La crisis hídrica que atraviesa Uruguay no sólo tuvo impactos en lo económico y social, también los tuvo en lo cultural. En particular, la situación del abastecimiento del agua de OSE en Montevideo y zona metropolitana influyó en la percepción de las y los ciudadanos sobre la importancia de este recurso y de tener un uso responsable. En esa línea, el diputado del Partido Nacional (PN) Alfonso Lereté presentó el martes en la Comisión de Ambiente de la Cámara de Diputados el proyecto de ley “Uso racional y eficiente del agua potable en edificios públicos y viviendas”, que busca “establecer parámetros” para un “mejor uso de este recurso vital”, según establece el documento en la exposición de motivos.
Lereté contó a la diaria que esta propuesta surge a partir de un conjunto de recomendaciones que hizo la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en la audiencia anual del Agua y Saneamiento, celebrada en Nueva York el 13 y 14 de febrero de este año, para “evitar el derroche del agua”. En total, los expertos de la ONU presentaron diez puntos, de los cuales la delegación uruguaya tomó dos.
Uno de los puntos de los que tomaron nota los uruguayos está vinculado a los sistemas de saneamiento, señaló el diputado nacionalista, y manifestó que “el mundo hoy trata el agua, pero no la tira al mar, al río o a un arroyo, sino que la reutiliza en actividades como el riego para la producción agrícola”. “Ese es el camino que sigue el mundo”, remarcó, y señaló que las expositoras del organismo internacional “fueron muy claras al respecto”.
El segundo aspecto que llamó la atención de Lereté apunta a reducir el uso de agua en viviendas y edificios públicos con el objetivo de generar un ahorro, por ejemplo, por medio del uso de sistemas de grifería que utilicen menos agua para cumplir sus funciones, explicó. En ese sentido, dijo que “desde hace mucho” se comercializan en el país “sistemas que van en esta sintonía”, como la cisterna con dos botones de descarga de agua con diferentes volúmenes.
Precisamente, este aspecto se aborda en el primer y segundo artículo del proyecto de ley. El primero establece que “en todas las construcciones los aparatos sanitarios a ser instalados en los baños deberán ser de bajo consumo de agua, así como los sistemas de grifería”. Y agrega que “los aparatos sanitarios en existencia en las dependencias del Estado que deban ser sustituidas serán reemplazados por aquellos de bajo consumo de agua”.
En tanto, el segundo se refiere a las viviendas particulares y plantea “promover a través de los mecanismos que los organismos del Estado entiendan pertinente la sustitución de los aparatos sanitarios tradicionales por aparatos de bajo consumo”.
En relación con el sistema de saneamiento, el artículo quinto y último del proyecto determina que “en la nueva red de saneamiento, a partir del proyecto que lanzó OSE para 61 localidades del interior, propender a reutilizar el agua resultante del tratamiento correspondiente, en riego u otras necesidades propias del ámbito agrícola”.
Por otra parte, el tercer artículo sugiere “disponer de una campaña de concientización de la población sobre la instalación en las nuevas construcciones de sistemas de bajo y menor consumo de agua potable”. Y el cuarto apunta a “incorporar en los planes de gestión de OSE metas de control, reducción y reparación de las pérdidas ocasionadas en la red de distribución de agua potable, a partir de los nuevos sistemas de grifería a instalar en las viviendas nuevas”.
El diputado nacionalista reconoció que hay muchos aspectos que discutir sobre el proyecto en la comisión, como por ejemplo, si la normativa aplicaría sólo a nuevas construcciones o también para “lo que ya está instalado”, así como otros aspectos que deberán trabajarse en consulta con organismos estatales y privados. No obstante, Lereté remarcó su convencimiento de que este es un tema que se debe abordar, porque, sobre todo a la luz de la crisis hídrica, quedó de manifiesto que el agua no es un recurso infinito.
Lereté sostuvo que recomendó a la comisión consultar al Congreso Nacional de Intendentes, porque “todo lo vinculado con las habilitaciones urbanísticas de obra es normativa departamental y municipal”, a las autoridades del Ministerio de Ambiente y a la compañía estatal OSE, así como a representantes de la Cámara de la Construcción del Uruguay y la Sociedad de Arquitectos del Uruguay. Y, “a partir de allí, tener la mirada pública, privada y después laudar”, expresó.
El diputado del PN señaló a la diaria que la iniciativa “tuvo buena recepción” en la comisión y fue “valorada positivamente” por los legisladores de todos los partidos que la integran. “Ahora depende un poco de la comisión el ritmo que le vaya a dar a este tema a los efectos de poder avanzar”.