Con los votos del oficialismo se aprobó en el Senado el proyecto de ley “corresponsabilidad en la crianza” del Partido Nacional (PN) y Cabildo Abierto (CA). Ahora comienza un segundo capítulo en Diputados, donde el sector Ciudadanos, del Partido Colorado (PC), no se ha posicionado públicamente a favor de la iniciativa y podría llegar a frenar su aprobación, ya que si el sector no vota en bloque al proyecto, el oficialismo no tendría las mayorías suficientes.

El Senado comenzó a tratar este martes, sobre las 13.00, el proyecto de “corresponsabilidad en la crianza” del Partido Nacional y Cabildo Abierto. La senadora informante es la nacionalista Carmen Asiaín, una de las principales impulsoras de la iniciativa y quien lideró las negociaciones con sus colegas de la coalición, y en su discurso aludió a algunas de las críticas que ha recibido el proyecto, en los casi dos años que pasaron desde que ingresó al Parlamento.

Asiaín calificó el proyecto como “multirredactado” y en esa línea comenzó su alocución con un agradecimiento a “todos los colaboradores”. También recordó que “tuvo su origen en 2016, habiendo sido presentado por el entonces senador [Luis] Lacalle Pou”, y mencionó que “incluso la oposición en el último día, [cuando] se votó en comisión, hizo algunos aportes que se agradecen”. Destacó “muy especialmente la mediación que realizó el senador [colorado] Raúl Batlle, que logró el acuerdo con el sector Ciudadanos”, cuyos representantes fueron los principales críticos de la iniciativa en filas oficialistas, pero finalmente dieron su apoyo para que se aprobara en comisión y para que obtenga la media sanción.

“Es un proyecto que vino de un reclamo popular”, aseveró la legisladora, que fundamentó este enunciado en que los grupos que apoyan la iniciativa “reportan más de 70.000 seguidores; esto algo dice respecto de una urgencia social”. Asiaín afirmó que se trata de distintas organizaciones que se acercaron a los legisladores del oficialismo planteando “situaciones de sufrimiento, de niños sufriendo, de padres sufriendo, de abuelas y abuelos sufriendo por no poder tener un contacto con los niños o con los nietos, por algunas situaciones de obstrucción de vínculo”.

Entre otros elementos, la senadora blanca hizo hincapié en refutar los argumentos contrarios, por ejemplo, de quienes califican el proyecto como adultocéntrico. Asiaín afirmó que, “en primer lugar”, la iniciativa es “por los niños”, por “considerar que es lo óptimo para los niños”, y negó que “viole” el Código de la Niñez y la Adolescencia. “La premisa es el foco en el niño o adolescente, en la protección de su interés primordial. El niño es el centro y el fin de este proyecto”. En ese sentido, aseguró que “si hay riesgo para el niño en todo el proyecto está claro que el juez mantiene las potestades para desechar cualquier solución en el caso concreto”.

Asiaín habló de “estigmas” y “demonizaciones” contra el proyecto y mencionó “la campaña que circuló en redes con el oso de peluche”, en referencia a la que encabezaron decenas de organizaciones sociales y colectivos vinculados a temáticas de género e infancia. “Para nosotros el niño no es un oso de peluche que es tironeado por las personas, para nosotros es una persona que tiene derechos. Mal mensaje el escogido”, acusó.

Por otra parte, Asiaín dijo que la iniciativa busca promover la independencia económica de la mujer y “acompañar el progreso de la sociedad”: “El mejor ejemplo que podemos traspasar a los niños no es que su madre esté ocupándose de las tareas del hogar y el padre solamente a los paseos, sino que ambos se involucren en las tareas cotidianas”. “Es una ley necesaria, porque ha sido reclamada desde la sociedad civil, pero también trae una actualización normativa en un campo como el derecho de familia, que requiere permanente actualización. Es lo contrario al retroceso”, manifestó.

Mahía: “Corresponsabilidad en la crianza” es solamente “un título muy marketinero”

El miembro informante por la oposición, que ya anunció que votará en contra en esta sesión, fue el senador de Asamblea Uruguay José Carlos Mahía, que tomó la palabra luego de Asiaín. En su discurso, hizo cuestionamientos a la forma en que se trató el proyecto y su contenido. Sobre lo primero, aseguró que la última versión del proyecto –que partió de la unificación de las iniciativas nacionalista y cabildante y tomó en cuenta planteos de Ciudadanos– tuvo un tratamiento “exprés”, y que únicamente se habilitó la comparecencia del INAU y se votó ese mismo día en comisión. “Para decirlo en lenguaje más coloquial, a la carrera, marcha camión”, aseveró.

Mahía remarcó además que en su comparecencia el presidente del INAU, Pablo Abdala, dijo que no llevaba una “opinión institucional”. “Lo digo porque cada vez que citemos al INAU, no es la posición del INAU, es la posición de dos de sus integrantes, que es mayoritaria, pero no es la de la institución”. Asiaín precisamente mencionó varias veces las valoraciones positivas que hizo la institución sobre el proyecto en su última comparecencia.

Por otro lado, el senador se refirió al título de la iniciativa, que ya no refiere a la tenencia compartida, sino a la “corresponsabilidad en la crianza”. Al respecto, sostuvo que “absolutamente nadie puede estar en contra de esto”, por lo que lo consideró “un título muy marketinero”, pero opinó que esa leyenda “no representa” en realidad “los conceptos de fondo” del proyecto de ley. “Tiene un título sobre cuestiones que ya están vigentes, que ya existen, y trae contenidos sobre los cuales nosotros discrepamos. Entendemos que las normas jurídicas que se ponen a consideración hoy del Senado no van en favor del objetivo que se dice perseguir”, es decir, el interés superior del niño.

“Desde nuestro punto de vista, de consolidarse la votación de esta norma, quedarían sancionadas normas que vulneran derechos ya consagrados en nuestro marco jurídico y acuerdos que nuestro país tiene en la materia a nivel internacional”, advirtió Mahía, y se refirió “fundamentalmente” a derechos de niños, niñas y adolescentes, “privilegiando cómo se dirimen las disputas del mundo adulto”. Asimismo, Mahía expresó que al haber recibido tantas modificaciones con respecto a los proyectos originales, antes de aprobarse en comisión se debió recibir a una “vasta cantidad de instituciones” y no sólo al INAU.