Este martes, en Brasilia, capital de Brasil, tendrá lugar la reunión de presidentes sudamericanos que convocó el mandatario de ese país, Luiz Inácio Lula da Silva. El evento es una especie de “retiro” para conversar sobre la integración regional, y participarán todos los presidentes sudamericanos menos la peruana Dina Boluarte, que asumió en medio de una tormenta política luego de que se promoviera una moción de censura al ahora exmandatario Pedro Castillo por “incapacidad”.
La novedad es la presencia del presidente venezolano, Nicolás Maduro, a quien una parte de sus colegas califican de “dictador”, entre ellos, el presidente de nuestro país, Luis Lacalle Pou. El evento será en el Palacio Itamaraty y Lula prevé conversar uno a uno con los mandatarios para luego tener un par de sesiones en las que habrá oratoria de los presidentes y, más tarde, se abrirá el debate informal sobre qué integración se quiere para la región.
En el “retiro” Brasil buscará impulsar la reintegración regional mediante el posible relanzamiento de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), de la que Uruguay se retiró al inicio de este gobierno, en marzo de 2020. En aquel momento, la cancillería, comandada por el colorado Ernesto Talvi, había comunicado que apostaba a “alianzas basadas en una institucionalidad fuerte y no en afinidades ideológicas”. Pero en más de tres años pasó mucha agua bajo el puente, y Brasil y Argentina, que también se habían retirado, oficializaron su regreso al bloque el mes pasado. De todos modos, en Uruguay, dentro del oficialismo no sobran expectativas sobre el posible relanzamiento de la Unasur.
El expresidente Julio María Sanguinetti señaló que la ida de Lacalle Pou es para mantener un “diálogo político”. “La idea es no concretar nada porque es un planteo de conversación, así lo definió Lula desde un primer momento. Es un diálogo, no hay una reunión institucional”, apuntó en una rueda de prensa, luego de mantener una reunión con los blancos en el Honorable Directorio del Partido Nacional, donde conversaron sobre alianzas de cara a las elecciones departamentales con los otros partidos de la coalición gobernante.
Para Sanguinetti, el diálogo político “siempre es bueno”, pero en este caso auguró que no se “concretará nada”. “No es un diálogo institucional. Se supone que es un diálogo político”, insistió, sin dar más declaraciones sobre el convite al que citó Lula a sus colegas sudamericanos.
Por su parte, el senador blanco Sebastián da Silva, integrante de la Comisión de Asuntos Internacionales de la cámara alta, dijo a la diaria que no tiene “muchas expectativas” con lo que pueda pasar en el “retiro”, pero cree “en el fomento de las relaciones personales y en los diálogos mano a mano”, porque “los negocios se cierran cara a cara, generando buena relación personal”, y por ese lado “se justifica” la iniciativa.
De cualquier manera, subrayó que no está a favor de la Unasur, porque le parece “una pérdida de plata y de tiempo”. “Latinoamérica está llena de problemas, y una organización de estas características después termina haciendo declaraciones rimbombantes mientras los problemas siguen. Están la [Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños] Celac, la [Organización de los Estados Americanos] OEA, la Unasur, la no sé qué, la no sé cuánto; pero para mí lo más representativo es la OEA”, subrayó.
Da Silva agregó que el hecho de que Lacalle Pou vaya al evento “es un gesto que le hace a Lula”, y a partir de ahí, “en esos intercambios personales, va a poder avanzar en temas tangibles, como el dragado de la laguna Merín y el puente sobre el río Yaguarón”.
“No se puede alentar muchos resultados positivos cuando hay interlocutores que de demócratas tienen poco”
En tanto, el diputado nacionalista Juan Martín Rodríguez dijo a la diaria que “por supuesto que, desde Uruguay, todo lo que sea por el bien de la reintegración es bienvenido”, y por eso participa Lacalle Pou, “además de retribuirle la cortesía al presidente Lula en cuanto a su viaje a Uruguay”. Dicho esto, el diputado señaló que, al haber participantes como el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, “no se puede alentar muchos resultados positivos cuando hay interlocutores que de demócratas tienen poco”.
