Para Fernando Pereira, Álvaro Delgado “tendría que explicar qué fue lo que pasó”, porque “algo tiene que haber pasado”, en referencia a la conferencia de prensa que hizo el secretario de Presidencia, semanas atrás, cuando garantizó “el suministro de esta calidad de agua hasta que lleguen las lluvias”. “O le dieron mal la información o tiene información inadecuada o nuevamente están improvisando”, opinó el presidente del Frente Amplio (FA).
En base al último reporte de Presidencia, que marca que el lunes las tres líneas de bombeo de OSE para la zona metropolitana superaron los valores máximos permitidos de cloruro y sodio en el agua, Pereira afirmó que “hoy podemos decir que hace bastantes días que el agua no tiene la calidad” que aseguró Delgado. “No han podido cumplir”, subrayó.
A menos de una semana de su reunión con el presidente, Luis Lacalle Pou, en la Torre Ejecutiva, instancia en la que presentó algunas propuestas de la oposición para atender la emergencia hídrica, Pereira informó el lunes a la Mesa Política del FA sobre los detalles del encuentro. En rueda de prensa, valoró la disposición de Lacalle Pou, pero no la de Delgado. “Tuvimos una reunión con el presidente en un tono, que fue la de un gobernante con un partido de oposición buscando soluciones para el Uruguay, y tuvimos una respuesta al día siguiente del secretario de Presidencia en otro tono”, expresó.
Según Pereira, el primero “atendió las medidas” propuestas por la oposición, mientras que el segundo “se dedicó a criticar al FA”. “No sé cuál es el tono que va a primar en el Poder Ejecutivo”, comentó, y señaló que su fuerza política todavía aguarda una respuesta formal del gobierno sobre un pedido para que las intendencias de Montevideo y Canelones participen en la gestión de la emergencia hídrica.
En tal sentido, la vicepresidenta del FA, Verónica Piñeiro, insistió en rueda de prensa en “la necesidad de que se coordinen acciones” desde el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae). A su modo de ver, el estado de situación requiere “un plan de crisis” para abordar la escasez de precipitaciones de manera general. “Una crisis de estas características requiere de la coordinación de políticas en el territorio”, añadió.
Pereira profundizó: “Estamos a punto de quedarnos sin agua potable ni bebible y todavía no se ha llamado a las intendencias para coordinar la logística mínima que asegure que a todos los hogares les llegue el agua suficiente”.
Las medidas del gobierno
En la reunión del jueves el FA le propuso a Lacalle Pou implementar una serie de medidas, como por ejemplo convocar al Sinae y a los gobiernos departamentales de Montevideo y Canelones, así como generar un espacio de diálogo con empresarios, trabajadores y académicos para analizar la situación y también exonerar la tarifa de OSE a los hogares que paguen menos de 1.000 pesos por mes.
Por el momento ninguna de estas medidas han sido aplicadas por el gobierno, pero de todos modos Pereira valoró otras que sí se han aplicado y que “son compartibles”, como la quita de impuestos al agua embotellada y la extensión de “la cobertura de unas 20.000 a 500.000 personas vulnerables con una partida para agua”.
No obstante, Pereira manifestó preocupación por la construcción del embalse en el río San José, que pretende a través de unos 13 kilómetros de cañerías aportar agua a la planta de Aguas Corrientes. A su modo de ver, no será posible culminar la obra en un plazo de 30 días, tal como afirmó Lacalle Pou. “Todo hace pensar que no va a poder hacerse en 30 días”, señaló, y mencionó que la alternativa de ese embalse en el río San José “la tuvieron hace varias semanas”, tanto las autoridades de OSE como el Ministerio de Ambiente, “y la descartaron a la espera de lluvias”. “Lo que estamos criticando es la inoperancia que ha tenido OSE en todo este proceso”, agregó.
Para Pereira, los partidos de la coalición de gobierno están acostumbrados a “ser oposición” y “hacen oposición hasta cuando son gobierno”. Afirmó que “estamos ante un gobierno que todo el día le echa la culpa al FA”, cuando este fue el partido que “invirtió 1.300 millones de dólares en agua y saneamiento en todo el país” durante sus 15 años de gobierno.
Por último, Piñeiro dijo que no hay “información suficiente para la población”. Cuestionó que el informe del lunes, pese a que marca un exceso de los niveles de cloruro y sodio en el agua de OSE, igualmente “viene acompañado de las mismas recomendaciones que el Ministerio de Salud Pública hizo tiempo atrás”.
En efecto, el último reporte de Presidencia sigue sosteniendo que la población general “puede mantener [el] consumo habitual diario de agua de OSE”. “Entendemos que hay un cambio en la calidad del agua que se está distribuyendo y tiene que haber información clara de la autoridad sanitaria para ver qué sucede en caso de que el agua supere los niveles marcados en la excepción”, expresó Piñeiro.