Por un “problema logístico”, la tripulación de la Fuerza Aérea uruguaya no podrá participar en Salitre IV, un ejercicio combinado que es organizado por la fuerza aérea chilena, que está previsto entre el 8 y el 21 de octubre en Antofagasta, en el norte del país andino. Según supo la diaria con base en fuentes de Defensa, la empresa extranjera que arreglaba los motores de los aviones que iban a participar no cumplió con la fecha de entrega, lo que se tradujo en que no llegaran a tiempo para la misión que desde junio de este año estaba en agenda.
Esto valió que la diputada del Frente Amplio Micaela Melgar elevara un pedido de informes al Ministerio de Defensa Nacional (MDN) en el que pidió saber los “detalles de las fallas” de las aeronaves que iban a realizar el ejercicio, y que se remitan los informes técnicos sobre el estado de situación de esos aviones. La Fuerza Aérea propuso participar en el ejercicio con tres aeronaves de caza A-37B y un KC-130H, mejor conocido como Hércules. Iban a participar unos 41 efectivos, entre personal superior y subalterno.
“La participación de la Fuerza Aérea en este ejercicio resultará en el desarrollo profesional de sus integrantes, lo cual redundará en un mejor cumplimiento de la función propia, así como contribuirá a estrechar los lazos de cooperación, conocimiento, amistad y confianza mutua con las otras fuerzas aéreas de la región”: así se justificaba la decisión de asistir, que finalmente no podrá ser.
El principal objetivo que tenía esta operación, según se detalla en el proyecto que el Poder Ejecutivo envió al Parlamento y que tuvo el visto bueno, era “contribuir a la cooperación e interoperabilidad de las Fuerzas Aéreas participantes”, entre ellas, las de Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos. También iban a haber observadores de las fuerzas aéreas de Ecuador, Perú e Italia. Estas iban a operar “en un medioambiente de elevada complejidad, simulando una coalición bajo el mandato de la Organización de las Naciones Unidas”.
Según detalló el MDN, este ejercicio “ha redituado en un incremento de la operatividad con las Fuerzas Aéreas amigas, al tiempo que se ha ganado experiencia y el reconocimiento de nuestros pares”, lo que se tradujo “en la confianza, que ha permitido a tripulaciones de nuestra Fuerza conducir operaciones con liderazgo y fiabilidad de una Fuerza Combinada”.
Además, resaltó que, “gracias” a la “destacada” actuación de las delegaciones y los “excelentes antecedentes generados”, se obtuvo la invitación para asistir con medios aéreos por segunda vez a un ejercicio Salitre, que “incluye la importante responsabilidad de cumplir con el rol de comandar algunas de las misiones combinadas, estando a cargo de la planificación final y conducción táctica de las aeronaves de diferentes países que participen de la mencionada misión”.
Grosso modo, los objetivos que se propone alcanzar el ejercicio son el “intercambio de experiencia” y “conocimientos profesionales” entre los distintos participantes, como también “propiciar la interoperabilidad” entre las fuerzas aéreas de la región, “en base al conocimiento de las diferentes doctrinas de empleo”, así como “potenciar las medidas de confianza mutua entre los países involucrados”. La última versión del Salitre, en Chile, fue en 2014 y contó con la participación de los mismos países.