El Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) comunicó este miércoles que el gobierno bajará el precio de las gasolinas en setiembre. “Hemos evaluado el informe que nos llegó ayer de Ursea [Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua], hemos visto los números de Ancap y la decisión es, en vista de la evolución de los precios internacionales, que son los precios de referencia, bajar tres pesos las gasolinas y mantener los precios del gasoil. Esto tiene que ver con que el precio internacional de las gasolinas traídas al Uruguay ha bajado un poco más que el peso del gasoil; todavía está el precio internacional por encima del precio del gasoil en Uruguay, el de las gasolinas permitió esta baja”, sostuvo el ministro Omar Paganini.

De esta forma, el gasoil 50S continuará a 64,99 pesos y el supergás a 63,35 pesos, mientras que la nafta súper 95 bajará de 80,88 pesos a 77,88 pesos el litro.

Según explicó Paganini, un insumo fundamental para tomar esta decisión es que “los números de Ancap están equilibrados: el negocio específico de los combustibles de Ancap en el primer semestre dio un empate, hay otros elementos que explican una ganancia pero vienen de otros negocios o de la diferencia cambiaria, y entonces esto nos permite tomar esta decisión, con la tranquilidad de que las finanzas de Ancap están estabilizadas”.

Desde junio de 2021, a causa de la ley de urgente consideración (LUC), el Poder Ejecutivo ajusta mensualmente los valores de los combustibles en función del precio de paridad de importación (PPI), que sigue la evolución del precio internacional del petróleo. El gobierno define con base en un informe con recomendaciones de la Ursea y otro informe acerca de la situación financiera de Ancap.

El Directorio de Ursea en la sesión de este martes 30 de agosto, aprobó el informe de los Precios de Paridad de Importación (PPI) correspondiente al período del 26 de julio al 25 de agosto de 2022, que indicaba que se podían bajar los precios de los combustibles. Allí se establece que el precio paridad ex planta (PPI) para la Premium 97 bajaría de 75,39 pesos por litro a 68,41; la Súper 95 bajaría de 72,67 a 68,41; el gasoil 50S de 59,63 a 56,29 y el 10S de 59,68 a 56,34. Estos precios corresponderían en el caso de que el gobierno aplicase a rajatabla la equiparación de las tarifas al PPI.

Sin embargo, tal como señaló el ministro, las autoridades más allá de la evolución mensual, analizan los cambios en el tiempo; de esta forma entienden que “en el gasoil la referencia de la Ursea se mantiene un peso y poco por encima del precio que tiene al público, lo vamos a mantener y vamos a mantener la política de quedarnos un poco por debajo en este caso. El PPI permitiría bajar un poco más el precio de la gasolina y tendría que hacer subir el del gasoil, estamos compensando ambas cosas con una baja importante de tres pesos para la gasolina y mantener el gasoil sin subirlo”.

Según datos de la web Investing, durante las últimas semanas se observó una caída del precio del barril de petróleo Brent; el 26 de julio tuvo un valor de 104 dólares, el 3 de agosto bajó a 100 dólares y el día 16 disminuyó a 92 dólares; desde entonces ha oscilado hasta situarse en 97 dólares.

El jueves, en el acto por el aniversario de la Declaratoria de la Independencia, el presidente Luis Lacalle Pou manifestó en rueda de prensa que si bien estaba a la espera del informe previo de la Ursea, deseaba “poder bajar, por lo menos, algunos combustibles”.

“Se puede y debe bajar el precio”

Ancap presentó días atrás los resultados del primer semestre del año: obtuvo una ganancia de 128 millones de dólares. Por eso mismo, el Frente Amplio (FA) planteó que “se puede y debe bajar el precio” de las naftas y el gasoil, no sólo por los números del balance de la empresa estatal, sino porque el valor del petróleo internacional volvió a “los valores de principios de año”.

El presidente del FA, Fernando Pereira, reiteró dos propuestas ya elevadas a Presidencia de la República para “dar estabilidad y previsibilidad al precio de los combustibles”. Una pasa por “crear un fondo de estabilización del precio del crudo para amortiguar el impacto de la suba” y la otra es “profundizar la política de protección de riesgos de los precios, mediante contratación de una cobertura del precio de petróleo”.

En julio, el gobierno había resuelto no modificar las tarifas de los combustibles, “incluso cuando la brecha entre las tarifas locales al público y la referencia determinada por los PPI se amplió durante el último mes”, expresó el MIEM en un comunicado. En ese momento, se destacó que la “situación financiera controlada” de Ancap permitía “beneficiar a la población sosteniendo el precio de los combustibles, a pesar de los nuevos aumentos en el mercado internacional”.