Uno de los aspectos que más se esperaba conocer del discurso del presidente Luis Lacalle Pou en el Parlamento este año era cómo se iba a aplicar el anunciado “alivio tributario”, que tiene tres aristas principales: los cambios en el IRPF, que aplica a los asalariados; los cambios en el IASS, que afecta a las jubilaciones; y los cambios en el IRAE ficto que pagan las micro y pequeñas empresas.

¿Cuáles son los cambios en el IRPF?

Para dar respuesta a esa pregunta es necesario entender cómo funciona el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas. El IRPF es un impuesto que se le cobra a cada persona en función de sus ingresos y de su situación personal.

Cada persona va a pagar según lo que haya ganado en un año, y no sólo se habla de lo ganado a través del salario, sino también si ha obtenido subvenciones, rendimientos de productos financieros o si obtiene rentas por tener inmuebles en alquiler.

Hay franjas por las cuales, a medida que se gana más, se paga más por el impuesto. A todos los que ganen hasta 39.620 pesos, el valor del mínimo no imponible actualmente, no se les cobra nada. De ese monto hasta los 56.600 se les cobra 10% de lo ganado y así van aumentando las alícuotas por franjas, hasta llegar a quienes ganan más de 650.901, que deben aportar, por lo que cobren por encima de ese monto, 36%.

También existen deducciones, es decir, hay motivos por los que se le reduce a la persona la cantidad de IRPF que tiene que pagar: por ejemplo, por cada hijo menor a cargo, por el pago de alquiler o cuota hipotecaria de la vivienda, por determinadas donaciones o aportes a planes, entre otros. Esta es la clave para entender los cambios que propuso Lacalle Pou.

Hasta ahora, los que tienen ingresos líquidos por hasta 60.500 pesos podían realizar deducciones por 10%. Con el cambio, esta franja podrá deducir hasta 14% de lo que tenía que pagar.

Otro cambio está relacionado con las deducciones que se pueden hacer por tener hijos menores a cargo. Hasta ahora, por cada hijo una persona podía deducir hasta 73.580 pesos anuales (13 BPC), y con el cambio podrá deducir hasta 113.200 pesos anuales (20 BPC). De todas formas, si la persona tiene ingresos por hasta 60.500 pesos no podrá deducir más de ese 14% explicado anteriormente y si tiene ingresos superiores, no podrá deducir más de 8%, que es lo que está vigente hasta ahora.

Otra forma de deducir el impuesto es por el pago de un crédito hipotecario, que depende de cuánto haya salido la vivienda. Hasta ahora debe ser de un valor menor a 109.000 dólares al momento de adquirirla, pero con el cambio podrá haber salido hasta 137.500 dólares. De todas formas, el tope de deducción que se puede hacer por el préstamo hipotecario sigue siendo de 203.760 pesos anuales.

El cuarto anuncio está vinculado con el alquiler de vivienda que pueden descontar las personas del pago del IRPF; ese porcentaje de deducción se aumentó de 6% a 8%.

¿Cuáles son los cambios en el IASS?

El Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social (IASS) también es anual y se paga según los ingresos que tiene una persona por sus jubilaciones, pensiones y/o prestaciones de pasividad. Al igual que el IRPF, funciona mediante franjas: cuanto más se gana, más se paga.

Quienes tengan ingresos por 45.280 pesos o menos no tienen que pagar este impuesto, y la tasa va subiendo hasta quienes ganan más de 283.001 pesos, que deben deben aportar, por lo que cobren por encima de ese monto, 30%.

El cambio anunciado por el presidente implica, en el caso del IASS, un aumento del monto mínimo no imponible de 8 a 9 BPC, por lo que pasará de 45.280 a 50.940.

Al igual que en el caso del IRPF, quienes paguen alquiler podrán deducir de este impuesto hasta 8%.

¿Cuáles son los cambios para las micro y pequeñas empresas?

Lacalle Pou también anunció cambios en el Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas (IRAE) ficto que pagan las micro y pequeñas empresas. Hasta ahora era un impuesto fijo, que se debía pagar apenas se pasaba de la franja, pero la propuesta, ya aprobada por decreto para que entre en vigencia a partir de enero de 2023, apunta a que pase a funcionar en un esquema de franjas progresivas.

Hasta ahora las empresas con rentas puras de trabajo o de capital pagan una tasa fija de 13,2% cuando los ingresos anuales son menores a los dos millones de unidades indexadas (UI), unos 285.000 dólares; entre los dos y los tres millones de UI se paga 36% y de tres millones de UI en adelante se paga 48%.

Con el cambio planteado por el presidente, habrá nuevos valores de franjas y tasas, que además dejarán de ser fijas y pasarán a ser progresivas. La diferencia radica en que cuando se aplica una tasa fija, no importa cuánto se pase de la franja, automáticamente se empieza a tributar el porcentaje que corresponda por el total. Al aplicar una tasa progresiva se deberá tributar el porcentaje de IRAE ficto a partir de cada franja: hasta un millón de UI, 12%, de uno a dos millones de UI, 15%; entre dos y tres millones de UI, 48%; y a partir de tres millones de UI, 60%.

Por ejemplo, una empresa con ingresos anuales de 2.500.000 UI tendrá que pagar una tasa de 12% por el primer millón, una tasa de 15% por el segundo millón y una de 48% por el medio millón restante.

Además, hay otros dos cambios que afectan a las pequeñas y medianas empresas. Actualmente, las pequeñas empresas que un año obtengan un ingreso de más de 305.000 UI automáticamente salen de su categoría y entran en el régimen general de tributación por lo menos por dos años. El cambio presentado por el mandatario implica que estas empresas que se excedan volverán a su categoría en el ejercicio siguiente.

Otro cambio afecta particularmente a las pequeñas y medianas empresas del sector agropecuario. Si estos productores tienen menos de dos millones de UI de ganancia, pueden optar entre pagar el Impuesto a la Enajenación de Bienes Agropecuarios o el IRAE; con el cambio propuesto por el gobierno, se elevará ese monto a dos millones y medio de UI.