“Entramos al último mes de vida –de agonía, mejor dicho– de la dictadura”, decía el primer párrafo del editorial del 1º de febrero del diario cooperativo La Hora, que respondía al todavía ilegal Partido Comunista. “La dictadura se va con la cola entre las piernas. El pueblo la despide acrecentando su nivel de lucha, obteniendo victoria tras victoria en un combate tenaz, persistente y con participación de vastos sectores”, proseguía, y concluía que “este es el mejor clima para alumbrar la democracia que ya está de parto, que ya comienza a nacer sobre los escombros de la dictadura”. Aunque “desde luego”, advertía, “a partir del 1º de marzo habrá que ir asentando y profundizando la democracia, desmantelando el andamiaje represivo del régimen y sus instituciones de corte fascista, limpiando las espinas envenenadas que pretende dejar incrustadas en el cuerpo vivo de la República”.
En esa misma edición, en la que se invitaba al “segundo ensayo general en democracia” del carnaval de 1985 en el Teatro de Verano, se informaba que “el Plenario Nacional del Frente Amplio resolvió anoche no participar en el gabinete del futuro gobierno del Dr. Sanguinetti”. El informe del presidente del FA, el general Liber Seregni, tras una reunión con el presidente electo y la designación como futuro ministro de Economía del contador Ricardo Zerbino, “que hacía previsible la aplicación de una política de corte neoliberal”, fue determinante.
También informaba que el presidente electo, Julio María Sanguinetti, se había reunido con el líder blanco Wilson Ferreira Aldunate para abordar temas como “la participación de destacadas figuras nacionalistas en el futuro gabinete”, como la del contador Enrique Iglesias “en la cartera de Relaciones Exteriores”. En dicha reunión, Ferreira “reafirmó su concepto de asegurar paz política al gobierno” y garantizar la “gobernabilidad”.
Y un “nuevo mensaje de dirigentes del Movimiento de Liberación Nacional” daba cuenta de que Mauricio Rosencof hacía “un llamado a la pacificación del país a través de su hija Alejandra, quien lo visitó el pasado martes en el Penal de Libertad”, cuando “manifestó su intención junto con la de un grupo de compañeros de reclusión entre los cuales se encuentra Raúl Sendic de desplegar una acción política abierta y legal en el futuro” para propiciar “la unidad de todos los sectores políticos progresistas”.
El vespertino de la secta Moon Últimas Noticias informaba sobre el regreso de la murga La Censurada, que “permaneció alejada de la fiesta carnavalera durante 12 años”, cuando, según palabras de su propio director, Juan Ángel Díaz, “en el 73, dos días antes del concurso de agrupaciones, la censura puso fuera de circulación todas nuestras letras”.
En un reportaje en el semanario Búsqueda, el exdirigente de Cerro Mortimer Valdez desató la polémica al denunciar la falta de medio millón de dólares en el balance final de la Copa de Oro de 1980, más conocida como Mundialito. “Si los militares no quieren revisionismo en algunos temas, supongo que tampoco desearán que las maniobras de la Copa de Oro salgan a luz”, dijo, y sintetizó: “Ganamos una copa, perdimos la dignidad”. Dicha denuncia fue desmentida por el entonces presidente de la AUF, el capitán de navío Yamandú Flangini, junto con Eugenio Figueredo.
El domingo 3 no salió El País debido a un paro de 24 horas de su personal gráfico y periodistas y los obreros de la metalúrgica Inlasa obtuvieron, tras una huelga de 24 días, “el reconocimiento pleno del Convenio del año 72”, informaba La Hora.
El PIT-CNT, por su parte, ante la inminencia del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Uruguay y Venezuela, emitió un comunicado reclamando “con más fuerza que nunca la investigación de los hechos que motivaron la ruptura” entre ambos países, en referencia a la maestra desaparecida Elena Quinteros. Y en un segundo comunicado denunció “el recrudecimiento de la represión dentro de los penales de Libertad y Punta de Rieles”, en los cuales se sometía al “continuo envío de compañeros a las celdas de castigo y suministro de alimentos en mal estado”, hechos que “aparecen como el último intento de la dictadura” para “aniquilar física y síquicamente a los compañeros detenidos”.
