El aumento de la salinidad del agua, definido por OSE con el respaldo del Ministerio de Salud Pública, fue tema de polémica durante el fin de semana. En redes sociales tanto actores políticos como de la cultura en general, se quejaron del sabor del agua y manifestaron su preocupación.

La vicepresidenta de OSE, Susana Montaner habló sobre este tema este lunes, en el programa Doble Click, de radio Del Sol. La jerarca dijo que “estamos viviendo un sistema de emergencia, de crisis hídrica muy grande, sobre todo, en el centro y sur del país. Esto trae como consecuencia que nuestras reservas de agua dulce están bajando sostenidamente”, manifestó.

“Estamos en un escenario en el que si nosotros no bombeamos aguas abajo del Santa Lucía, del Río de la Plata y que tiene como consecuencia el aumento de los cloruros y el sodio, no podríamos abastecer el sistema metropolitano de agua continua al 60% de la población”, agregó la vicepresidenta. Asimismo, dijo que si no se abastece de agua por el aumento de la salinidad no sólo habría un problema de abastecimiento sino un “tema sanitario gravísimo”.

Ante los cambios en los parámetros del agua, el Ministerio de Salud Pública (MSP) recomienda para las personas con hipertensión y enfermedades renales, así como las personas que por recomendación médica llevan una dieta restringida en sal, “extremar los controles de presión arterial, no descuidar sus controles médicos y, en caso de ser posible, consumir agua embotellada”.

Al respecto, Montaner dijo que las autoridades de OSE, en conjunto con el MSP, están dispuestas a tomar medidas para asistir a las personas con estas patologías que no tengan los recursos económicos para acceder a agua embotellada. Sin embargo, estas acciones todavía no fueron discutidas. La propuesta de Montaner es que sea un médico tratante quien analice la situación del paciente y disponga si debe tomar agua embotellada. Pero afirmó que esto no puede hacerse “de un día para otro” y acotó que “hay mucha gente que puede dejar de comprar una Coca Cola y comprarse el agua”.

“Esta situación se está dando por el Instituto Uruguayo de Meteorología [Inumet] no puede darnos más de 15 días como plazo de cómo vienen las lluvias y muchas veces cuando nos habla de las mismas no se han dado tal cual; el tiempo es imprevisible”, expresó Montaner. En esa línea, explicó que no se tomaron medidas para la atención de la población en situación de vulnerabilidad porque OSE “no tenía, desde los que saben del tiempo, el diagnóstico de que íbamos a llegar esta crisis”.

En relación a la falta de inversiones de OSE en el pasado para prevenir la situación actual, Montaner dijo que esta administración recibió una compañía que “dejó muchos proyectos, pero ninguna obra que hiciera la diferencia para poder sortear obstáculos como los que estamos viviendo hoy”. “En 2017 un estudio contratado por OSE, decía que para independizar la Costa de Oro, deberían de construirse una represa y una planta potabilizadora y también se habló de Casupá. Cuando llegamos al gobierno en el 2020, eran papeles, no hubo ningún paso para construir ninguna de las obras necesarias para hacer un cambio sustancial”, expresó.

Asimismo, dijo que si esas obras se hubieran iniciado con tiempo podrían haber marcado una diferencia, pero si se hubiesen iniciado en 2020, sobre todo la de Casupá, “terminaría en el 2026 y recién un año después, si no hay déficit, tendríamos la represa llena”. “No tenemos Casupá porque el gobierno anterior no la comenzó”, enfatizó.

Para Montaner la opción era el proyecto Neptuno, en la zona de Arazatí, porque “cuando tenes una crisis hídrica tenemos que ir a aquellas fuentes que tienen mayor caudal y mayor volumen de agua. Y el Río de la Plata obviamente que es una fuente infinita”.