“Estamos viviendo un momento complejo de la sociedad uruguaya que el Frente Amplio (FA) lo está meditando”. Así lo expresó Fernando Pereira el domingo en Parque del Plata durante el acto por el 52° aniversario de la fuerza política que preside. Refería fundamentalmente al denominado “caso Astesiano”, protagonizado por el exjefe de la custodia presidencial, Alejandro Astesiano, pero que incluye situaciones que salpican a otras esferas de poder.

Por ejemplo, en uno de los capítulos conocidos hasta el momento, el rastreo al presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala, Astesiano compartió información con Nicolás Martínez, uno de los secretarios de Luis Lacalle Pou. Otro de los chats divulgados en diciembre revela que Homero Gadea, otro asesor del presidente, le pidió al entonces jefe de la custodia que revisara las filmaciones de unas cámaras de seguridad del Ministerio del Interior para descubrir quién había roto un vidrio de la camioneta de un amigo.

Pereira ratificó que el FA “está resolviendo con tranquilidad” sus siguientes acciones en torno a este tema, teniendo en cuenta “en qué país queremos vivir”. “Sería fácil para nosotros hacer un discurso explosivo y que nuestros compañeros se levantaran por las cosas que están pasando en este gobierno. Pero tengan claro una cosa: el FA, ni antes ni ahora ni después, va hacer nada que dañe la democracia uruguaya”, apuntó en su discurso del domingo. Y luego agregó: “El FA llega al gobierno con el voto, ni un día antes ni un día después”. Para el presidente del FA, la situación “implica ser tolerantes” y “pensar muy bien qué se va a decir, analizar cada palabra”.

Rubio: “Si fuera un régimen parlamentario, el primer ministro y todo el gabinete habrían caído”

El senador del FA Enrique Rubio reconoció en diálogo con la diaria que “hay militantes que piden cosas más potentes” que las que la fuerza política ha hecho hasta el momento, como un llamado en régimen de comisión general por el que comparecieron el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, junto al prosecretario de Presidencia, Rodrigo Ferrés, y el director de la Secretaría de Inteligencia, Álvaro Garcé, y una comparecencia de Heber ante la Comisión Especial de Seguridad Pública y Convivencia del Senado.

Sin embargo, el FA mantiene cautela con respecto al caso y, al menos hasta marzo, no tiene previsto realizar más convocatorias al Palacio Legislativo por este tema, aunque en la Comisión Permanente, que dura lo que el receso parlamentario, la coalición de izquierda tiene previsto citar a Heber para hablar sobre los homicidios.

“Hay muchos episodios, frentes abiertos, flujos de información, entonces hay que graduar las acciones que se van a realizar”, dijo Rubio, quien consideró que además “está claro que en algunas cuestiones que tienen que ver con lo de Astesiano la iniciativa en primer lugar corresponde a organizaciones sociales directamente implicadas”, en referencia, por ejemplo, al PIT-CNT, por el rastreo a Abdala, o a las organizaciones de docentes y estudiantes, por lo ocurrido en el liceo 41.

“El FA no quiere sustituir lo que puede ser la reacción primaria de organizaciones sociales directamente afectadas”, señaló, y agregó que, de todas formas, el partido se pondrá a disposición para “mantener diálogo” con ellas, “y va a ir haciendo el seguimiento de toda esta situación”. “Como el flujo de novedades de todo tipo y naturaleza es permanente, y todas graves, vamos a tener un período largo, lamentablemente”, expresó, y concluyó que en marzo, ya levantado el receso parlamentario, se verá la posibilidad de realizar otras acciones de parte de las bancadas.

Rubio aclaró que si Uruguay tuviera “un régimen parlamentario, el primer ministro y todo el gabinete habrían caído ya, sin duda”. “Tenemos un sistema presidencialista, entonces preservar lo institucional significa que no hay que llevar irracionalmente las cosas, en términos de generar una tensión institucional que en último término, cuando se lleva adelante en la mayor parte de los países de América Latina, lo que termina es favoreciendo a la derecha”, apuntó. Entonces aclaró: “Tampoco hay que tener la ansiedad de creer que todo se resuelve en una crisis que podría ser una especie de búmeran para la propia izquierda”.

