Una de las consignas del conversatorio sobre drogas organizado este miércoles por Convocatoria Seregnista-Progresistas del Frente Amplio, en el que participó el secretario general de la Junta Nacional de Drogas, Daniel Radío, fue formular críticas a “la respuesta que actualmente tiene el Estado ante el tema del microtráfico”. De entrada, Radío apuntó contra el punitivismo y la privación de libertad.

“Si vos querés ir preso, te conviene vivir en Uruguay”, lanzó el jerarca, quien ocupa su cargo en representación del Partido Independiente (PI). Radío dijo que “estadísticamente” una persona que vive en Uruguay tiene “muchas más chances de ir presa que en otros países”, dado que “en los últimos 24 años el número de presos se multiplicó casi por cuatro y [el resto de] la población no creció”.

Radío sostuvo que las cárceles uruguayas “no rehabilitan”, porque “las personas salen con mayor experticia delictiva y reclutadas por una organización criminal”. “Esto, que para nosotros es un problema, empieza a no ser un problema para algunas personas, que creen que está bien que sea así, porque piensan que muchos delincuentes no son rehabilitables, y como no son rehabilitables, la cárcel se transforma en un archivo de delincuentes que los incapacita temporalmente para el delito”, expresó, y dijo que “esa es la lógica que funciona en algunos dirigentes políticos”.

Semejante razonamiento, continuó, acarrea dos problemas: “Uno es ético”, porque viola el artículo 26 de la Constitución, que establece que las cárceles perseguirán “la reeducación, la aptitud para el trabajo y la profilaxis del delito”, y el otro “es que es mentira”, porque actualmente la reclusión en un centro penitenciario “no incapacita para el delito”. “Las personas delinquen en la cárcel y desde la cárcel. Las cárceles se han transformado en centro de operaciones del delito”, afirmó. Por otra parte, lamentó que algunos “personajes políticos” en Uruguay transmitan ese discurso sólo porque “rinde electoralmente”.

Asimismo, Radío señaló que, en el tratamiento de la ley de urgente consideración (LUC), que aumentó las penas para determinados delitos, el diputado del PI, Iván Posada, no votó “casi todos los artículos referidos a seguridad”, “sin perjuicio de que defendimos el proyecto de ley”. Al respecto, contó una anécdota: “Recién vengo de una reunión con una señora, que tiene el hijo varón preso. Lo agarraron porque vendía marihuana; estaba cometiendo un delito. Pero no tiene ni pies ni cabeza que vaya a ir dos años preso”. En ese sentido, consideró que “hay que pensar en medidas alternativas a la privación de libertad” para “volver a la lógica de rehabilitar”.

Diego Olivera: el Código Penal “tiene un impacto muy injusto”

A su turno, Diego Olivera, integrante de Convocatoria Seregnista-Progresistas y antecesor de Radío en la Junta Nacional de Drogas, coincidió en que la LUC “pisó el acelerador en términos punitivos”, pero aseguró que “no es la única responsable de la trayectoria punitivista en Uruguay”. El exjerarca sostuvo que actualmente el Código Penal “tiene un impacto muy injusto”, dado que “recae sustantivamente sobre las personas más vulnerables”, muchas de las cuales “han sido coaccionadas para vender por alguien con capacidad dentro del narcotráfico”.

La normativa vigente, sostuvo, “no captura” el hecho de que la estructura del narcotráfico “es un sistema social tremendamente diferenciado”; así, “vas a tener un tratamiento penal muy similar si vendiste brownies de cannabis en un balneario que si metiste dos toneladas y media de cocaína en un contenedor”.

Por último, Olivera cuestionó la respuesta del Estado uruguayo frente al microtráfico. “Cuando los estados tienen una política muy represiva contra el microtráfico, lo que hacen [los narcotraficantes] es ampliar la cantidad de vendedores; allí donde había tres bocas, va a haber diez, porque el distribuidor, sabiendo que sus puestos de venta caen, no va a satisfacerse con tener unos pocos y va a necesitar el doble o el triple”, señaló. Por eso, “hay que pensar que algunas acciones pueden tener un efecto positivo en el corto plazo, pero un efecto nocivo a nivel general”, apuntó.

“Sé que es complejo, pero estas medidas, que quizás la gente apoya bienintencionadamente, muchas veces tienen efectos contradictorios; después, cuando nos preguntamos por qué están baleando niños, por qué hay tantos muertos, por qué hay tantos ajusticiamientos, esto es parte del asunto”, añadió Olivera.