“Entonces, no nos amputamos las expectativas pero, lamentablemente, hay interlocutores que, en un diálogo entre jefes de Estado elegidos democráticamente, que ejercen el poder de forma democrática en un Estado de derecho, que participe uno de estos individuos que de demócratas tienen poco realmente hace muy difícil que los resultados sean los que uno quisiera”, insistió.
En cuanto al posible relanzamiento de la Unasur, Rodríguez dijo que el presidente de Brasil, desde que asumió, se mostró “sumamente comprometido con la integración regional y con que Brasil vuelva a asumir un rol preponderante, de liderazgo en la región”, pero “cuando querés dotar de fortaleza a un bloque regional, los aspectos de la institucionalidad democrática son la base”; entonces, “llámese Unasur o Z, en cualquier bloque de este tipo tiene que haber un compromiso democrático y no es un tema ideológico”, finalizó.
“Primero, vamos a ver qué es lo que propone Lula”, señaló a la diaria el diputado de Cabildo Abierto Álvaro Perrone. De todos modos, agregó que, personalmente, piensa que la Unasur “es un agrupamiento ideológico que no contribuye a temas comerciales”, y no cree que para Uruguay “eso sea bueno”. Recalcó que se debe analizar los planteos y “ver si a través de reflotar la Unasur aparecen acuerdos comerciales” o si sirve “para cerrar temas que quedaron abiertos, como la deuda de Venezuela con Conaprole”. “Capaz que la Unasur sirve para saldar algunas cuentas. Maduro va a estar, no se puede hacer borrón y cuenta nueva”, acotó.
Por último, Perrone sostuvo que con esta iniciativa el presidente de Brasil busca “el apoyo internacional para contrarrestar el apoyo interno que no tiene en cuanto a las mayorías parlamentarias”.
Caggiani y “el lado correcto de la vereda”
En tanto, el senador del Frente Amplio Daniel Caggiani, que también integra la Comisión de Asuntos Internacionales, dijo a la diaria que la reunión del martes es importante e “histórica, porque hace mucho tiempo que no pueden reunirse casi todos los presidentes de Sudamérica en una misma actividad”. Agregó que también es muy importante que el convocante sea el presidente de Brasil, porque “es un liderazgo que estuvo bastante ausente en los últimos años en el continente”.
“Además, puede arrojar, en la medida en que pueda existir acuerdo en algunas áreas, por lo menos alguna idea o esbozo de la necesidad de recobrar cierto margen de integración regional sudamericana, y eso también es importante”, sostuvo. En cuanto al posible relanzamiento de la Unasur, Caggiani subrayó que “más que el nombre, lo importante es tener una mirada sobre la necesidad de un ámbito que nuclee esfuerzos conjuntos para desafíos que cada vez son más importantes para la región”.
Agregó que si es en el ámbito de la Unasur, “sería importante, porque ya tiene un recorrido y una experiencia importante”, pero, de todos modos, se debe poner foco “en los esfuerzos que tienen que hacer los estados mirando a largo plazo, y no tanto el hoy concreto”. Acotó que también hay que ver si las actuales autoridades de Uruguay, como el presidente y el canciller, Francisco Bustillo, “terminan leyendo adecuadamente el contexto regional para posicionarse del lado correcto de la vereda”.
Por último, Caggiani dijo que le parece que hubiera sido “más acertado” si Lacalle Pou, antes de ir al “retiro”, convocaba a una reunión interpartidaria, tanto con el oficialismo como con la oposición, para “tener una posición de Estado en este tema”, porque es una iniciativa que hace Brasil, “nuestro principal socio comercial, ante la caída de las exportaciones a China”, y es “un jugador global, de las grandes ligas”. Sobre todo, teniendo en cuenta que el gobierno está “en los últimos minutos”, por lo tanto, para el senador “es importante que en estos posicionamientos, que muchas veces involucran miradas de más largo plazo, también pueda haber un sano equilibrio de miradas compartidas”.