A cuatro décadas del histórico acto, del imborrable discurso y de la icónica foto, nuevamente al pie del Obelisco, los partidos políticos renovaron este lunes su compromiso con “la democracia y la construcción de una convivencia pacífica y en libertad”. Junto a cientos y cientos de personas, seis jóvenes de partidos con representación parlamentaria leyeron una nueva proclama que, aunque actualizada, cerró con las mismas palabras de aquel acto del 27 de noviembre de 1983: “¡Viva la patria! ¡Viva la libertad! ¡Viva la República! ¡Viva la democracia!”.
El presidente Luis Lacalle Pou, la vicepresidenta Beatriz Argimón, los expresidentes Julio María Sanguinetti y José Mujica, así como la mayoría de los precandidatos a la presidencia, estuvieron en primera fila. Bajo el goteo de los árboles del Parque Batlle, frente al Obelisco y con el sol cayendo, escucharon junto a la gente la proclama que hace 40 años leyó el primer actor de la Comedia Nacional, Alberto Candeau, a la salida de la dictadura cívico-militar.
“Hemos venido a afirmar todos juntos y solemnemente nuestro compromiso irrenunciable, tras una década de regresión y oscurantismo, de restituir a la Nación su dignidad, al país su prestigio, a la Constitución su intangibilidad, a los partidos políticos su papel insustituible”, exclamaba entonces Candeau, y era aplaudido por 400.000 personas.
Este lunes esos aplausos fueron emulados en tiempo real por el público presente que, respetando la consigna, asistió al acto con banderas de Uruguay, aunque los pabellones patrios fueron pocos y alguna que otra bandera del Frente Amplio (FA) se levantó entre la multitud.
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La proclama de “Un río de libertad”, nombre que le impuso al acto la memorable foto de José Plá -quien estuvo presente este lunes-, fue redactada por Enrique Tarigo (Partido Colorado) y Gonzalo Aguirre (Partido Nacional). La movilización, que pedía libertad, democracia y amnistía a tres años del triunfo del No en el plebiscito constitucional de 1980, fue convocada por todos los partidos políticos y por organizaciones sociales, como el PIT, Asceep y Fucvam. En el escenario se colgó un cartel que exigía “Un Uruguay democrático sin exclusiones”.
El compromiso
Cuando terminó la reproducción del discurso de Candeau, y tras varios segundos de aplausos, subieron al estrado seis jóvenes políticos: Agustina de Mello (Frente Amplio), Gervasio Aznárez (Partido Nacional), Juan Carlos Ambrosini (Partido Colorado), Luana Ortega (Partido Independiente), Valentín Pouso (Partido de la Gente) y Marco Secondo (Unión Cívica). Cada uno leyó un párrafo de la nueva proclama.
Empezó Ambrosini: “Ese día, los uruguayos formamos un verdadero río de libertad, en una demostración imponente en reclamo de democracia y libertad”. Ese día, continuó, “la expresión ciudadana y popular” determinó que “el oscuro período dictatorial tenía sus días contados y que se avanzaba ya definitivamente y sin retorno hacia la recuperación democrática”.
En efecto, Pouso señaló que al año siguiente tuvo lugar “el proceso electoral que llevaría a nuestro país a la recuperación de la democracia”. Así, comenzó “el camino que dejaría definitivamente atrás una década de dictadura, autocracia, autoritarismo y violaciones a los derechos humanos perpetrados por parte del Estado”.
De Mello sostuvo que fueron los partidos políticos y “la firme convicción ciudadana” los que contribuyeron a “la reconstrucción de una democracia que [actualmente] se presenta como un ejemplo a nivel mundial”. Por eso, “corresponde el merecido homenaje a los ciudadanos y a las ciudadanas de los diferentes partidos y organizaciones sociales que dieron su esfuerzo y su compromiso, asumiendo los graves riesgos que sin duda existían”.
