Los diputados del Partido Nacional (PN) están de reunión en reunión para tratar de llegar a un consenso sobre el famoso proyecto de tenencia compartida, que finalmente se votará en la cámara baja el 19 de abril, luego de que su tratamiento se aplazara una semana. Este miércoles, incluso, para intentar acercar posiciones también participó en la reunión la senadora Graciela Bianchi, coordinadora de la bancada nacionalista del Senado, quien además impulsó el proyecto inicial.

Uno de los diputados blancos que tienen dudas sobre la iniciativa es Álvaro Viviano, de Por La Patria, quien señaló a la diaria que el ambiente de discusión “fuertemente contaminado por seguridad social” no era bueno para votar el proyecto esta semana, pero además “no estaban las mayorías necesarias para aprobarlo”. Por lo tanto, subrayó que este parate abrió un nuevo proceso, que será “de confirmación del texto que vino de la comisión o la negociación de algún texto alternativo que permita que más voluntades lo impulsen”.

Viviano dijo que sigue teniendo dudas sobre el proyecto, pero recordó que, como dijo “desde el primer día”, de todos modos lo respaldará porque confía en el trabajo de sus compañeros de la comisión que estudiaron la iniciativa. Agregó que esa determinación la tomó la denominada “bancada chica” nacionalista, es decir, los ocho legisladores blancos que no son de sectores lacallistas. “Independientemente de algunas dudas, vamos a acompañar este proyecto tal cual vino. No obstante, dada, eventualmente, la posibilidad de introducir alguna mejora, fundamentalmente en el artículo 4, por supuesto que nos subimos a esa posibilidad”, destacó. El artículo 4 es el que habilita al juez a mantener el régimen de tenencia compartida y las visitas aun cuando existen medidas cautelares contra un progenitor. Viviano aceptó que a la actitud de votarlo a pesar de tener discrepancias “se le puede dar el nombre” de disciplina partidaria.

“Tengo que acompañar al presidente”

Por su parte, el diputado blanco Alfonso Lereté, de Aire Fresco (el sector de Lacalle Pou), subrayó en diálogo con la diaria que en lo general respaldará el proyecto, pero sigue queriendo “enriquecer” el artículo 4, “que ha sido bastante discutido”. Para esto, pone el ejemplo de la incorporación de un agravante para las denuncias falsas en el Código Penal, es decir, el mismo planteo de la diputada colorada María Eugenia Roselló (Lereté subrayó que “en realidad fue una idea de los dos”). El diputado argumentó que “muchas veces el distanciamiento de uno de los progenitores se da en función de denuncias que son falsas, y que generan dos o tres años de alejamiento, y tu hijo o hija crece y no estás cerca de él, cuando se podría solucionar sancionando a quien presentó esa denuncia falsa”.

De cualquier manera, como hasta el momento el oficialismo tiene los votos justos para que se apruebe el proyecto (50), subrayó que “si se llega al extremo” de que su voto es el que decide la suerte de la iniciativa, no va “a ser obstáculo” para que se apruebe, porque tiene “más que la disciplina, la conciencia partidaria, por ser hombre del partido, hombre del sector y de la lista del presidente”. Subrayó que no se debe olvidar que este tema lo manejó en especial Lacalle Pou en la campaña preelectoral y luego, como presidente, lo impulsó. Así las cosas, si bien quiere mejorar el artículo 4, si no lo logra, lo votará si de su mano depende que se apruebe.

“Si el presidente de la República lo respaldó en la campaña preelectoral y después también, es una obligación moral con el compañero presidente apoyarlo, está claro. Si mi voto decide, no puedo darme el lujo de decir que no; tengo que acompañar al presidente”, insistió.

“Eliminar la mayor cantidad de reparos posible”

A todo esto, en la tardecita del miércoles Lereté se reunió en el Parlamento con la diputada Roselló, quien lidera las negociaciones sobre el tema en Ciudadanos, como ya lo habían hecho anteriormente. Cuatro de los ocho diputados de ese sector colorado están en contra del proyecto. Luego del encuentro, Roselló le dijo a la diaria que el estado de situación es el mismo que en las horas previas, pero la diferencia es que hay “un eventual acercamiento”, que es lo que Ciudadanos estaba pidiendo, porque querían que se estudiaran los cambios que propusieron y “poder negociar algún tipo de modificación”, por ejemplo, en el artículo 4, en el sentido de que no todas las medidas cautelares sean revisadas sino “aquellas que no suponen un riesgo a la integridad física de los niños, niñas y adolescentes”. Roselló resaltó que tiene “esperanza” de que puedan llegar a un acuerdo.

La legisladora dijo que si no llegan a acordar con el PN analizarán la situación otra vez, no sólo en la bancada de Ciudadanos sino también con los demás legisladores colorados, y señaló que lo que modifica el proyecto original “no soluciona el problema de fondo, y es mucho más dañina la solución planteada que el problema real”. Además, resaltó que Ciudadanos no se plantea plazos para tratar de arrimar posturas, por lo tanto, todo puede cambiar incluso una hora antes de entrar a votar el próximo miércoles. Por su parte, Lereté dijo que la reunión con Roselló implicó que “hay una luz verde para conversar, se retomó el diálogo”, pero nada más.

A su vez, el diputado blanco Juan Martín Rodríguez dijo a la diaria que en el PN siguen abocados a colaborar en la redacción de un texto, en particular de los artículos que tienen algunos reparos –como el 4, pero también el 6–, para poder lograr los consensos suficientes para que sea aprobado. “Hay que trabajar para procurar eliminar la mayor cantidad de reparos posible. Capaz que en algunos casos se eliminan fácilmente, y aquel que hoy está decidido a votar, al mejorarse la redacción, ya no solamente está de acuerdo sino que está convencido de hacerlo. Yo soy de los que lo van a votar, y lo votaría tal cual vino del Senado. Más allá de eso, voy a trabajar para la construcción del texto que trate de congregar el mayor de los consensos”, finalizó.