El intendente electo de Canelones, Francisco Legnani, afirma que la solución al transporte metropolitano “no admite más demora” y asegura que, al finalizar su mandato, la obra estará “avanzada”. En entrevista con la diaria, dice que la intendencia canaria promoverá un fideicomiso para financiar el saneamiento en Atlántida y ya negocia con la oposición departamental los votos para aprobarlo en la Junta Departamental, donde necesita el voto de tres ediles para alcanzar la mayoría. En eso ya tiene señales positivas, dice, y cuenta que ya está hablando con los partidos de la Coalición Republicana (CR) para incluirlos en el gobierno.

Sobre el panorama político, cree que la CR se consolidará en todo el país para la próxima elección y que el Frente Amplio (FA) deberá pensar cómo organizarse ante esta nueva realidad. Destaca el trabajo de Fernando Pereira como presidente de la fuerza política, lo valora como el “gran artífice” de la victoria en las nacionales y dice, convencido, que debe continuar; también defiende al gobierno de Yamandú Orsi, pero aconseja no “bailar al ritmo de quienes reclaman resultados en 100 días”.

Presentaste el gabinete la semana pasada, ¿qué elementos pesaron en el armado?

Nos habíamos puesto el plazo de tener el gabinete pronto y anunciado públicamente un mes antes de asumir, de manera tal que los equipos puedan tener un mes entero de transición. Para llegar a ello tuvimos que tener una ronda de reuniones con todos los sectores de la fuerza política, que no son pocos, donde recibimos una serie de nombres propuestos por cada uno para distintas áreas, y hacer un balance con la idoneidad técnica para el cargo propuesto. Lógicamente que la confianza política se da en todos los casos y, no a rajatabla, también se toma en consideración lo que fue el desempeño en las urnas de cada uno de los sectores en mayo. Y el género; para nosotros era una cuestión primordial tener un gabinete paritario, y lo conseguimos. Y conseguimos un equilibrio entre el peso electoral y la idoneidad técnica. En fin, esos equilibrios que hay que tener, [porque] hay que tener los cuidados para que todo el Frente se sienta representado en el gabinete.

En el discurso que diste cuando ganaste, dijiste que ibas a convocar a la oposición, ¿se ha dado eso?

Venimos por un muy buen camino. Ya tuve una instancia con los tres candidatos de la CR [Alfonso Lereté, Sebastián Andújar y Walter Cervini]. A los tres los invité a mi asunción, y los tres me dijeron que iban a concurrir. Empezamos a trazar algunas cuestiones que en campaña las veníamos planteando. Una es esta, reeditar este ofrecimiento [a integrar la dirección de Descentralización] a la oposición. Y creemos que lo vamos a poder lograr. Me parece que también es sano, porque mi idea no es que únicamente coordinen con los municipios de su color político, sino que se integre un equipo de trabajo, que todos trabajemos con todos. La semana pasada tuvimos una instancia con todos los alcaldes y alcaldesas salientes, con todos los entrantes y los consejos. Éramos 150 personas, y yo les planteé bien claro: “Dentro de cuatro años empezamos a pensar de vuelta en tironear por el tema de los votos, ahora somos todos compañeros de trabajo”. Nosotros vamos a trabajar con todos igual. Todos queremos lo mismo. El color que sea, los municipios colorados, los blancos, los nuestros y nosotros, lo mejor para Canelones. Ha sido un proceso que yo lo valoro como muy positivo.

El otro día hubo una primera reunión con la ministra de Transporte, Lucía Etcheverry, para pensar ese rediseño del sistema de transporte metropolitano, ¿qué hay de concreto en esto?

Lucía es muy ejecutiva. ¡Sumamente ejecutiva! Y cuando ella lo planteó el día que asumió como una prioridad me tranquilicé, porque dije: “Acelera de cero a 100 en 20 metros”, y efectivamente eso ocurrió. Conformó un equipo técnico del ministerio, de la Intendencia de Canelones y de la Intendencia de Montevideo con el objetivo de en octubre tener los pliegos prontos, licitar y empezar la obra. Confío plenamente en que vamos a tener la obra avanzada sobre el fin de este período de gobierno. Estaríamos dando una solución que no admite más demora, tanto para Montevideo como para Canelones. Ahí se nos van a venir otros desafíos: nosotros crecimos un 13% de la población entre un censo y otro, en su gran mayoría en la costa, con este problema en el que 16.000 personas por día entran y salen a Montevideo por el eje Giannattasio-Avenida Italia. En la medida en que nosotros resolvamos el tema de la movilidad se nos vienen 100.000 más en un ratito a Canelones y ahí se nos van a sumar nuevos desafíos, y bienvenidos sean.

