Finalizado el tratamiento del presupuesto quinquenal, la Cámara de Diputados aceptó en la tarde-noche de este miércoles la renuncia de Ana Olivera, quien dejará la banca el 1º de marzo de 2026. En su lugar asumirá Natalia Díaz, quien recientemente fue electa secretaria general de Unión de la Juventud Comunista.

En su carta de renuncia, dirigida al presidente de la cámara baja, el diputado del Frente Amplio (FA) Sebastián Valdomir, Olivera dijo que su decisión tiene como propósito dar espacio a “las nuevas generaciones”. “En este caso asumirá como titular una joven mujer, militante política de un enorme compromiso con la vida de nuestro pueblo”, señaló la dirigente del Partido Comunista del Uruguay (PCU) en referencia a Díaz.

“No tengan dudas de que nos seguiremos encontrando en cualquier rincón del país, porque sigo pensando que la militancia por los ideales, que he abrazado desde hace 55 años, es una concepción de vida”, expresó la exintendenta de Montevideo.

En el plenario de la cámara baja, la renuncia de Olivera fue comentada por varios diputados. “Ana deja su banca en esta cámara, después de seis años, pero no se jubila ni se va para su casa. Cualquiera que la conozca un poco sabe que Ana va a militar hasta el último día de su vida, porque es, sobre todas las cosas, eso: una militante”, afirmó el diputado del FA Bruno Giometti, también integrante del PCU.

Giometti recordó que Olivera fue la primera subsecretaria del Ministerio de Desarrollo Social, la primera mujer en conducir la Intendencia de Montevideo y también “la primera comunista en presidir la Cámara de Representantes”. “Ana, como creo que todos reconocemos, es unidad frenteamplista, es defensa de las instituciones republicanas y democráticas, es siempre pararse del lado de los más vulnerables”, expresó.

Asimismo, Giometti destacó la pertenencia de Olivera al PCU, “en un mundo y en un momento de la historia en que ser comunista no es una cosa sencilla”. “Ana se ganó el cariño y la admiración de los frenteamplistas y también el respeto de sus adversarios políticos, actuando y militando siempre desde su condición de comunista, sin ocultarlo, con orgullo de serlo, y eso es algo invalorable para nosotros”, agregó.

El diputado del Partido Nacional Juan Martín Rodríguez, integrante del Herrerismo, definió a Olivera como “una gran trabajadora” y “una gran militante”. Señaló que, si bien la diputada del FA representa “ideas comunistas que han fracasado”, lo hace “con gallardía, valentía, conciencia y, por sobre todas las cosas, con mucho trabajo”.

“Ana es una gran adversaria, de esas adversarias que yo quisiera tener todos los días, porque son aquellas que nos enriquecen y nos fortalecen en nuestras convicciones, y que también nos hace pensar distinto y abrirnos de mente”, afirmó Rodríguez.

A su turno, la diputada del Partido Colorado Paula de Armas, que forma parte del sector Vamos Uruguay, señaló que Olivera es “una mujer política que ha dedicado gran parte de su vida a servir”. “Una mujer que formó su familia, que es mamá y también abuela, y que ha convivido con el servicio público quitándole tiempo y teniendo también ese desafío de cuidar a su familia y también a su pueblo, como ella siempre lo dice”, expresó.

“También quiero valorar la sencillez de una mujer que con tanta experiencia se dirige a legisladores jóvenes –como es mi caso– como lo hace; eso también para nosotros es muy valioso, y creo yo que hasta impagable”, añadió De Armas.