La Federación de Funcionarios de OSE (FFOSE) denunció que las autoridades del ente llevan adelante una “política improvisada” y una “errada política comunicacional” sobre algo “tan importante y delicado” como el agua potable. En ese sentido, reclamaron a las autoridades de OSE y al Poder Ejecutivo que digan “con claridad si el agua que sale en el área metropolitana es o no potable” porque los comunicados que “sacaron son de carácter ambiguo”.
El presidente de FFOSE, Federico Kreimerman, sostuvo que se deben implementar “soluciones económicas”. “Nos parece un disparate que se diga que se recomienda tomar agua embotellada. ¿Qué pasa si no me es posible consumir agua embotellada?”, se preguntó.
Además, apuntaron que la tarifa debería bajar porque “no se puede cobrar lo mismo por un agua que es de peor calidad”.
Por otro lado, Kreimerman señaló que solicitaron a la Universidad de la República (Udelar) que se expida sobre los parámetros de la calidad del agua. “Vamos a presentar recursos de amparo para obligar a que se nos dé y se comuniquen los parámetros exactos”, anunció el sindicalista.
Denunció también que “mucha agua” se ha perdido debido a las pérdidas. “Algo más de 40% del agua se pierde; buena parte de esas pérdidas se debe a la falta de inversión”, señaló, y aseguró que el ente vive una “crisis” por el poco personal que tiene.
“Perdimos a unos 1.000 trabajadores desde la última vez que entró gente; sigue vigente la reducción de 67% del personal” establecida por el gobierno en su Decreto 443/022: “Exhortamos a que se modifique eso”.
Por último, desde FFOSE pidieron que se suspenda el proceso licitatorio por el proyecto Neptuno-Arazatí porque “no aportaría a la crisis que hoy estamos viviendo”. Kreimermann expresó que, “de no corregir la pésima gestión”, las autoridades “deberían renunciar”.