El lunes la Mesa Política de Cabildo Abierto (CA) resolvió, por mayoría, seguir en la coalición de gobierno, pero su presidente, el senador Guillermo Domenech, fue uno de los que se manifestaron partidarios de abandonar el gobierno, dejando todos los cargos que ocupa CA en el Poder Ejecutivo. Puso, incluso, su banca como senador a disposición al fundamentar su postura.

Este martes, Domenech dijo que si bien el pedido de renuncia a Irene Moreira por parte del presidente fue “jurídicamente” legítimo, “políticamente no lo es, porque si estamos en coalición no hay un presidente que pueda decidir por sí y ante sí lo que se le ocurre, sino que tiene que pactar con los socios. No somos los vasallos de un rey feudal, estamos en condiciones de igualdad”.

En entrevista con En perspectiva, de Radiomundo, aseguró que “la realidad política del país es que el presidente no tiene votos para sostener un gabinete en el Parlamento y necesita una coalición”, por lo que “si necesita una coalición no puede arbitrariamente decidir asuntos que afectan al resto de los partidos, tiene que hacerlo con el consenso de los partidos”.

Insistió con que el pedido de renuncia “fue una medida unilateral del presidente, que me parece que no ha tenido en cuenta que para ejercer el poder desde la presidencia es necesario tener el consenso de los restantes partidos porque no tiene los votos necesarios”, se quejó, y lamentó que los partidos tradicionales “siguen empeñados en una política que los aleja de la gente”.

Afirmó que el de Luis Lacalle Pou “no puede ser un gobierno del Partido Nacional, porque no es el gobierno del Partido Nacional, es el gobierno de una coalición, entonces no se pueden tomar medidas de esa importancia política sin que los socios de la coalición estén de acuerdo”.

Además, aunque dijo que no tiene elementos para afirmarlo, señaló que “mucha gente dice” que la noticia de la adjudicación de una vivienda a una cabildante por parte de Moreira “fue una operación política; yo no puedo afirmarlo”.

Explicó que su postura de irse del gobierno implicaba abandonar los cargos en el Poder Ejecutivo, “porque esto no es por cargos, es por principios”. Contó que puso a disposición su banca en el Senado y descartó que la decisión de mantenerse en el gobierno haya sido para seguir en los cargos.

Domenech dijo que en su momento tuvo “la esperanza de que dentro de la coalición podíamos cambiar la pisada, pero hasta el momento no hemos podido”, en referencia a que, a su entender, los partidos tradicionales y el Frente Amplio (FA) “tienen el mismo plan económico: grandes empresas, sindicatos que negocian con esas grandes empresas y que eso que genere mano de obra, y ahí tenemos el modelo concentrador de la riqueza”.

Dijo que, en cambio, cree que “hay un tercer camino, un camino de independencia respecto de esos dos bloques que han encerrado a Uruguay en una falsa dialéctica”, por lo que, a su entender, irse de la coalición no implicaba “necesariamente votar con el Frente”. Pero pidió que “si tenemos que apoyar a los señores ministros del Poder Ejecutivo, que seamos consultados”.

Si bien no quiso dar nombres, dijo que “es claro” que debieron caer otros ministros del gobierno: “Todos tenemos presentes los casos”, sugirió ante la consulta de si se refería a Francisco Bustillo (cancillería) o Luis Alberto Heber (Ministerio del Interior). Insistió con que el de Lacalle Pou “tiene que ser un gobierno que funcione con el consejo de los partidos, sobre todo los que tienen el respaldo del gabinete”.

Deslizó que el tema de la seguridad pública “no ha sido resuelto como la gente esperaba”, algo que es “bastante claro: es una dificultad que tiene el gobierno”, y mencionó también otros problemas, en particular “el problema del endeudamiento, un problema que está candente”. Sobre la dificultad de llegar a un acuerdo entre los partidos de la coalición en torno a un proyecto de ley, dijo que “se están tocando intereses muy importantes, de los prestamistas”, y que en parte del oficialismo “se tiene la visión de que no se puede tocar los intereses de esos actores, y eso nos parece que es una situación a revisar”.

Sobre la posibilidad de que CA pueda interpelar o incluso censurar a ministros del gobierno, dijo que “no está nada descartado”. “CA siempre ha tenido esa actitud distinta y rebelde, porque la situación merece que se tenga rebeldía. Si uno ve que un país durante 50 años va en determinada senda y esa senda no nos coloca en la ruta de la prosperidad, ve a las clases medias rebajarse sus niveles de vida, ve que aparecen 650 asentamientos, con plena pandemia aparecen 500.000 personas trabajando en negro, hay que cambiar la pisada, hay que hacer algo distinto”.

En ese sentido, opinó que muchos de los cabildantes que votaron para seguir en el gobierno consideran que “los partidos de la coalición tienen que despertar y darse cuenta de que por este camino vamos mal. Tenemos que quedarnos para demostrar que por este camino… Mucha gente piensa que si nosotros nos vamos del partido nos incorporamos al FA; nada que ver, tenemos que buscar otra senda, y esa senda es la del apoyo a la pequeña y mediana empresa, tratar de destrabar todas las dificultades que padecen este tipo de empresas… Si no vamos a terminar siendo todos proletarios de una multinacional”.

Nuevo ministro de Vivienda

Sobre quién será el nuevo titular del Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial, Domenech consideró que hay que “hacer un compás de espera y ver qué pasa”, ya que jurídicamente el Poder Ejecutivo debe disponer un nuevo ministro. “Pienso que si el presidente quiere que sigamos en la coalición se lo va a ofrecer a Cabildo Abierto, y ahí veremos”, dijo el senador, quien comentó que hasta el momento no hubo comunicación de Lacalle Pou con el partido.