Por su parte, Secondo destacó que, si bien desde el retorno a la democracia hubo diferencias que “han alcanzado importantes niveles de debate y confrontación”, “nunca en estos años transcurridos ha sido puesta en cuestión la esencial importancia de mantener la adhesión a las reglas de juego democráticas y plurales”.
Ortega subrayó que “jamás se ha puesto en duda que es la democracia, el sistema y el conjunto de reglas de juego donde deben dirimirse las diferencias, por más agudas que sean”. Esto, sostuvo, ha honrado la memoria de “nuestro héroe nacional”, José Artigas, “al decir con su estatura de estadista, [que] nuestra autoridad emana de vosotros y ella cesa ante vuestra presencia soberana”.
Y Aznárez cerró el acto: “La democracia se construye todos los días y hoy enfrenta nuevos desafíos. Los partidos políticos los debemos enfrentar con decisión, garantizando una total transparencia a la acción pública y un compromiso absoluto con la ética en todas sus dimensiones; terminamos esta proclama con aquellas palabras finales de aquel entonces, diciendo bien alto y todos juntos, para que nuestro grito rasgue el firmamento y resuene de un confín a otro del terruño, ¡viva la patria, viva la libertad, viva la República, viva la democracia!”, exclamó.
Minutos después, Lacalle Pou se retiró sin hacer declaraciones. Argimón, en cambio, valoró en rueda de prensa “el compromiso democrático que este país tiene”. Para la vicepresidenta, el acto conmemorativo “tuvo que ver con nuestro pasado”, pero “muchísimo más con el futuro”. Dijo que el mensaje leído por los jóvenes “significa ese cuidado a la democracia de todos los días”.
En tanto, el presidente del FA, Fernando Pereira, celebró que “se pueda debatir públicamente”, en libertad y “compartiendo un espacio común”. “El problema de un país no es si hay polémicas, no es si hay diferencias, no es si nos podemos expresar, no es si podemos discrepar, no es si la prensa puede ser libre, el problema es cuando eso no sucede”, manifestó en rueda de prensa.
Nota aparte
El principal ausente este lunes fue Cabildo Abierto (CA). El partido liderado por el senador Guido Manini Ríos planteó dudas sobre su presencia en el acto desde la etapa de organización, y al final no envió formalmente a ningún representante; tampoco asistió ninguno de sus referentes.
Sin embargo, a través de una declaración publicada horas antes del acto, CA manifestó su adhesión a “la conmemoración del acto”, que definió como “una contundente demostración ciudadana a favor de la democracia y el pluralismo”. “Nuestro mensaje es más democracia”, marca el texto.
“Hace 40 años se comenzaba a cerrar un triste y doloroso período de violencia entre uruguayos, en el que se atentó contra las instituciones democráticas y se incumplió la Constitución”, sostiene la declaración de CA, y pide que “las nuevas generaciones de orientales aprendan las lecciones de la historia, pero que no hagan propias las enemistades de las generaciones pasadas”.
En diálogo con la diaria, De Mello, la joven frenteamplista que leyó la proclama, dijo que “sorprendió” la ausencia de CA, “porque era algo que ya teníamos pactado” y “nos avisaron a último momento”. Dijo que CA no planteó ningún argumento, “simplemente no se sentían cómodos enviando a alguien”.
A contramano de la mayoría del Partido Nacional, tampoco fueron al acto los senadores nacionalistas Sebastián da Silva y Graciela Bianchi. El primero afirmó en X que “hoy la democracia no peligra”, sino que “peligra la calidad democrática cuando reiteradamente se pretende instalar un relato desestabilizador a un gobierno democrático”. Por eso, “me voy a quedar sembrando soja”, dijo Da Silva. Mientras que, en declaraciones a El País, Bianchi manifestó: “No tengo nada que hacer en un estrado con Fernando Pereira. Lo que tengo que hacer es conseguir votos para que no vuelvan más al poder”.