Con el presupuesto quinquenal ya aprobado en el Senado y, por ende, sin la opción de nuevas reasignaciones de recursos, este lunes se reunió el consejo ejecutivo del Instituto Nacional de la Leche (Inale) con la posibilidad arriba de la mesa de que renunciaran los representantes de las gremiales lecheras e incluso el propio presidente del instituto, Ricardo de Izaguirre, debido a la complicada situación presupuestal del organismo.

El presupuesto asignado al Inale para 2026 es de 35 millones de pesos. Sin embargo, los gastos proyectados por el instituto están en el orden de los 60 millones de pesos, por lo que el próximo año enfrentaría un déficit de 25 millones de pesos que no tiene posibilidad de cubrir con reservas. “Nosotros no podríamos continuar el año que viene con este presupuesto que se asignó”, afirmó De Izaguirre en diálogo con la diaria.

“Es muy difícil trabajar en situaciones en las que realmente no podemos cumplir con la función asignada”, señaló el presidente del Inale, y remarcó que “está en manos de las autoridades que el instituto pueda cumplir su función”. De Izaguirre explicó que los salarios representan el 80% del presupuesto del instituto y señaló que, debido a las dificultades presupuestales, hay “cargos que no están asignados, [porque] no se ha llamado concurso, esperando precisamente la posibilidad de contar con el dinero suficiente”.

El presidente del Inale comentó que, de acuerdo con lo que transmitió la representante del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) en el consejo ejecutivo, Pamela Sosa, “hay voluntad de revisar el presupuesto”. El 15 de diciembre volverá a reunirse el consejo ejecutivo con la expectativa de “saber qué posibilidades existen de que sea fortalecido [el Inale] el año que viene”, indicó. “Estamos esperando, si es posible, que para el próximo año se complete lo que es el presupuesto planteado y se rediscuta cuál va a ser la forma de financiamiento genuina que tenga el instituto y no tengamos que estar cada año sin saber con cuál nos vamos a encontrar”, añadió de Izaguirre.

El presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche y representante de los productores en el consejo ejecutivo, Álvaro Quintans, quien describió la situación del Inale como “bastante compleja” y “triste”, sostuvo que, si bien existe voluntad del MEF, “hasta hoy son palabras”. Resaltó que lo importante es “realmente tener la viabilidad de estos recursos”.

De Izaguirre subrayó su preocupación por la situación del instituto, ya que la lechería “es un sector [que] el Frente [Amplio] planteó la importancia que tiene”. En ese marco, mencionó el compromiso del gobierno para este quinquenio de comprar 25.000 hectáreas por medio del Instituto Nacional de Colonización, con énfasis en la producción lechera, y remarcó que el Inale trabaja “en forma muy estrecha con Colonización”.

El planteo para que el impuesto a la exportación de leche se destine al Inale

En 2007, la Ley 18.242 de creación del Inale estableció que el instituto recibiría “las sumas que le sean asignadas por disposiciones presupuestales”, que tomarían como “referencia la recaudación correspondiente al año 2007 del impuesto del tres por 1.000 sobre el valor FOB a la exportación de leche y de productos lácteos”.

Dicho impuesto –establecido por el artículo 458 de la Ley 16.226, que abarca las exportaciones de productos que sean considerados no tradicionales– es destinado al Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU). Su tasa se redujo en los últimos años hasta un valor del dos por 1.000, según el presupuesto para el actual quinquenio.

Durante la discusión presupuestal en la Cámara de Senadores, la bancada del Partido Nacional presentó un artículo aditivo para que lo recaudado por el impuesto a las exportaciones de leche y productos lácteos sea destinado directamente al Inale para cubrir sus gastos de funcionamiento, una propuesta que tenía el respaldo del propio instituto, de las gremiales lecheras y del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).

“Si bien en su momento estuvo justificado específicamente para la lechería que el destino de esta contribución pecuniaria fuera para el LATU –porque se justificaba la labor de contralor de exportaciones que hacía ese laboratorio–, en la actualidad no lo está. Por tanto, esta cifra del orden aproximado de los 2.000.000 de dólares nos parece que sería mucho más justo que fuera directo al sector que lo tributa”, es decir, “a la lechería”, sostuvo el senador nacionalista Carlos Camy durante la comparecencia del MGAP ante la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda.

El ministro Alfredo Fratti manifestó en esa oportunidad que les transmitió a los funcionarios y al presidente del Inale “que el ministro de Economía y Finanzas nos dio garantía de que no hay que vender la casa ni se va a despedir a ningún funcionario, ya que el año que viene va a estar el refuerzo”. “Tenemos el compromiso –y yo creo en la palabra de los hombres y más en la de los de mi gobierno– que se cumpla y que se le dé el dinero que le corresponde al Inale”, afirmó Fratti.

El titular del MGAP reconoció que le “gustaría” que el refuerzo al Inale fuera “una percepción directa de las exportaciones de lácteos”, por lo que “queda clara la posición de este ministro y de todo el ministerio” respecto del tributo destinado al LATU.

El artículo aditivo presentado fue desglosado del presupuesto para su tratamiento en la Comisión de Ganadería del Senado. Según pudo saber la diaria, una de las posiciones contrarias al cambio provino de la Cooperativa Nacional de Productores de Leche (Conaprole), que tiene líneas de trabajo con el LATU.

Uno de los delegados por parte de la industria en el consejo ejecutivo del Inale es justamente de Conaprole. De Izaguirre señaló que el representante de la cooperativa lechera manifestó que la tarea de Conaprole no es expedirse acerca de “dónde deben salir los rubros” y transmitió que tanto las funciones del LATU como las del Inale son necesarias.

La ministra de Industria, Energía y Minería, Fernanda Cardona, fue consultada días atrás por la propuesta en torno al impuesto. “Yo no quiero debilitar al LATU”, afirmó, y consideró que “es lo mismo que el INIA [Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria] para el Ministerio de Ganadería”, por lo que “tenemos que trabajar en vectores de financiación que no sean sacar la plata de un lado para meterla en otro”.