Este miércoles de noche, la Cámara de Diputados votó una moción, a impulso del Frente Amplio (FA), para pedir la renuncia del ministro del Interior, Luis Alberto Heber, por la trama policial para favorecer al exsenador blanco Gustavo Penadés, recién expulsado de la cámara alta, luego de su formalización por una veintena de delitos sexuales. La iniciativa no prosperó, dado que, al igual que en el Senado, el oficialismo no la acompañó.

La fiscal Alicia Ghione investiga a varios policías que habrían trabajado en el diseño de un flujograma para intentar presentar la existencia de una trama política en contra de Penadés. Además, organizaron y llevaron a cabo seguimientos a la fiscal del caso y a algunas de las víctimas, que denunciaron la presencia de autos y personas extrañas en actitud de vigilancia en los lugares que habitualmente frecuentan. Por este caso será imputado este jueves el director del Comcar y director de la Oficina de Información Táctica del Instituto Nacional de Rehabilitación, Carlos Tarocco.

En la moción del FA se consignaron varios hechos polémicos que estuvieron en la agenda en el último tiempo: “Ante la grave situación de posibles implicancias de jerarcas del MI que hoy investiga la Justicia relacionados a los elementos que llevaron a la imputación del exsenador Gustavo Penadés”, y la “comprobación de acciones de espionaje a los senadores Charles Carrera y Mario Bergara”, del FA, “que dio lugar a la imputación de otro ciudadano”, así como también “los procesos judiciales en curso en relación al otorgamiento del pasaporte al narcotraficante” Sebastián Marset.

En el texto también se consignaron “las denuncias de irregularidades por la entrega del puerto de Montevideo en detrimento de la soberanía nacional cuando se desempeñaba al frente del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, “todos casos que involucran el desempeño de Luis Alberto Heber”. Así las cosas, el FA solicitó “la renuncia” del jerarca “como responsable político de la cartera”.

Heber “no está a la altura del cargo que desempeña”

El diputado de la oposición Sebastián Valdomir fue el primero en hablar en el Plenario sobre el tema. Dijo que esto “marca un antes y un después en una situación ya grave” que venía siendo investigada, dentro del caso Penadés, “pero se abre otro capítulo, de enorme gravedad institucional, relacionado a la implicancia que han tenido autoridades”, en cuanto a la “estafa procesal”.

Valdomir señaló que la conferencia de prensa de Heber de la tarde de este miércoles y también lo expresado en rueda de prensa por el presidente Luis Lacalle Pou demuestran “un desconocimiento de la gravedad de la situación en la cual están involucrados los principales jerarcas de la seguridad pública”.

“Lamentablemente, tanto el presidente de la República como el ministro del Interior han dicho que se sienten tristes, sorprendidos, engañados y que no sabían nada. ¿Cuándo van a hacerse cargo de que esto no es un problema que se debate en la esfera personal, sino que la investidura y la institucionalidad de sus cargos exige que le den respuestas a la ciudadanía, mucho más allá de si se pueden sentir apenados, tristes o engañados?”. preguntó. Por lo tanto, Valdomir dijo que no queda “otra conclusión posible” que, particularmente en el caso de Heber, “no está a la altura del cargo que desempeña”.

La respuesta del oficialismo

Luego de Valdomir hablaron más diputados de la oposición y, al final, el único encargado de tomar la palabra por el Partido Nacional fue el representante Federico Casaretto. Según supo la diaria por fuentes blancas, Heber pidió a los diputados blancos que “bajen la pelota” con el tema, y por eso no hablaron más legisladores nacionalistas.

Casaretto señaló, antes que nada, que si toman la palabra “20 o uno, no habla en absoluto de la fortaleza o la debilidad de los argumentos que se vayan a manifestar”. Dijo que primero en el Senado y luego en Diputados asistieron “a una serie de relatos que les ponen todo tipo de condimentos a cada uno de esos datos que sucedieron”.

El diputado sostuvo que luego de que la coalición asumió el gobierno, en marzo de 2020, “quedó la sangre en el ojo con el tema de la seguridad” en el FA, después de los pedidos de “renunciá, Bonomi”; entonces, la actual oposición “ha provocado una puesta en escena y una mirada permanente al MI, tratando de identificar las cosas en las que se puede volver a poner en igual situación al actual ministerio”, consideró.

El diputado sostuvo que en la moción el FA puso arriba de la mesa “el tema político”, y así “se contamina el tema” de la expulsión de Penadés del Parlamento. Además, negó que en estos hechos haya “afectación del Estado de derecho”, como acusó el FA, dado que “afectación del Estado de derecho sería que se hubiese sabido quiénes eran las víctimas, cuando había un secreto”, o “que un ministro del Interior hubiese llamado al director del Comcar para decirle que haga una investigación paralela”, pero “afectación del Estado de derecho no es que un senador vaya preso porque las cosas funcionan”.

Casaretto les dijo a los diputados del FA que no le “vengan más con la frase” de Lacalle Pou cuando estaba en la oposición, en 2016, que en su cuenta de la red social X escribió que “algún día volverá el Uruguay en el que los ministros renunciaban o se les pedía la renuncia, por gestión o por vergüenza”. Casaretto subrayó: “No debe de haber un gobierno en donde hayan caído más ministros y jerarcas que en este gobierno, porque las instituciones funcionan, y porque ha cumplido lo que decía”.

Por último, el diputado dijo que en el FA hay “un oportunismo” y si bien la oposición “tiene el derecho, no era el momento”.