El exsenador frenteamplista Charles Carrera fue imputado por fraude, falsificación ideológica y uso de información privilegiada, por presuntas irregularidades durante su gestión como director general de Secretaría del Ministerio del Interior (MI) entre 2010 y 2017. Luego de la instancia judicial, Carrera brindó una rueda de prensa en la que señaló que inicia un proceso penal donde podrá “probar” su “inocencia”, algo que le “da tranquilidad”. Lamentó, en ese sentido, que el proceso haya llevado “mucho tiempo” en la “vía administrativa”. En tanto, catalogó lo que le sucede como una “operación política de enchastre” contra su persona y el Frente Amplio (FA).
La investigación penal, que comenzó con una denuncia del MI en julio de 2022, se centra en la entrega de tickets de alimentación por 20.000 pesos, entre enero de 2013 y octubre de 2016, y la atención en el Hospital Policial, entre julio de 2013 y diciembre de 2016, de Víctor Hernández, quien fue víctima de una bala perdida, presuntamente disparada desde la casa de un funcionario policial en La Paloma, en noviembre de 2012.
“Lo que hice fue un acto dispuesto de ayuda humanitaria”, consideró Carrera en relación con los cargos de los que se lo acusa. En ese sentido, vinculó lo que le sucede a una persecución por su “rol opositor contra el gobierno del Partido Nacional y por haber denunciado la mayor entrega de soberanía de la historia, que es el acuerdo Uruguay-Katoen Natie”.
“El ministro al que interpelé y al que denunciamos como FA, por un hecho fatal, terminó siendo ministro del Interior”, recordó sobre Luis Alberto Heber, ministro de Transporte y Obras Públicas y posteriormente titular del MI en el gobierno liderado por Luis Lacalle Pou. En ese sentido, Carrera recordó que ya con el hoy senador nacionalista en la cartera de seguridad, los servicios jurídicos alegaron, en el marco del proceso civil del caso, que “Carrera actuó bien, de forma humanitaria”.
“No puede, cinco o seis meses después, por una venganza, utilizar el poder público que le dio la ciudadanía para perseguir a un opositor político”, cuestionó en alusión a Heber, entonces ministro del Interior. “Como desde el espionaje no se encontró información para callarme, se armó una causa y se utilizó la unidad de Asuntos Internos para hacerme una pesquisa secreta”, concluyó sobre lo sucedido en la cartera.
El cuestionamiento a la fiscalía
“Se ha demostrado un actuar absolutamente abusivo de parte de la fiscalía; no de parte de la institución, de tres personas”, puntualizó Carrera, para referirse luego a acciones que involucraron en su proceso a las fiscales Silvia Porteiro, Sandra Fleitas y Mónica Ferrero.
Sobre la primera, cuestionó que haya pedido el desafuero sin saber si tenía fundamentos para “acusar criminalmente”. “A ocho meses de ese pedido de desafuero, pide cambio de fiscalía y no logra formalizar la causa”, recordó sobre Porteiro. “Y viene una fiscal, Sandra Fleitas, que le puede doler, pero fue nombrada a dedo”, agregó Carrera siguiendo la cronología de lo sucedido. Sobre su designación, apuntó que fue elegida para su ascenso por Ferrero entre 16 personas.