Justamente, uno de los desafíos de ese crecimiento es el saneamiento. En entrevista con la diaria antes de las elecciones comentaste que una de tus prioridades era ese tema, sobre todo en la obra para Atlántida. Dijiste que habías tenido reuniones con Pablo Ferreri, de OSE, ¿cómo viene esa conversación?

Nosotros tuvimos una reunión con Ferreri, con los técnicos de OSE y los nuestros, y están trabajando en el diagnóstico de lo que costaría el saneamiento en Atlántida; vuelvo a tener una reunión con Ferreri el 23 a ver cómo venimos avanzando. Obviamente intercambié con los tres candidatos de la oposición, porque Canelones tiene condiciones financieras, porque tenemos comprometido por fideicomiso un 13% de los ingresos, por tanto hay paños financieros. Se tienen que dar las condiciones políticas, que es obtener la mayoría especial de 21 votos. El Frente a partir de julio va a contar con 18 ediles y va a precisar tres, pero en estas reuniones previas a asumir el gobierno los tres candidatos de la oposición han manifestado su disposición a acompañar este fideicomiso para el saneamiento de Atlántida, porque en definitiva estamos hablando del principal balneario de nuestro departamento, donde no podemos desarrollar o no se puede desarrollar todo lo que está previsto porque la intendencia misma no lo habilita por la falta de saneamiento. Principio tienen las cosas: Atlántida no va a levantar sin saneamiento. Es el principal balneario de Canelones y queremos que despegue.

Francisco Legnani.

Francisco Legnani.

Foto: Alessandro Maradei

Una de las herramientas que se generaron en el gobierno pasado para atender uno de los problemas que era la falta de trabajo fueron los jornales solidarios. ¿Creés que se deben mantener o puede ser una forma de institucionalizar la precariedad laboral?

No estamos hablando de empleo genuino, ni de un ingreso considerable que le llegue al trabajador, pero de alguna manera, hasta que no levantemos –y eso es con inversión genuina– el empleo a nivel país, es una solución para quien está sin trabajo. La valoración que tenemos nosotros hecha por los gobiernos municipales es muy pero muy buena. Creo que en este momento hay que abrazar el jornal solidario, y lógicamente trabajar por tener más inversión privada; eso es lo que va a hacer crecer la economía y generar empleo.

La Coalición Republicana “va camino a conformarse” en los 19 departamentos

¿Qué lectura hacés del resultado electoral de mayo?

Es positiva, porque en Canelones cuesta mucho hacer conocer a otra figura que no sea la del intendente. Nos pasó con Yamandú [Orsi] en 2015. En su primera candidatura fueron Yamandú y José Carlos Mahía los candidatos y tuvimos una baja en la votación respecto de la elección anterior de la reelección de Marcos [Carámbula]. Ahora nos pasó lo mismo: votamos 3.000 votos menos que en la reelección de Yamandú. Esto –un poco analizado por las encuestadoras– [responde a que] el conocimiento de los canarios y de las canarias, por no consumir tanto medio local, pasa por el presidente, vicepresidente, algún ministro y listo. Entonces es más difícil posicionar una candidatura. Así y todo, nosotros logramos con una experiencia nueva de la coalición en Canelones 13 puntos porcentuales de ventaja. Esperábamos que algún municipio que habíamos ganado por escaso margen, como el caso de Atlántida en la elección anterior, yendo ahora la coalición, podíamos llegar a perderlo. De hecho, ya en octubre habíamos tenido menos votos que toda la coalición sumada, en noviembre lo mismo, y ahora era razonable que se perdiera, y ese municipio lo perdimos. Pero ganamos Montes, el último municipio contra Lavalleja, que estaba en manos del Partido Nacional. Y eso nos pasó con algunos municipios. Teníamos 21, ahora tenemos 18. Y lo mismo con la Junta Departamental. Esperábamos una disminución en la Junta Departamental, y esperábamos perder algún municipio que habíamos ganado por escaso margen. Por tanto, no es algo que nos haya sorprendido.

¿Te esperabas el resultado en Lavalleja? ¿Cómo evaluás lo que pasó en Salto y en Río Negro?

