En noviembre de 2021 la diputada del Frente Amplio (FA) Cristina Lustemberg presentó un proyecto de ley titulado “Garantías para la primera infancia, infancia y adolescencia”, que se proponía “transversalizar” las políticas en esta área mediante la creación de una especie de coordinación interinstitucional para asegurar que los presupuestos destinados a la atención de niños, niñas y adolescentes se ejecuten con efectividad y se transforme en una “política de Estado”.
La iniciativa es discutida desde entonces en la comisión de Población y Desarrollo, con varias idas y vueltas respecto de su redacción. Sin embargo, este miércoles Lustemberg podría haber dado un paso importante en su objetivo de lograr que esto genere acuerdos partidarios en todo el sistema político: mantuvo un encuentro con el presidente de la República para discutir la iniciativa, en lo que definió como una “muy buena reunión”.
El proyecto, explicó, “no hace otra cosa que darle prioridad política a un tema de tan alta sensibilidad” en “un país como el nuestro, donde nacen tan pocos niños, donde la pobreza se concentra en hogares donde hay niños, niñas y adolescentes”, lo mismo que pasa con las “situaciones de violencia y abuso”.
Se trata, según Lustemberg, de “un problema complejo” en el que “faltan más respuestas desde el Estado, más equipos interdisciplinarios” y, sobre todo, “hay que ordenar las respuestas y la fragmentación que el Estado uruguayo tiene en cómo da las respuestas” para “diseñar una política pública de primera infancia, infancia y adolescencia” que involucre “políticas de trabajo, de vivienda, de educación”. Sobre todo, teniendo en cuenta que en la Rendición de Cuentas de hace dos años se dio una inversión de 50 millones de dólares para primera infancia, monto que ha tenido problemas para ejecutarse.
A la reunión se sumó, más tarde, el ministro de Desarrollo Social, Martín Lema, con quien intercambiaron, según Lustemberg, sobre “programas y políticas que hoy están desarrollando el ministerio, el INAU [Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay], el Ministerio de Salud”, sobre cómo se puede gestionar este nuevo diseño de la gobernabilidad en esta materia. El mandatario, apuntó, “fue muy receptivo a los problemas que le planteamos, a soluciones posibles, y lo va a conversar y a estudiar con todos los datos”.
“Por más voluntad política que tenga un gobierno, hay que cambiar el diseño. Hoy tenemos una burocracia muy instaurada, con mala gestión en algunos sectores”, insistió la legisladora, y explicó: “El Estado se tiene que reformar para ser más eficiente en función de las necesidades que tiene la gente”, por eso, “la ley no crea una burocracia diferente, no crea una institucionalidad diferente, sino que ordena lo que hay en función de las necesidades”.
Para ilustrar la situación, Lustemberg puso un ejemplo: “Una familia que hoy tiene un niño con un trastorno del espectro autista migra entre prestaciones, algunas que vienen por parte del sistema de salud, otras por parte del BPS [Banco de Previsión Social]; eso no puede ser”. O en cambio, “si ese niño también vive una situación de abuso, de maltrato, no puede ser que no haya equipos interdisciplinarios para acompañar a ese niño o adolescente y a esa familia”.
Este jueves se reunirá la comisión para tratar nuevamente el proyecto; en este sentido, Lustemberg aseguró que se seguirá “conversando con los legisladores del Partido Nacional”, que tenían algunos reparos para lograr “que esto sea un acuerdo de todos los integrantes del sistema político”, en el entendido de que es un tema que debe “pasar el gobierno de turno”.
“Seguir complementando acciones para mejorar la política nacional”
En una rueda de prensa tras la reunión, Lema explicó que se le comentó a Lustemberg “que se coordina permanentemente, más teniendo en cuenta lo que fue el incremento en la Rendición de Cuentas centralizado en la primera infancia”, lo que “no impide que de forma estructural se genere ese escenario” en el que las políticas destinadas a niños, niñas y adolescentes no partan “de la voluntad de quienes estén en diferentes lugares o quienes representen a diferentes instituciones”, sino que “desde el punto de vista estructural esté plasmado ese ámbito de coordinación y se pueda exigir dicho ámbito de coordinación”.
En este sentido, se mostró “de acuerdo” en que “sería saludable” un cambio “en el formato de gobernanza, de optimización de políticas y de recursos”, y destacó que desde la oposición se acerquen “planteos de esta forma, con un espíritu constructivo y positivo de querer aportar, de querer sumar, de generar estos puntos de encuentro”.
Si bien desde la cartera se está trabajando “en un plan de primera infancia que tiene que venir para quedarse”, y el gobierno, señaló Lema, “está haciendo una cantidad de cosas”, estas propuestas permiten “seguir complementando acciones para mejorar la política nacional”. Consultado sobre si el proyecto de Lustemberg podría comenzar a aplicarse en lo que queda del período, Lema prefirió no hacer especulaciones puesto que “los tiempos los define el Parlamento”.