversaciones de esquina”.
Por su parte, la senadora del Partido Nacional Carmen Asiaín dijo que debería ser Della Ventura quien se disculpe con los legisladores. “La presidente del Senado tiene un deber de ordenar, dirigir, hacer cumplir el reglamento y eso fue lo que hizo en toda la jornada”, afirmó. Agregó que la senadora del FA al preguntar retóricamente “¿Matar mujeres no es homicidio?” implicó “una violencia, no sólo a la presidenta del Senado sino a todos nosotros, yo no merezco que me hagan esas preguntas capciosas, la reacción fue humana, nunca habló de mentira, habló de atrevimiento, pidió que se respete y continúe”.
“Yo también espero una disculpa de esta senadora que de forma injustificada a todos nosotros y a la institucionalidad de la presidencia y al Senado nos hizo una acusación muy grave”, finalizó Asiaín.
La senadora nacionalista Gloria Rodríguez también tomó la palabra y coincidió con su correligionaria diciendo que es “ofensivo que se nos realice esta pregunta” y que “la señora presidenta llamó al orden, que es lo que corresponde”. “Lo que no puede acontecer es que generemos hechos políticos a cualquier costo, como mujer política no lo voy a permitir”, finalizó.