En el marco de la rebaja impositiva de 150 millones de dólares anunciada días atrás por el presidente Luis Lacalle Pou ante la Asamblea General se modificó -mediante un decreto- el Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas (IRAE). Según la infografía oficial, las modificaciones van a beneficiar a unas 26.600 pequeñas empresas.
Sin embargo, Gustavo Viñales, docente de la Maestría en Tributación de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración de la Universidad de la República, advirtió sobre un error de diseño que implicaría que en algunos casos el impuesto aumente, a contramano de lo anunciado por el gobierno. El miércoles, una semana después de la publicación del primer decreto, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) corrigió el error con un nuevo decreto.
Antes de la modificación, las micro y pequeñas empresas tributaban el IRAE ficto con un esquema de franjas fijas. Por ejemplo, las empresas con rentas puras de trabajo o de capital pagan una tasa fija de 13,2% cuando los ingresos anuales son menores a los dos millones de unidades indexadas (UI), unos 285.000 dólares; entre los dos y los tres millones de UI se paga 36% y de tres millones de UI en adelante se paga 48%.
Ahora el gobierno estableció un esquema de franjas progresivas, por lo que las empresas tributarán un porcentaje del IRAE ficto en función de cada franja: hasta un millón de UI, 12%, de uno a dos millones de UI, 15%; entre dos y tres millones de UI, 48%; y a partir de tres millones de UI, 60%. Por ejemplo, una empresa con ingresos anuales de 2.500.000 UI tendrá que pagar una tasa de 12% por el primer millón, una tasa de 15% por el segundo millón y una de 48% por el medio millón restante.
El problema, indicó Viñales en Twitter, estaba en las empresas que facturan anualmente entre 1.700.000 y 2.000.000 de UI, que “pagarán más con el nuevo sistema de liquidación”. El experto aclaró que el aumento no era significativo, “pero conceptualmente debería corregirse” si lo que se pretende es un beneficio respecto de la situación actual.
Con base en una serie de proyecciones, a las que tuvo acceso la diaria, una empresa con ingresos anuales de 1.800.000 UI pagaba 59.400 pesos por IRAE en el esquema anterior, esto es, una tasa efectiva de 3,3%. En cambio, en el nuevo esquema, la misma empresa con la misma facturación pagaría 60.000 pesos por IRAE, una tasa efectiva de 3,33%. En el resto de las simulaciones se observa una disminución de la tasa efectiva, que es más acentuada en las empresas de mayores ingresos.
En diálogo con la diaria, Viñales recalcó que en el tramo de ingresos de 1.700.000 y 2.000.000 de UI las empresas “van a terminar pagando más hoy que lo pagaban con el régimen anterior”. “No es mucho, es poca plata, pero es claramente un error de diseño si lo que querían era que efectivamente todos pasaran a pagar menos”, señaló.
A modo de solución, Viñales indicó que debería considerarse una alícuota de 14% en la segunda franja, la que va desde 1.000.000 a 2.000.000 de UI, en lugar de una alícuota de 15%, como establecía el primer decreto. Esto fue efectivamente lo que hizo el segundo decreto, publicado el miércoles. El subsecretario del MEF, Alejandro Irastorza, dijo a la diaria que el error de diseño “quedó subsanado” con la publicación del nuevo decreto, aunque puntualizó que, de todos modos, “no era algo material”.
Por otra parte, Viñales comentó que “el cambio en el sistema de liquidación del IRAE ficto a un régimen progresional es compartible”; de hecho, afirmó que “se debería rediseñar con esa lógica a todos los regímenes simplificados”.