Decisiones en el ámbito universitario y cruces entre Araújo y Pozzolo
Mientras que “durante el proceso de normalización democrática que se desarrolla en el ámbito universitario” la Asceep-FEUU impulsaba la candidatura del contador Samuel Lichtensztejn para rector, un titular de Últimas Noticias del lunes 4 de febrero daba cuenta de la integración del próximo gabinete: “Seis colorados, un cívico y tres blancos”. Esa misma noche a las 20.00, “el presidente electo se dirigirá a la población por cadena de radio y televisión donde se referirá a los lineamientos de su futura administración, con mención a las figuras que integrarán su gabinete”. Entre ellos, el doctor Carlos Manini Ríos en Interior, el líder de la Unión Cívica Juan Vicente Chiarino en Defensa y el pachequista Carlos Pirán en Industria y Energía.
Y en respuesta a palabras del senador electo por la lista 10001 José Germán Araújo en CX 30 La Radio (de la cual era director) por su opinión crítica con “algunos dirigentes sindicales”, el también senador electo por el Partido Colorado Luis Bernardo Pozzolo calificó a Araújo de “terrorista de la expresión” que tiene “el hábito de amenazar veladamente”, un “feo hábito que solamente los truhanes políticos lo utilizan”. Y lo trató, además, de “vulgar lengua larga”.
Al otro día, a la vez que anunciaba la inminente elección del contador Danilo Astori como decano de la Facultad de Ciencias Económicas, La Hora daba cuenta de una “impresionante marcha” de funcionarios de OSE y del “triunfo obtenido” por los trabajadores de la Unión Ferroviaria en su conflicto “contra la intransigencia del director de AFE”.
Y Germán Araújo acusaba a Pozzolo, “conjuntamente con otros políticos colorados”, de intentar “crear clima para impulsar la reglamentación sindical”.
En su primer viaje como presidente electo, el doctor Sanguinetti llegó a Caracas “en un avión sin frenos”, según Últimas Noticias, invitado por el presidente Jaime Lusinchi, y fue recibido en el aeropuerto por una “delegación de familiares de desaparecidos que se concentraron allí para reiterar el esclarecimiento de la detención y la desaparición de Elena Quinteros”, precisaba La Hora.
Mientras Montevideo lucía atiborrada de vendedores callejeros “por todas las avenidas, por todas las calles”, con “tablas sostenidas por un par de caballetes [o] un cajón” donde “exhiben mercaderías heterogéneas, coloridas, extrañas y hasta estrambóticas”, el intendente Juan Carlos Payssé resolvía retirar el monumento al Canillita de la explanada de la Caja de Jubilaciones para sustituirlo por la estatua de Gattamelata de Donatello y “52 chicas de las más diversas barriadas capitalinas” se inscribieron para la preselección del certamen de Reina del Carnaval.
La salida de los dictadores y la restitución del Parlamento
El jueves 7, la prensa informaba que el presidente de facto, el teniente general Gregorio Álvarez, anunció su renuncia para el próximo martes 12 y que ese mismo día se reuniría por última vez el Consejo de la Nación. “Confiamos en que el 13 o el 14 de febrero la intervención militar dejará libre la sede del Palacio Legislativo”, adelantó el vicepresidente electo, Enrique Tarigo.
En lugar de Álvarez asumiría el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Rafael Addiego Bruno. El dirigente blanco Luis Alberto Lacalle manifestó al respecto que “la dictadura no podría tener un final más lamentable”, mientras que Germán Araújo dijo que “no habrá ni siquiera puerta chica en este caso”.
Mientras el senador electo por el Partido Nacional Juan Raúl Ferreira declaró que su partido decidió “convocar a toda su militancia y a la ciudadanía en general a celebrar con nuestras banderas desplegadas el fin de una era”, el PIT-CNT resolvió acompañar la asunción del nuevo Parlamento, prevista para el 15, con un paro de una hora a las diez de la mañana con la lectura de una proclama en los lugares de trabajo, y un nuevo paro de 15.00 a 22.00 con marcha hacia el Palacio Legislativo.
Ese día, en su segunda presentación desde su retorno, Daniel Viglietti presenta dos funciones de un recital titulado Por ellos canto.
Tapas de diarios de 1985.
