El presidente Luis Lacalle Pou utiliza los primeros días de marzo para dar respuesta a algunos pedidos de entrevistas; así como estuvo en la radio y en la televisión en Uruguay, este martes conversó por teléfono con el periodista argentino Eduardo Feinmann en su programa de radio Mitre. Lacalle afirmó que muchos argentinos han decidido mantener en Uruguay su residencia oficial y que esto se debe a la “certidumbre” que puede ofrecer el país.

“Muchos de los argentinos que están en Uruguay hoy ya tenían su casa de veraneo. Uruguay tuvo mecanismos de atracción respecto a la residencia, a las inversiones, y eso creo que de alguna manera pudo haber estimulado a gente que ya tenía un vínculo importante con nuestro país a radicarse”, explicó el mandatario. Agregó que es notoria la cantidad de argentinos que están viviendo en Montevideo, en particular en Punta del Este: “Y creo que están muy contentos”, estimó.

Para Lacalle Pou, Uruguay “es un país de puertas abiertas para gente que quiera venir a desarrollarse, vivir en paz, encontrar certidumbre. Todos, cuando pasamos a adultos, empezamos a querer planificar a largo plazo, sobre todo cuando tenés familia, y Uruguay es un país que por suerte genera certidumbre y lo ha demostrado en estos 40 años de democracia continua, en los que han gobernado tres partidos y hay cosas que se mantienen estables, y eso genera confianza”.

El periodista argentino le preguntó “cómo hizo para bajar los impuestos”, en referencia al anuncio que el mandatario hizo el 2 de marzo con respecto a los cambios en el IRPF, el IASS y el IRAE para pequeñas y medianas empresas. Lacalle Pou le aseguró que lo hizo porque era “un compromiso electoral, y eso ya alcanzaría”, aunque agregó que asumió esa promesa sabiendo que era algo condicionado a que el crecimiento del país lo permitiera.

Al igual que lo ha hecho en Uruguay, Lacalle Pou sostuvo en la radio argentina que estos cambios beneficiarán a la clase media, que no recibe ayuda del Estado, y que permitirán un movimiento en la economía barrial.

“Asumimos el gobierno en marzo de 2020 con déficit de 5%, desempleo de 10,5%, crecimiento escaso, teníamos una inflación razonable, bastante baja, y teníamos la obligación de equilibrar las cuentas públicas y para eso votamos una regla fiscal”, explicó el presidente. Recordó que la pandemia fue un momento de “desequilibrio económico” y destacó que el equipo económico separó los “gastos estructurales” del Fondo Covid, y de esa forma se pudo “en lo estructural ahorrar”.

A diferencia de la estrategia que siguió Alberto Fernández en Argentina, Uruguay no impuso una cuarentena obligatoria, algo que para Lacalle Pou fue clave porque permitió que no se “apaguen los motores de la economía”. El presidente recordó que, también en línea contraria a lo que se hizo en el vecino país, en Uruguay no se crearon nuevos impuestos por la pandemia, sino que se les impuso una colaboración de tres meses a los salarios públicos y políticos más altos.

Política exterior

Lacalle Pou también fue consultado por su estrategia de política exterior, en particular la relacionada con el comercio, y según el mandatario se puede resumir en tres “ejes fundamentales”: el tratado de libre comercio con China, las conversaciones con Turquía para avanzar en acuerdos bilaterales, y la posibilidad de ingresar al Acuerdo Transpacífico (CPTPP).

Sobre China dijo que se “está avanzando” pero no a la velocidad que quisiera, aunque se sabe que “los procesos de esos países gigantes son distintos de los nuestros. Nosotros estamos para firmar mañana”. De todas formas, señaló que hay “presiones legítimas de los vecinos del Mercosur, básicamente de Brasil y Argentina, para que Uruguay no avance unilateralmente”.

Sobre el desencuentro con Fernández por este tema, Lacalle repitió que Uruguay siempre ha dado a conocer su postura sobre la necesidad de abrirse al mundo. Entiende que cada país tenga sus intereses, pero se hace notorio, a su parecer, que “no hay una voluntad urgente de avanzar con acuerdos con otros países y Uruguay sí la tiene”. En este sentido, remarcó que lo que interesa es el acuerdo, Uruguay intentará conseguirlo, pero si, por ejemplo, Brasil lo obtiene antes, su gobierno se sumaría.

El periodista argentino le preguntó sobre la “ola populista” y sobre el “socialismo del siglo XXI”. Lacalle Pou opinó que no cree en “olas ideológicas” porque no hay “homogeneidad” en las sociedades: “Cada país tiene su propia idiosincrasia”.

Con respecto al socialismo, señaló que Uruguay es uno de los partidos con más historia y, aunque está de acuerdo “en muy pocas cosas con ellos”, admitió que tienen una vocación democrática, por lo que a su entender no sería correcto agrupar bajo el término 'socialismo' a gobiernos como los de Venezuela, Cuba o Nicaragua. En este sentido, retomó lo dicho en la última reunión de los gobiernos de la región, donde insistió que además de condenar los atentados a la democracia en Brasil, no se debería medir con una vara distinta la democracia en los países del Caribe.