La coordinadora de la bancada de senadores del FA, Liliam Kechichian, dijo a la diaria que el de Astesiano “es un tema permanente” en la fuerza política, pero que no formó parte específica de la última reunión de bancada, que fue el lunes. No obstante, ya pensando en marzo, dijo que “hay una gama grande” de posibilidades para actuar, pero hay que tener en cuenta que las autoridades de Presidencia no están obligadas a comparecer ante el Parlamento, por lo que se trata de un caso “complejo”. De todas formas, recordó que Ferrés ya fue al Parlamento en calidad de invitado para dar sus explicaciones del tema, y que el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, también lo hizo por cuestiones vinculadas a la covid-19 y las vacunas.

En esa línea, dijo que “la institucionalidad no es que se defienda con una oposición que no cumpla con su labor”, y que si bien “obviamente la figura institucional de la Presidencia de la República para nosotros es algo a cuidar, más allá de quién la ejerza, no es que nos limitemos sino que lo analizamos con mucha responsabilidad, más que nada en las formas”.

Nane: “Emergen un montón de cosas que son un peligro para la democracia”

Para la senadora Silvia Nane, en tanto, el tema de Astesiano tiene “varios puntos de análisis”. Uno de ellos es que el caso “desnudó no solamente chats y acciones personales de Astesiano”, sino “una serie de vulnerabilidades institucionales, formales, de protocolos que, en definitiva, lo que vulneran son libertades civiles, y cuando uno vulnera libertades civiles pone en riesgo una de las características principales de la democracia”.

Es que “a través del caso Astesiano nos enteramos de que hay funcionalidades, que la población no conoce, en los sistemas de vigilancia que usa el gobierno, que es quien debe garantizar las libertades civiles de sus ciudadanos”. “Este señor”, dijo Nane, “evidentemente podía hacer lo que quería”. “Ahora, dentro de las cosas que este señor hacía, evidentemente había mucha gente que sabía que este señor las podía hacer. ¿Por qué todo el mundo le pedía las cosas a Astesiano? ¿Por qué el de Vertical Skies le pide a Astesiano que investigue a dos senadores? ¿Por qué el policía le manda la información de gurises del liceo? ¿Por qué alguien le manda el accidente de Marcelo Abdala? Porque sabían que se lo podían mandar a Astesiano. Sabía el policía, sabía el que vio el choque de Abdala, sabía el de Vertical Skies; había un montón de gente que sabía que si tenía información o quería cierta información tenía que contactar a Astesiano”, explicó.

“El tipo cumplía un rol no formal más allá de su rol formal. Entonces, ahora decirle ‘personaje’, desmarcarse, no asumir responsabilidades políticas por un puesto que es de una altísima confianza política, es, por lo pronto, irresponsable”, dijo en un cuestionamiento a las declaraciones en ese sentido de miembros del oficialismo.

“Claramente hay responsabilidades formales en el caso Astesiano que las determinará la Justicia, pero hay otras patas de investigación. Había tres celulares, ¿dónde están los otros dos? ¿Se cumplió la cadena de custodia de la prueba? ¿Cómo llegó el tipo a borrar [información]? ¿Lo que se recuperó fue todo?... ¿si la gente involucrada en la causa era la que tenía que cuidar la prueba?”, preguntó.

Nane señaló que “acá claramente hay responsabilidades políticas que no terminan en el Ministerio del Interior” sino que abarcan a la Presidencia, “pero el FA es cuidadoso de la institucionalidad y todas las acciones que hagamos van a ser en el marco del cuidado de la democracia, a la que nos debemos”. De todas formas, con respecto al Ministerio del Interior, dijo que hay “serios problemas con la respuesta de pedidos de informes” que realizan los parlamentarios.

Pero para la senadora, “no es Astesiano solamente” el problema, sino que a partir de su caso “emergen un montón de cosas que son un peligro para la democracia”, porque “cuando ponés en contexto que eso pasa y que no sabemos dónde está la información de todos nosotros ni quién la cuida ni por cuánto tiempo ni en qué contexto, tenemos un problema serio con las libertades civiles”.