En el marco de la sesión de la Asamblea General en conmemoración de los 50 años del golpe de Estado, el senador del Frente Amplio (FA) Óscar Andrade sostuvo que hoy en Uruguay “nadie discutiría” que en una democracia plena no “se incendian libros”. Sin embargo, “tan temprano como en 1955” en Tacuarembó “se prendían fuego” los libros del “gran” escritor de esa tierra Washington Benavides. “Nadie discutiría que en una democracia plena no se asesinan a trabajadores por ir a la huelga”, señaló, y enumeró una serie de asesinatos a trabajadores que se dieron en los años previos al golpe de Estado del 27 de junio en 1973.

También señaló que nadie pensaría que “no se hace espionaje sobre los sindicatos, pero hoy tenemos los archivos de lo que sufrieron los trabajadores de la remolacha de Paysandú, en 1958”. En ese entonces, sostuvo, no había “ni pistas de guerrilla urbana” y, no obstante, “fueron brutalmente reprimidos”. Lo mismo ocurrió contra obreros y estudiantes, recordó.

“¿No es parte de esta historia la que tenemos que interpelar, que colocar arriba de la mesa? Es evidente que hubo un proceso de incremento y de deterioro de las libertades ya a fines de 1967”, apuntó, y agregó que el año siguiente fue “trágico”.

Por ejemplo, dijo, que el 1° de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, “no se pudo hacer” y, “es más”, ese mismo día asesinaron a “una anciana de 63 años”. “Las medidas prontas de seguridad no fueron contra ninguna guerrilla”: “fue una respuesta represiva y autoritaria contra el movimiento sindical y los trabajadores en particular, cerrando la posibilidad de reclamo democrático”, indicó.

En tanto, sostuvo que 1972 también fue “trágico”. En ese marco, dijo, “hace poco recordamos a las 'muchachas de abril' y tuvimos a los mártires de la 20”. Para Andrade, a 50 años del golpe de Estado, hoy “es un día de dolor pero también de heroísmo, porque en el mismo momento en que se ocupaba esta casa, en el corazón de La Teja la clase obrera tomaba la decisión más heroica”.

“Si hay dictadura, hay huelga; hay que ser muy miserable para pensar que esa noche del 27 junio no hubo una respuesta heroica de los trabajadores y el pueblo, que pagaron como nadie. Vaya en [Ramón] Peré y [Ricardo] Medina el saludo a quienes lucharon contra el fascismo”, estableció.

Por último, indicó: “No sé si puede haber conciliación posible entre el torturador y el torturado, lo dudo. Pero en lo que no puede haber conciliación es entre el fascismo y la democracia. Por tanto, un día como hoy es para quienes pusieron la piel, el pellejo, en defensa de la democracia”.