2022 fue un año intenso para el Partido Socialista (PS), que incluyó un congreso, las elecciones internas y las primeras reuniones del nuevo Comité Central. De esas instancias surgieron varios objetivos que tienen a 2023 como año de concreción. Uno de los objetivos establecidos en el documento final del congreso del sector del Frente Amplio (FA) es “alentar la construcción de una corriente socialista dentro del movimiento popular”. “Este objetivo implica consolidar una línea claramente socialista que transversalice al FA y los movimientos sociales, respetando siempre la autonomía relativa de cada uno de los actores y militancias, y sin incurrir en lógicas aparatistas o de cooptación”, indicaba el texto.

El objetivo se volvió a colocar en una declaración del Comité Central el 20 de noviembre: “Redoblaremos nuestros esfuerzos para la construcción de una corriente socialista en el movimiento social”. Es que, si bien el PS tiene entre sus dirigentes y militantes a referentes de distintas organizaciones del campo popular y sindical, como Gerardo Rodríguez, de la Federación Ancap, o Gustavo González, de la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua, entre otros, en el sector entienden que es necesario crear una corriente para articular y militar causas comunes desde los distintos lugares.

Gonzalo Civila, secretario general del PS, declaró a la diaria que esto no está pensado como “una construcción desde el partido en tanto institución”, porque son “muy celosos de la autonomía de las organizaciones sociales”, pero que en “diálogo permanente” con sus militantes sociales se han “encontrado con la necesidad de aportar a la construcción de una corriente de ideas abierta, plural”, con “un eje puesto en la pluralidad de movimientos sociales”. “La idea es que se pueda construir espacios de diálogo” entre los militantes de las distintas organizaciones que compartan la identidad socialista, para que se dé la “recuperación de una tradición, de una corriente histórica, obviamente repensada y recreada en función de un contexto diferente”.

Civila manifestó que la idea no es que sea “sólo entre afiliados al PS ni está pensado como una construcción partidaria”, pero “la presencia de la militancia social en la dirección” del sector “ayuda a que estos debates se den y a que las necesidades de los propios procesos de los movimientos sociales sean parte de la agenda del partido”.

Rodríguez, que integra el Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT y no pertenece a ninguna de las cuatro corrientes mayoritarias de la central obrera (Articulación, el Partido Comunista, En Lucha o el llamado “grupo de los ocho”), dijo a la diaria que integra “un espacio de militancia de pensamiento socialista” y que uno de los objetivos que tiene, aunque no el único, es apalancar esta corriente. Como próximo mojón está el Congreso del Pueblo, que está previsto para mediados de este año, y con la intención de “recobrar una identidad propia” buscarán confluir y generar un documento que funcione como insumo para la discusión. De hecho, en paralelo, dirigentes del PS vinculados al ala “renovadora” –minoría del PS y oposición a los “ortodoxos” liderados por Civila– se identifican con la corriente Articulación.

Entonces, la idea es que aquellos que comulguen con el ideario socialista y estén dispersos en diversas corrientes del ámbito sindical y social confluyan en “un espacio que guarde total autonomía con el partido” y que no sea únicamente “de afiliados y afiliadas al PS”, dijo Rodríguez. En ese punto hizo hincapié: “Lo que se busca es trascender el ámbito sindical, también en otros espacios de militancia, en los feminismos, en el movimiento cooperativo, en diferentes organizaciones que se nucleen en torno a otras causas”.

La fundación

Otro de los grandes objetivos del PS para este año es la creación de una fundación. Ya el documento del congreso señalaba que una de las metas es “promover el desarrollo creativo del pensamiento socialista, popular y latinoamericano”, lo que “implica la gestación de nuevos ámbitos de formación, lectura y debate, donde escuchar diversas voces y volver a formularnos preguntas sobre la sociedad que queremos construir”. La declaración del Comité Central indicaba que se pondrá “energía y recursos para la construcción de una fundación abierta y plural”.

En este sentido, Civila declaró que se trata de “un proyecto amplio e híbrido” que buscará “la convivencia de distintos actores y lógicas” y que tendrá dos grandes componentes: uno, tal vez el más habitual en este tipo de proyectos, “académico y programático”, y otra pata “vinculada a la educación popular”, adelantó.

Con ello se busca “aportar a una construcción de abajo para arriba” que “le dé mucha importancia a lo fermental de los procesos sociales”. “La idea es, este año, hacer una oficialización de ese espacio, que ayude a pensar la relación entre la sociedad y la política, abordar los problemas de la desigualdad con una agenda transformadora, que vaya a la raíz de los problemas estructurales del país y a trabajar mucho en la formación de nuestra propia militancia y, en general, de quienes quieran participar en procesos así para profundizar metodologías más democráticas”, indicó.