A unos días de cumplir tres años de gestión, la administración encabezada por el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, presenta 43% de aprobación y un 29% de desaprobación, según una encuesta de Opción Consultores presentada en Canal 4.

De acuerdo al informe, esto configura “una brecha positiva de +14”, además de existir un segmento de 27% que se ubica en un punto intermedio y cataloga a la gestión como “ni buena ni mala”.

Desglosados, los números indican que 11% de los 810 casos consultados, considera la gestión como “muy buena” y 32% como “buena”. Por otro lado, 16% la considera “mala” y 13% “muy mala”. Luego, 27% no tiene una opinión y 2% no sabe o no contesta.

Asimismo, con relación al voto en 2019, queda en evidencia la existencia de dos grandes bloques: mientras que entre los votantes de la coalición multicolor prevalece la visión positiva en 73%, entre quienes votaron al Frente Amplio, 60% tiene una valoración negativa.

“Frente a los dos trimestres anteriores, los resultados pautan una situación de estabilidad, con variaciones comprendidas dentro del margen de error”, explica el texto; sin embargo, estos niveles de aprobación están “lejos del período de luna de miel de inicios de gestión y también ocho puntos por debajo de la aprobación gozada en febrero de 2022”, al momento de cumplir dos años de mandato.

De todas formas, más allá de la invariabilidad de los números en términos generales, sí hubo variaciones en lo que la población considera que afectó para bien o para mal al gobierno. “Al analizar los aspectos positivos de gestión más destacados por la ciudadanía, se comprueba una relativa dispersión en las opiniones: no hay un hecho o dimensión particular que aglutine una clara mayoría de respuestas”, señala el texto, algo parecido a lo que sucedió “durante la época de gestión pandémica”.

Los porcentajes de aspectos que se valoran como positivos están repartidos entre los que tienen ver con “la gestión económica, la percepción de transparencia en la gestión, las políticas y apoyos sociales, la reforma educativa, la realización de obras públicas y las mejoras en seguridad”.

Entre los aspectos que influyen en la percepción negativa, se muestra claramente la incidencia del caso del excustodio presidencial, Alejandro Astesiano. “La corrupción y el caso Astesiano, en particular, concentran la mayor cantidad de respuestas sobre aspectos negativos de gestión durante el último año, llegando al 24%”, señala la consultora.

En comparación con la medición del último semestre de 2022, “se exhibe la consolidación de una debilidad de imagen de gestión” magnificada por “el alto impacto mediático del caso Astesiano y, complementariamente, otros problemas de similar naturaleza y probablemente asociados como hechos de corrupción por parte de la ciudadanía”, como el caso del narcotraficante Sebastián Marset, ejemplificó la encuestadora.

Otro bloque, representado por 19% de los encuestados, considera que las políticas económicas “son la principal debilidad de gestión del gobierno durante el último año”, con críticas sobre todo “en dos dimensiones: precios e ingresos”.

Más allá estos dos aspectos que se destacan, otros temas mencionados son “la gestión en seguridad, la discrepancia con las dos reformas impulsadas por el gobierno (educación y seguridad social) y las políticas sociales”.

A modo de conclusión, Opción Consultores señala que al ingreso de su penúltimo año de gestión, el gobierno se encuentra “relativamente bien posicionado, con saldo positivo de imagen, amplio respaldo dentro de su electorado y un conjunto diverso de fortalezas de imagen”. No obstante, se da cuenta de “la consolidación de un núcleo muy duro y significativo de detractores y se comprueba la aparición de un nuevo frente de imagen negativa en un conjunto relevante de ciudadanos, como consecuencia de diversos hechos de corrupción en el que quedaron envueltos, sea en forma directa o indirecta, diversas figuras de gobierno”.