El comandante en jefe del Ejército, Mario Stevenazzi, consideró que las edades de retiro dispuestas en la reforma de la seguridad social son “demasiado elevadas para cumplir con las actividades profesionales militares que implica cada jerarquía”. No obstante, destacó que esta nueva norma permite al personal subalterno “elevar el porcentaje del monto de retiro previsto en la ley actual, dándole la posibilidad de alcanzar mejores tasas de reemplazo”.

Durante su discurso, en el marco del Día del Ejército Nacional, Stevenazzi explicó que el Ejército Nacional es una “institución vertical”, que “quienes desean ser oficiales ingresan a través de un concurso y existe un proceso de evaluación permanente hasta su retiro, debiendo cumplir con determinados requisitos físicos y de capacitación para continuar en servicio o ir ascendiendo”. En esa línea, dijo que entre el personal subalterno, una vez que ingresa por contrato, “quien posee el deseo, la voluntad y actitud requerida” puede ascender a través de la aprobación de cursos obligatorios, pero en “todos los casos requiere tiempos mínimos regulados”, y “en este sentido los años para el cálculo de su tasa de reemplazo juegan un papel fundamental en su retiro final”.

“Difícil resulta separar la situación de ‘actividad’ desde el punto de vista salarial de la situación de retiro porque claramente la ‘tasa de reemplazo’ tiene directa vinculación con los haberes percibidos en los años que se consideren”, sostuvo el comandante en jefe.

De todas formas, Stevenazzi agradeció los esfuerzos que se han hecho en “momentos de dificultad para el país” para mejorar “los haberes” de los efectivos. “Mantenemos la esperanza de que se pueda seguir trabajando en este sentido”, agregó.

Stevenazzi también se pronunció en contra de las “propuestas públicas” que se han presentado para reducir el Ejército en “algunos casos hasta con ideas casi jocosas, por no decir ‘simples’”, y todo esto a pesar de que los soldados trabajan un “promedio semanal superior a las 60 horas de trabajo”. “Tampoco parece real el concepto de ‘para qué queremos Ejército si nunca vamos a entrar en guerra’; depende de lo que se llame ‘guerra’, basta mirar para el costado o un poco más lejos para contestar esto”, agregó.

“Un discurso muy profesional”

Consultado sobre las palabras del comandante en Jefe del Ejército, teniendo en cuenta el artículo 77, numeral cuatro de la Constitución, que establece que los militares en actividad no pueden “ejecutar” actos de carácter político, el ministro de Defensa Nacional, Javier García, dijo que se trató de “un discurso muy profesional, muy representativo de las cosas que se están haciendo” tanto en “el tema salarial, con el reconocimiento a lo que significan los aumentos que se fueron dando al personal, empezando por los de menor grado, y después sobre la modernización”. Sobre este último punto dijo que, en el caso del Ejército, se está trabajando en “el reemplazo de los blindados”.

Ello, resaltó el ministro, “en una circunstancia donde tenemos que mirar muy bien las inversiones por todas las limitaciones que tiene el país a partir de los hechos que supervinieron”, como “la pandemia, la sequía”.