“El Frente Amplio (FA) va a hacer una reforma de la seguridad social y probablemente el 2 o 3 de marzo [de 2025] estaremos convocando a los trabajadores organizados, a los empresarios organizados, a los jubilados organizados y a todos los partidos para hacer la reforma con el pueblo, con la gente, con los partidos, no de espaldas a los trabajadores, con los trabajadores”, dijo el presidente de la fuerza política, Fernando Pereira, el domingo pasado en ocasión del cierre del Congreso del Movimiento de Participación Popular.
El comentario de Pereira fue en respuesta al presidente de la República, Luis Lacalle Pou, que días atrás dijo que en el FA “están deseando” que se apruebe la reforma que está en discusión actualmente en Diputados para no tener que encarar el tema en un eventual nuevo gobierno.
Y es que la coalición de izquierda manifestó su oposición al proyecto por entender que implica básicamente que los trabajadores deberán trabajar más años para cobrar menos que lo que se cobra hoy una vez que se jubilen. Semanas atrás, el FA resolvió poner en marcha un plan de acción en contra de la reforma que impulsa el gobierno, con base en la movilización territorial, con actividades en todo el país. Más recientemente aprobó en sus órganos de dirección adherir a la movilización que habrá el próximo jueves en el marco del paro general contra la reforma promovido por el PIT-CNT. También está previsto que el próximo fin de semana haya una jornada con varios puntos de encuentro para promover el debate y repartir volantes.
la diaria conversó con Álvaro García, encargado junto con Ricardo Ehrlich de la Comisión de Programa, además de exministro de Economía y Finanzas y exdirector de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto. Indicó que el programa de gobierno rumbo a las elecciones de 2024 aún está “en elaboración” y que “va a estar pronto en diciembre de este año”, y entre las unidades temáticas hay una de seguridad social. De todas formas, para conocer qué cambios habría que aplicar, primero hay que esperar a ver qué se aprueba, si es que se hace, en esta legislatura.
Según explicó, la referencia de Pereira implica “un hecho sustancial que es la diferencia de filosofía a la hora de encarar las reformas necesarias para el país, que es en la participación de los involucrados”. Señaló que ni esta reforma del sistema previsional ni la que se está llevando adelante en la educación incluyeron “voluntad real” de que participen “quienes son los protagonistas”, y que el FA, de llegar al gobierno, haría una modificación siguiendo esa lógica.
García indicó que, “pese a que hay que esperar” para conocer fehacientemente qué es lo que se aprobará en el Parlamento, “uno puede vislumbrar que la reforma que pueda salir va a ser incompleta”, lo que tendrá que ser evaluado en la Comisión de Programa. “La información nueva va a ser bien relevante a la hora de elaborar los documentos que se van a presentar a la discusión de todo el FA”, apuntó. De todas formas, consideró que la reforma en debate es incompleta, en primer lugar, por el “alcance”, ya que “se focaliza sólo en el gasto y no analiza una oportunidad de mejora que puede haber en materia de ingresos”.
En segundo lugar, señaló que se trata de “una reforma del sistema jubilatorio que no alcanza a la previsión social en general, por ejemplo a la atención a la primera infancia y al tema de los cuidados”. Pero, además, consideró que, así y todo, “a largo plazo no tenemos la certeza” de que la reforma propuesta por el gobierno “solucione el problema fiscal”, uno de los principales ejes del proyecto de ley. En este sentido, dijo que para el corto plazo “lamentablemente el gobierno eligió hacer el ajuste mediante la reducción de sueldos y, por lo tanto, de las jubilaciones”.
“Lo más probable es que salga esta reforma parcial, negativa en muchos casos e incompleta en otros, y por eso la necesidad de estar atentos a las acciones que se tomen en un eventual futuro gobierno del FA”, en caso de que gane las elecciones.
En definitiva, aseguró que una reforma de la seguridad social es necesaria, pero que “no es esta” que plantea el gobierno sino que debe “mirar todo el universo, tanto de gastos como de ingresos, abarcar a toda la seguridad social y no sólo al universo jubilatorio, y tratar de tocar otros privilegios que existen”, ya que “en el caso de que se apruebe” el proyecto actual persistirán “diferencias muy importantes entre las diferentes cajas”. “Vemos positivamente que se vaya a un sistema único, pero esa transición es muy larga y seguirá habiendo diferencias por mucho tiempo, sobre todo con la Caja Militar”, concluyó.