En el sur del país, la sequía seguía perjudicando el cultivo hortícola. Gracias al bajísimo nivel de ventas de productos chacinados, por segunda vez en el mes volvió a bajar el precio del jamón y de la paleta cocida. Y con la presencia de las 62 agrupaciones carnavalescas que participarían en el Concurso Oficial, se desarrolló el Desfile de Carnaval en una “coqueta avenida 8 de Octubre”. Al otro día, en la calle Fernández Crespo se inauguraba el tablado de La Hora con la actuación de Falta y Resto, Diablos Verdes, Curtidores de Hongos y el mago Ariel, entre otros.
Los trabajadores de Manzanares conformaron un sindicato, mientras que los funcionarios de Loterías y Quinielas resolvieron hacer paro de brazos caídos desde ese día 10 hasta el 15 y los obreros de la papelera Pamer continuaron ocupando las dos plantas en Montevideo y Mercedes por motivos salariales, ya que, decía La Hora, percibían el salario mínimo.
La tan anhelada renuncia del Goyo (como se lo conocía popularmente en modo despectivo), junto a la de todos sus ministros, finalmente se dio el 11 y en su carta de renuncia agradeció al “Consejo de la Nación el honor que me fuera conferido y el haberme dado la oportunidad de servir a la Patria desde tan importante puesto de lucha”. Tras la renuncia y luego de visitar el Mausoleo de Artigas, según El País, “una plaza vacía en donde no había ni siquiera 50 personas fue testigo de todo el fin de una era”. A partir de las 19.30 empezó el cacerolazo de despedida. Según la crónica de Búsqueda, “un intenso sonido característico del golpeteo de utensilios de cocina pudo escucharse en todo Montevideo, así como estallidos de petardos y bocinas de automóviles”, y miles de personas tomaron 18 de Julio “procedentes de los distintos barrios”.
“Se acabó la dictadura militar” tituló en grandes letras el diario La Hora al otro día, el mismo día en que Addiego Bruno fue proclamado presidente interino por el Consejo de la Nación.
Finalizada dicha sesión, en una rueda de prensa improvisada, el comandante en jefe del Ejército, el teniente general Hugo Medina, manifestó que “mientras el Ejército no sea provocado, no sea llevado a incumplir en la misma forma que fue llevado a incumplir con la ley en febrero de 1973, se va a ajustar en lo que estrictamente marca la ley” y que si bien “nosotros no queremos dar [otro] golpe de Estado”, si se dan “las mismas causales que se dieron en 1973 no vamos a tener más remedio que sí darlo”, detalló Búsqueda. Tras las declaraciones de Medina, el semanario informó que existe “preocupación entre políticos” y “cautela en el gobierno electo” y que si bien “causaron profundo malestar y una extrema preocupación”, en general “la mayoría de los dirigentes partidarios consultados prefirieron no formular comentarios públicos”.
Consultado por La Hora, el futuro ministro Juan Vicente Chiarino dijo que no tenía “ninguna declaración que formular sobre este tema”.
A las 12.30 del miércoles 13, en una medida dispuesta tras una reunión entre Tarigo y el general Medina, se levantó la intervención militar en el Parlamento y “el primer parlamentario en arribar al histórico edificio”, informó La Mañana, “fue el diputado de la lista 99 doctor Carlos Cassina”.
Ese día una masiva manifestación de funcionarios de UTE se dirigió a la sede del gobierno electo en el hotel Columbia para solicitar una entrevista con el futuro presidente o con el futuro ministro de Trabajo, Hugo Fernández Faingold. También hubo paro de brazos caídos en el Sodre y pararon los funcionarios de la Universidad.
Finalmente, el 15 asumieron los legisladores de ambas cámaras y los 19 intendentes y ediles de todo el país.
Con un nutrido público que colmó las barras, el presidente de la Asamblea General, el senador Jorge Batlle, inauguró la 42ª Legislatura proponiendo un minuto de silencio en homenaje a los “legisladores mártires” Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz. Le siguió Carlos Julio Pereyra, del Movimiento Nacional de Rocha, quien reclamó que se investigue el asesinato de estos, crímenes que “no pueden quedar impunes”. El senador socialista José Pedro Cardoso, por su parte, dijo que los proyectos sobre amnistía y destituidos “integrarán la vanguardia” de los planteos frentistas. También se homenajeó al periodista y político colorado Manuel Flores Mora, quien había muerto esa mañana, antes de que su hijo Manuel Flores Silva asumiera su banca en el Senado.
