La Mesa Política del Frente Amplio (FA) definió por unanimidad que Pablo Álvarez, exdirector general del Ministerio de Educación y Cultura, sea el nuevo presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales (Carifa) de la fuerza política, según supo la diaria. El exdiputado, licenciado en Ciencia Política e integrante del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica, será el sucesor de Ariel Bergamino, quien renunció luego de que se filtraran a los medios las discusiones en el grupo de Whatsapp de la comisión, con respecto a cómo posicionarse tras los ataques del grupo Hamas a Israel, el 7 de octubre.

Entre las competencias establecidas en los estatutos del FA, en su artículo 94, se habilita a la Mesa Política a “aprobar el reglamento de las comisiones nacionales y supervisar su funcionamiento”, así como a “establecer secretarías y comisiones asesoras, determinar su competencia e integración”.

Asimismo, tal como se venía manejando, la comisión pasará a ser espejo de la Mesa Política, es decir, que la integrarán los sectores que son parte de este órgano de dirección, mientras que los sectores “invitados” –aquellos que pueden tener voz pero no voto– serán “acotados”. Los sectores que hasta hoy participaban como invitados eran el Partido por la Victoria del Pueblo, Casa Grande, el Partido Obrero Revolucionario e Ir, aunque este último podrá estar en la comisión por ser parte de El Abrazo, alianza que sí tiene representación en la Mesa Política a través de PAR.

Las idas y vueltas en torno a las declaraciones sobre el conflicto en Medio Oriente fueron el detonante de una situación que se gestó hace tiempo en la comisión, dado que en reiteradas ocasiones se hicieron públicas las diferencias internas sobre sucesos internacionales anteriores. El hecho de definir o no a Hamas como una organización “terrorista”, por ejemplo, fue uno de los puntos que llevaron a que el FA se rectificara de su primera declaración.

“Seríamos castigados por algo que hicieron otros”

Ángel Vera, delegado del PVP en la Carifa, dijo a la diaria que el sector “aspira a ser invitado” dentro del nuevo funcionamiento de la Carifa, porque “el PVP jamás filtró” cuestiones de la interna “y, sin embargo, nos pueden decir que no vayamos; seríamos castigados por algo que hicieron otros”. Además, Vera consideró que “no alcanza con decir ‘disminuimos el número de la Carifa para que no haya fugas’” de información.

“Personalmente”, Vera entendió que con esta decisión se quiebra “un grupo humano que ha venido transitando mucho tiempo” y que “en el fondo lo que existe es un ánimo de quebrar cierta solidaridad que existe dentro de la Carifa” entre integrantes que están “sufriendo hoy por algo en lo que no somos absolutamente responsables; sobre nosotros no debería caer ningún tipo de duda”. Según el delegado del PVP, de esta manera “no se está simplemente buscando a un buchón”.

En el POR, que participa con voz pero sin voto en la Mesa Política, entienden también que “no tendría sentido participar en la Mesa y no participar en una comisión asesora”, según explicó a la diaria el delegado del sector Raúl Campanella, porque, de lo contrario, podría suceder “que el FA no tenga vías de discusión de ideas” en torno a política internacional.

“Hay que discutir ideas, no huir de los problemas”, agregó Campanella. “Hay problemas en Medio Oriente y la comisión no los asume, no los discute, la discusión se hace por Whatsapp”, sentenció.

Nuevo “llamado a la paz” en Medio Oriente

Este lunes, la Mesa Política del FA emitió un nuevo “llamado a la paz” ante el “aumento de víctimas civiles inocentes en la zona del conflicto entre el gobierno de Israel y la organización terrorista Hamas”. En el texto, la Mesa Política “reafirma una vez más que se debe promover el cese inmediato de las hostilidades, exigir la liberación de todos los rehenes y la rápida instalación de una mesa de negociación en búsqueda de la paz” al tiempo que rechaza “la actuación irresponsable del gobierno uruguayo en la Asamblea General de las Naciones Unidas, absteniéndose en la toma de decisión frente a una moción que exigía una tregua humanitaria inmediata, duradera y sostenida”.