“Lo que debe generarse es una Universidad de la Educación [Uned] autónoma y cogobernada, donde prime la construcción popular y colectiva de la formación en educación que queremos para nuestro país, en lugar de dejarla a la merced de intereses político partidarios que cambian cada período de gobierno”. Esas fueron las palabras de la estudiante Génesis Gallardo el día de su asunción como consejera estudiantil del Consejo de Formación en Educación. En esa oportunidad cuestionó la validación de títulos que tienen carácter universitario en el que ya empezó a poner manos a la obra el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), tras haber sido ratificada la ley de urgente consideración en marzo.

El Frente Amplio (FA) recogió el guante. Este jueves de tarde en La Huella de Seregni tendrá lugar un conversatorio organizado por Convocatoria Seregnista Progresistas (CPS), en el que se hablará de la importancia de avanzar hacia la creación de la Uned, con la participación de los académicos Nicolás Bentancur, Luis Garibaldi y Martina Bailón.

El diputado del FA Gustavo Olmos dijo a la diaria que desde CPS buscan poner el tema nuevamente sobre la mesa porque tienen “preocupación” por la calidad de la enseñanza en formación docente y entienden que es necesario que adquiera carácter universitario.

“Queremos lograr que no sólo los títulos tengan rango universitario, sino que los estudiantes vivan todo el proceso” de lo que refiere estar en educación superior, dijo, e indicó que “al final de la historia” esta discusión se debe traducir en presentar una iniciativa “para que se haga realidad”.

“Queremos que el tema se retome, se analice, se discuta y se busquen los consensos para hacerlo realidad. Nos parece que en la calidad de los docentes, maestros, profesores, sus capacidades y competencias, se juega buena parte de la calidad de la educación y, por lo tanto, de la capacidad de aprendizaje que tienen los gurises en cualquier nivel”, expresó.

Por su parte, Sebastián Sabini, senador frenteamplista y vicepresidente de la Comisión de Educación en la cámara alta, explicó a la diaria que la formación docente debe contar con una nueva universidad pública. A diferencia de las anteriores iniciativas que se dieron durante las administraciones frenteamplistas, el proyecto que aún se está redactando busca ser “lo más sencillo posible en materia de definiciones en cuanto a la orgánica de la nueva institución”.

El legislador afirmó que “obviamente” marca una diferencia “grande” con lo que viene haciendo el Poder Ejecutivo en lo que refiere a titulación docente, que “deja por el camino lo que es trascendente en la formación, que tiene que ver con las experiencias educativas que tengan los estudiantes y no tanto con si ese título tiene o no el reconocimiento de nivel universitario”.

Sabini considera que en esta universidad se tiene que generar conocimiento, investigación y extensión, algo similar a lo que ocurre en la Universidad de la República (Udelar).

En tanto, el senador de Asamblea Uruguay José Carlos Mahía dijo a la diaria que se está ante una situación “bastante delicada” porque, por un lado, el gobierno pretende llevar adelante una “solución administrativa” que está “muy lejos de lo académico”. A su vez, aludió a los grados de disconformidad que hay en el estudiantado de formación docente sobre “cómo se genera un cambio sin el menor atisbo de involucramiento en lo que puede ser mañana no sólo su formación profesional, sino también todo lo que refiere a su futuro laboral”.

Para Mahía, “en ese clima de distanciamiento, de no buscar en el otro una solución que debe ser una solución país, la idea central es tender puentes, mirar la perspectiva y, más allá de lo inmediato, una respuesta estratégica”.

Me suena conocido

Durante sus gobiernos el FA hizo tres intentos para crear una institución universitaria de formación docente. En principio, tal como lo establecía en el capítulo XII de la Ley General de Educación de 2008, se buscaba crear el Instituto Universitario de Educación y se definía la formación en educación como terciaria y con características universitarias.

Luego se insistió en la creación de una universidad autónoma y cogobernada, cuyos proyectos de creación establecían que la formación de profesionales de la educación se daría por medio del desarrollo de las funciones de enseñanza, investigación y extensión. Ambos proyectos naufragaron y quedaron por el camino por la negativa de la entonces oposición, en especial de los blancos, que no compartían que esta institución sea autónoma y cogobernada como la Udelar.

En un evento organizado por esa casa de estudios, en el que se convocó a las principales autoridades de la educación para exponer sobre las políticas para la formación docente de carácter universitario, el titular del MEC, Pablo da Silveira, dijo que en ese momento existió el “bloqueo político”, porque había un “problema institucional”, y que por eso este gobierno optó por la creación de este mecanismo de reconocimiento de carreras para que los profesionales de la educación puedan acceder al título universitario.

“No queremos empantanarnos otra vez en una Uned. Los desacuerdos que había siguen estando hoy”, consideró, y agregó que en ese momento sólo se discutió una parte del asunto y los intercambios se concentraron en cómo iba a ser la gobernanza de esa institución.

Al respecto, Sabini consideró que hay algunos actores de la educación de la coalición que en el pasado eran afines a la idea de crear una Uned: “No pierdo las esperanzas antes de dar la discusión. Con un proyecto sobre la mesa quizá podamos tener más coincidencia de lo que pensamos; en definitiva, de eso se trata la política, de hacer realidad proyectos que a priori aparentemente podrían no tener éxito”.

Por su parte, Mahía dijo que para avanzar en esta posible iniciativa los partidos políticos “tienen que ceder”. “Así se llegó a la UTEC [Universidad Tecnológica]”, sostuvo, y añadió que ahora ven con “preocupación” que el Poder Ejecutivo quiera eliminar el cogobierno, que nunca se pudo efectivizar desde su creación en 2012. “Hay que mirarlo desde el lado de las necesidades que tiene Uruguay en materia de formación docente y alejarla de un clima de hostigamiento, de ignorar al otro. Esa es la idea que tenemos desde CPS”, concluyó.