“Todos los barrios valen” se podía leer en el cartel que sostenía un señor este lunes de tardecita en la Plaza Cagancha, desde donde partió la tercera marcha “por la vida y por la convivencia”, organizada por vecinos de varios barrios, “contra las violencias en los barrios y por vida digna”.
La marcha fue organizada por los colectivos La Vida Vale, Familias presentes, La Pitanga, colectivo de mujeres Malvín Norte y Centro Cultural Malvín Norte. Mientras la gente se juntaba en la plaza para marchar hacia la Torre Ejecutiva, los organizadores entregaban panfletos en los que señalaban que este 5 de agosto se cumplieron dos años “de la muerte de dos jóvenes inocentes”, quienes iban a “a un almacén y a trabajar, y fueron asesinados en medio de una balacera”. “Desde ese día hasta hoy todo ha empeorado”, aseguraron.
En el panfleto se agrega que se han producido “numerosas balaceras, en las que niños, niñas y adolescentes mueren, o se tiran al piso y resguardan en algunos lugares de sus casas para no ser asesinados”. “Permanentes situaciones de violencia letal en las cercanías de las instituciones socioeducativas. Servicios básicos que ya no llegan a nuestros barrios y proyectos sociales y vecinales que se debilitan, porque trabajadores prefieren no hacerlo por razones de seguridad”, señalaron.
Además, en el texto —del colectivo La Vida Vale— se sostiene que durante dos años intentaron llegar al presidente Luis Lacalle Pou y fracasaron “con total éxito”. “Ahora ya sabemos que no tuvo ganas ni tiempo de recibirnos. Ahora ya sabemos que el presidente y su gobierno no se hicieron cargo ni se hacen cargo”.
Elba Núñez, vocera de La Vida Vale, señaló a la diaria que el asesinato de los dos jóvenes —un hombre y una mujer— hace dos años fue en el barrio Marconi, y la familia de los jóvenes propuso “trasladar este dolor en esperanza y trabajo comuinitario”. Fue en esa instancia en que se pusieron a pensar en la mejor manera de hacerlo. Núñez vive en el barrio Las Acacias, pero subrayó que los vecinos se sienten “de la cuenca de Casavalle, que es algo mucho más amplio”.
Núñez contó que lo primero que se les ocurrió en su momento fue “pedir más Policía, más cámaras”, todo lo relacionado con lo que ellos creían “que era la seguridad”, pero luego, “en este pienso colectivo”, vieron que “la seguridad va mucho más allá de esto”. Sostuvo que, al principio, hablaron con Santiago González, director de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, en ese momento, pero, según Núñez, no tuvieron “una respuesta muy adecuada”, y luego los atendió Matías Terra, quien lo sustituyó en el cargo, que los atendió “mucho mejor que él, pero las respuestas tampoco fueron efectivas”.
La vocera del colectivo subrayó que “la convivencia y la inseguridad van mucho más allá de las balaceras y las muertes”, porque “a pesar de que esto es la violencia más potente, la que más miedo da, hay otras violencias” que vienen viviendo en los territorios, y no sólo en Marconi y Las Acacias, sino “en todos los márgenes de Montevideo y otros departamentos”. “Violencia es que un gurí no coma, violencia es que una familia no pueda mandar a sus gurises a estudiar”, subrayó.
“Por momentos la desazón nos agobia”
En la proclama de la marcha, que fue leída en la Plaza Independencia frente a la Torre Ejecutiva, señalaron que son parte de una sociedad “notoriamente fragmentada y en decadencia, consecuencia de la inexistencia de una política de Estado y el consecuente desamparo de varias generaciones”. “La evidencia demuestra la permanente vulneración de derechos de los sectores más frágiles, el aumento de la pobreza infantil, el aumento de la violencia basada en género y generaciones, la falta de oportunidades laborales para los jóvenes y mucho más para los jóvenes pobres”, se subrayó en la proclama.
Además, denunciaron “la fragilización de las trayectorias educativas y la inoperancia del sistema carcelario para rehabilitar a las personas, brindándoles herramientas y oportunidades reales y sostenibles de inserción social”. También “la falta de abordajes potentes y duraderos en relación al consumo problemático de sustancias, la salud mental y la situación de calle”.
“Por momentos la desazón nos agobia. Muchos políticos, y especialmente los responsables de tomar decisiones, no nos escuchan, no escuchan la realidad que llega desde los barrios. Parecemos tan sólo un ‘ruido ambiente’. Ese ruido ambiente es la vida de las personas, es propuesta y trabajo comprometido de ciudadanos y ciudadanas uruguayas que aspiramos a una vida digna, a una convivencia sana”, agregaron en la proclama.
Por último, los organizadores de la marcha subrayaron que, si bien saben que el presidente y su gobierno “no se hicieron cargo ni se hacen cargo”, nuevamente están caminando y gritando juntos. “En esta oportunidad, para exigirles a quienes van a gobernar los próximos cinco años, que se nos respete, que se nos escuche, porque todos los barrios valen, ¡porque la vida de todos y todas nosotras vale!”, finalizaron.