Fue aprobada este miércoles en el Parlamento, en carácter de grave y urgente, la creación de un Fondo de Emergencia Hídrica. El proyecto de ley, presentado por el Poder Ejecutivo, recibió el apoyo del oficialismo y la oposición en ambas cámaras. Sin embargo, durante su tratamiento se reeditó la discusión en torno a la gestión de la crisis hídrica que atraviesan Montevideo y la zona metropolitana.
Al igual que en la pandemia, el fondo tiene como cometido “encapsular” los “gastos extraordinarios” que el gobierno disponga producto de la situación “que padece nuestro país”, informó en la cámara baja Iván Posada, diputado del Partido Independiente. Señaló que “es notorio” que la falta de agua potable “tiene impactos sanitarios y económicos” en la población, sobre todo, en “aquellos sectores más vulnerables”.
Según la exposición de motivos del proyecto, el fondo procura “atender, prevenir y mitigar los efectos negativos que la emergencia hídrica genera en la salud pública, el mercado de trabajo y la economía nacional”. Su administración le corresponderá al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y podrá recibir fondos de organismos internacionales de crédito, así como “donaciones” y “aportes” de Rentas Generales.
El diputado del Partido Colorado Conrado Rodríguez lo definió como “un nuevo instrumento” creado para “una situación excepcional”. “Creo que estamos dando un paso firme en poder ayudar a miles de uruguayos”, manifestó.
Aunque con reparos, el Frente Amplio acompañó la iniciativa del gobierno. El diputado frenteamplista Felipe Carballo dijo que “es importante hacer algunas consideraciones”. El proyecto, mencionó, “habla justamente de cómo esta crisis hídrica va a estar afectando a la industria nacional y, por ende, a los puestos de trabajo”; sin embargo, “no dice nada en cuanto a la cantidad de recursos que se van a necesitar”. “Estamos de acuerdo en que se cree el fondo, pero estaría bueno saber de cuántos recursos estamos hablando”, señaló.
De inmediato, Posada le contestó que “en el medio de una crisis” no es posible “cuantificar exactamente los recursos necesarios para atender la misma”.
La exoneración de la tarifa
Carballo continuó refiriéndose al “esfuerzo económico” que está haciendo la población de la capital y el área metropolitana ante la disminución de la calidad del agua de OSE, que por el momento se mantiene “bebible”. “No es agua potable”, afirmó, y esto “cambia todos los contratos que los ciudadanos puedan tener con la OSE; seguimos reivindicando la necesidad de que no se cobre la tarifa”.
Por su parte, el diputado del Partido Nacional Pedro Jisdonian aseguró que “Uruguay tiene un debe muy grande” en el suministro de agua potable y pidió aprovechar “la luz roja que se prende en el tablero” para “ver para adelante”. Lamentó que “en el año 2023” estemos “esperando que llueva para asegurar el abastecimiento de agua potable”.
No obstante, el representante del oficialismo afirmó que “hay que tener legitimidad para hablar”, en alusión a críticas de la oposición, y expresó que “no es necesario que venga el expresidente [José] Mujica a decirnos que acá hubo una omisión” en el último tiempo, porque “lo sabemos todos”.
Con relación al pedido de exoneración de la tarifa de OSE, Jisdonian opinó que “acá tiene que haber un compromiso para entender la realidad”. “Yo no puedo venir a plantear que nadie más pague la OSE. ¿Cómo se absorben todos estos gastos que actualmente está teniendo la OSE, que no estaban previstos, si nadie paga nada?”, preguntó.
No fue Carballo sino el diputado de Cabildo Abierto Martín Sodano quien respondió a la pregunta. “La gente en su contrato paga por agua potable. No es culpa de Juan Pueblo; si el agua no es potable, no se la podemos cobrar a la gente”, consideró, y sugirió que los “expertos” del MEF “se fijen de dónde sacan los recursos para cubrir las inversiones que tiene que hacer OSE”.
La solución de Menéndez
Durante su intervención, el diputado cabildante Rafael Menéndez dijo tener “estudios serios” que marcan que la solución al problema del suministro de agua potable en Montevideo y Canelones “está en el río Negro”, al que definió como “una fuente de agua prácticamente infinita”. Según “un grupo de técnicos” que lo asesoran, “muchos arroceros, que si hay algo que saben es del movimiento del agua”, la cuestión se puede resolver con “dos levantes”: uno desde Rincón del Bonete al río Yi y otro desde el río Yi al río Santa Lucía Chico. Así, con “66 kilómetros de tuberías y un levante total de aproximadamente 100 metros” se podría abastecer “el 100% de agua de Montevideo”, afirmó.
Menéndez agregó que “parece mentira” que “hoy estemos sufriendo esta crisis”, cuando “uno ve la distribución de ríos y arroyos en el mapa de Uruguay”. Asimismo, comentó que, “en vista de las encuestas”, la gente “está diciendo que claramente es responsabilidad no solamente de este gobierno sino [también] del gobierno pasado”, porque “acá lo que no se identificó fueron los riesgos”.