En las afueras del Palacio, miles de trabajadores acompañaron la convocatoria hecha por la central obrera y mientras las instituciones democráticas se sacudían el polvo, las calles se seguían moviendo pese a la ola de calor.
Una importante manifestación de destituidos de la enseñanza marchó al hotel Columbia, los trabajadores ocuparon la curtiembre Paycueros en Paysandú y también la Bama, los funcionarios de Loterías y Quinielas extendieron el paro y los destituidos de Ancap se movilizaron frente a las distintas plantas, mientras los textiles hicieron paros parciales en todas las fábricas del ramo. En el Banco de Seguros realizaron paros escalonados, en la UTE había paro todos los días y hubo paro y asamblea en Manzanares. Metzen & Sena despidió a unos 300 trabajadores y Tienda Inglesa, por adherirse al paro general del 15, a ocho.
Mientras el Bohemios de Tato López era campeón de la Liguilla al vencer a Cordón 90 a 79, Últimas Noticias informaba el jueves 21 que “contaría con 50 votos en Diputados la Amnistía General e Irrestricta” en caso “de llegarse a una unificación de los proyectos presentados por el Partido Nacional y el Frente Amplio” y ese mismo día La Mañana informaba que los blancos habían presentado otro proyecto de ley para formar una comisión investigadora por la muerte de Cecilia Fontana de Heber por “el envío de aquellas botellas de vino que contenían un poderoso veneno”. Y El País daba cuenta de que, según un comunicado del Directorio de OSE, “las medidas gremiales de los funcionarios de OSE hacen peligrar el suministro de agua corriente”.
Se había confirmado hasta el momento la presencia de “más de 70 representantes de todo el mundo” para la asunción de Sanguinetti el 1º de marzo. El intendente de Montevideo Aquiles Lanza resolvió suspender los Desfiles de Carnaval “ante la ola de desbordes que protagonizó el público en los desfiles oficiales”, consignó El País, “pues el público no ha respondido en forma favorable al exhorto efectuado días pasados con respecto a los juegos de agua” en los distintos corsos.
La asunción de Sanguinetti
“El país ingresa en semana histórica”, decía el enorme titular de la portada de La Hora del domingo 24, y anunciaba que el 28 “llega Daniel Ortega, el presidente, el comandante, el compañero símbolo de la Nicaragua libre” y que “también estarán presentes calificadas delegaciones de la Unión Soviética, República Democrática Alemana, Cuba, Checoslovaquia, Polonia y de otros países socialistas”.
El 27 llegó el primer presidente extranjero a la asunción de Sanguinetti: Luis Alberto Monge, de Costa Rica, y el 28 finalmente quedó confirmada la lista de artistas que actuarían en la celebración. En el escenario de la Explanada Municipal estarían Larbanois-Carrero, Canciones para no dormir la siesta, los nicaragüenses Luis Enrique y Carlos Mejía Godoy, Pablo Milanés, Silvio Rodríguez y Los Olimareños. En tanto, en la plaza del Entrevero actuarían El Sabalero, Jaime Roos, Los Abuelos de la Nada, GIT, Charly García y Nito Mestre. También, informaba El País, “se dispondrán puestos para la venta de alimentos y refrescos a precio reducido”.
El ansiado día 1º de marzo, con un titular que decía “Carrasco ayer fue una Babel moderna”, El País daba cuenta del arribo “de altos mandatarios americanos y de China, Portugal, Egipto, Corea y Holanda” y que “hoy a las 10 llegan Alfonsín, Caputo y gobernadores de provincias limítrofes”.
Y al otro día informaba La Hora que “el Dr. Sanguinetti tomó posesión del cargo en el Palacio Legislativo, se trasladó posteriormente a Casa de Gobierno donde le entregaron el mando, designó el gabinete ministerial y las secretarías de Presidencia, pasó revista a las tropas, recibió el saludo de las delegaciones extranjeras, asistió a un concierto extraordinario en el Solís y finalizó la jornada con una recepción en el Parque Hotel” y que “como primeras disposiciones de su gobierno, desproscribió a través de un decreto al Partido Comunista, la CNT, la FEUU y otras organizaciones democráticas y sociales” y legalizó la Institución Teatral El Galpón con “la restitución de sus bienes a sus verdaderos dueños”.
De tanto haber en la calle un pueblo gritando “se va a acabar, se va a acabar”, finalmente, hubo algo que se acabó. Después, claro, vendrá otra historia.