La Intendencia de Montevideo (IM) informó este martes que en el marco de tareas de mantenimiento de la red de alcantarillado en el entorno del Museo de Oceanografía, en la rambla en la zona del Buceo, la empresa contratada encontró restos óseos al momento de comenzar con las excavaciones, ante lo cual detuvieron el trabajo e informaron a la Policía.

El hallazgo motivó la presencia del fiscal especializado en crímenes de lesa humanidad, Ricardo Perciballe, y de la coordinadora del Grupo de Investigación en Antropología Forense (GIAF), Alicia Lusiardo. Según dijo Lusiardo a la diaria, al llegar al lugar vieron en la escena los huesos de aproximadamente cinco personas “prolijamente ordenados en el pasto”, lo que no permitió que en el primer análisis se pudieran determinar las características de “contexto” y “elementos culturales” asociados a la disposición.

Lo que sí se determinó es que se trata de huesos humanos y que son de “larga data”. “Están muy deteriorados. Hace mucho tiempo que están ahí, pero no podemos saber más que eso en este momento”, señaló Lusiardo. La antropóloga dijo también que en los perfiles de la fosa (de aproximadamente dos metros) se visualizan otros elementos, y que podría tratarse también de restos humanos. El análisis de lo que resta será parte del trabajo que realizarán este miércoles los antropólogos, desde la mañana, cuando vuelvan a concurrir con otras herramientas.

El hallazgo fue “fortuito”, declaró Lusiardo, tal como informó la comuna. Cuando se produjo, los trabajadores detuvieron las actividades, pero entre ese momento y la llegada de Lusiardo y Perciballe los restos fueron manipulados y los dejaron “bien ordenados”. La coordinadora del GIAF señaló que no está claro quién fue responsable de esto, si Policía Científica o los propios trabajadores de la empresa. Lo correcto en estos casos, señaló, es “no moverlos ni separarlos para poder observar los elementos contextuales”.

Hallazgo, el 12 de noviembre, en el Buceo.

Hallazgo, el 12 de noviembre, en el Buceo.

Foto: Alessandro Maradei

A priori” no hay “sospechas” de un posible vínculo con enterramientos clandestinos

La antropóloga contó que el sitio donde fueron hallados estos huesos no figura entre los archivos del GIAF ni de la Institución Nacional de Derechos Humanos (INDDHH) como un lugar donde se pudieran haber hecho enterramientos clandestinos. “A priori el lugar no levanta sospechas”, dijo.

Aparentemente, y entre los elementos a confirmar, en ese lugar funcionó la morgue de Montevideo y también pudo haber sido utilizado por el Cementerio del Buceo, que está a metros de allí. El fiscal Perciballe dijo a la diaria que una hipótesis es que se trata de restos provenientes de un osario de la mencionada morgue o del cementerio.

El GIAF no descarta llevar adelante análisis forenses específicos sobre los restos, siempre y cuando “exista alguna sospecha” que los vincule con los delitos cometidos durante la dictadura cívico-militar.

Los restos fueron levantados por el Instituto Técnico Forense y el lugar quedó custodiado hasta que las autoridades culminen su trabajo o pidan una cautela formal, dijo a la diaria el director de la INDDHH Wilder Tayler. El director explicó que la institución, así como la Fiscalía y el GIAF, interviene “siempre cuando aparece este tipo de huesos en construcciones o cuando se remueven terrenos que han sido rellenados”, por lo cual insistió en que es temprano para determinar el origen de esos restos y si pertenecen o no a uno o más detenidos desaparecidos de la dictadura.