Lo de Salto no me sorprendió. En la elección anterior, si hubiesen comparecido como coalición, ya perdíamos. Ahora que iban juntos, se podía dar perfectamente. En Río Negro las encuestas nos venían dando desde hace un tiempo que estábamos arriba. De hecho, yo sinceramente pensaba, previo a la elección, que Río Negro podía ser de las intendencias ganables. Y con Lavalleja lo que me pasó fue que cuando nosotros suscribimos con el Ministerio de Ambiente el Compromiso por el Agua visitamos Lavalleja y me sorprendió el optimismo de los compañeros de allá. ¿Qué estaba pasando? Yo no lo tenía como una intendencia ganable, pero estaban muy confiados. Entonces ahí yo le puse un ojo a Lavalleja. Nosotros el saldo lo consideramos positivo: pasamos de tener tres intendencias a tener cuatro.

¿Creés que el FA debería generar otra estrategia, pensando en las elecciones que vienen, en un escenario donde la CR se pueda llegar a presentar en más lugares?

¡Claro! Yo creo que producto de esta experiencia se va a conformar en todo el país, mal que le pese al Partido Nacional. Eso fue una iniciativa que el Partido Colorado planteó, que el Partido Nacional no se la llevó, y producto de lo ocurrido en Lavalleja y Río Negro yo creo que se están arrepintiendo. Y me parece que va en camino a conformarse como coalición en los 19 departamentos. ¿Cómo debe pararse el Frente Amplio frente a ello? Nosotros cuando empezamos a visualizar que en esta elección iban a comparecer como coalición lo que nos propusimos fue un despliegue territorial de toda la fuerza política para contrarrestar tres candidaturas del otro lado contra un candidato. Mucha campaña, mostrar la gestión y salir a hablar con la gente, que es la clave. Cada vez se mira menos televisión y se escucha menos radio y se mira más cable, Netflix, lo que sea, entonces el contacto tiene que ser mano a mano. Yo creo que nos dio un resultado bárbaro hablar con la gente para la elección nacional de octubre. Ese “FA te escucha” volando por debajo del radar, sin promoción; obviamente, con un equipo, pero Fernando [Pereira, presidente del FA] conduciendo ese equipo y generando 1.800 reuniones, yendo al interior, comiéndose palos (bien dados, porque nos habíamos desconectado con el interior del país), fue un aprendizaje. La gente no te quiere ver por la tele ni escuchar por la radio. Te quiere ver.

Lo nombraste a Pereira, ¿te gustaría que continuara en la presidencia del FA?

Sí, absolutamente. Me parece que ha realizado un trabajo formidable. Lisa y llanamente. ¡Formidable! Uno de los grandes, el gran artífice de la victoria de octubre. Lo digo en todos lados. Y lo atribuyo en gran medida a este laburo sacrificado, silencioso, de quedarse en casa de compañeros y compañeras en el interior, de amanecer a las cinco, seis de la mañana, arrancar para otro departamento y tomar nota de algo, de lo que tenían razón: habíamos descuidado el interior. Y fue el que nos pinchó en la interna con los 400.000 votos, que era una meta complicada. Al otro día de la interna, yo voy a un programa de televisión y lo primero que digo es: “Acá el que nos pinchó para alcanzar esto fue Fernando”. Es un trabajo que hay que reconocérselo, estoy convencido de que debería continuar.

El gobierno de Orsi cumplió 100 días. Más allá de las medidas anunciadas, ha tenido algunos episodios polémicos, como las renuncias de Cecilia Cairo y Eduardo Viera. ¿Creés que le está costando al gobierno meterse en esa senda y que está atajando penales?

Lo que pasa es que yo nunca vi que se le exija a un gobierno resultados en 100 días; al gobierno hay que evaluarlo en cinco años. Está bien, de repente, si nosotros no vemos plasmado el resultado después de un año, un año y medio, hacerle un reclamo al gobierno. Es una etapa más bien de evaluación, de diagnóstico, de ver cómo nos paramos. En la medida en que tengamos un presupuesto aprobado empezaremos a ver los resultados de este gobierno. Me parece que esta exigencia de resultados a los 100 días va a tono con el dinamismo del mundo de hoy, de que todo tiene que ser ya. Lo que sí me parece es que el gobierno, y lo está haciendo, no puede bailar al ritmo de quienes reclaman resultados en 100 días. Lógicamente que no era esperado el tema de estas renuncias, pero me parece que el gobierno estuvo rápido de reflejos, pero que corre por un canal distinto al de la planificación y al de la ejecución. Confío plenamente –porque lo vi trabajar diez años como secretario general y diez años como intendente– en que Yamandú va a ser un gran presidente y que vamos a cerrar una gran gestión a nivel nacional.