En el piso 25 de la Torre de Antel, con una atrapante vista de la bahía de Montevideo, está la oficina del presidente de la empresa de telecomunicaciones del Estado, Alejandro Paz. Es ingeniero electricista, empezó a trabajar en la empresa en 1994 y no es un político de carrera tradicional. El gobierno del presidente Yamandú Orsi lo designó al frente de Antel, en donde asumió a fines de marzo, luego de que el Senado votara su venia. En entrevista con la diaria, Paz habló de cómo ve el estado de la empresa y de los planes que tiene en mente.

¿Cómo dejó Antel el gobierno de Luis Lacalle Pou?

Desde el punto de vista económico, es una empresa saneada, no tiene deudas; eso está bien. Desde el punto de vista del funcionamiento, bastante mal: estuvo cinco años estancada. Todas las empresas de telecomunicaciones del mundo se han diversificado, porque la conectividad pura es un commodity con el que ninguna empresa puede subsistir; si sólo te dedicás a vender bits, te fundís, porque el costo de la inversión en conexiones es mayor, entonces, nadie invierte sólo en conexiones. Hoy todas las empresas que hacen negocios arriba de las telecomunicaciones son las que realmente se llevan la parte grande de la torta. Acá, durante cinco años, se cortó todo lo que es diversificación y evolución de nuevos negocios, y nos quedamos en el “estamos para conectarte”, un eslogan que hubiera sido aceptable en 1990 o en 2000, cuando realmente faltaban conexiones, pero hoy, que ya está todo el mundo conectado, es terrible.

Específicamente, ¿que dejó de hacer el gobierno anterior?

El desarrollo del data center, de las aplicaciones, de Antel TV, el desarrollo y la distribución de contenidos, de aplicaciones de pago; por ejemplo, Tuapp se frizó, a Tickantel se le cortó la evolución. Si bien la parte de conectividad evolucionó, en todo el resto se estancó y se dejó que esa parte la hagan los privados. Entonces, te quedás con la parte menos rentable, más cara, y los demás hacen el negocio.

¿Por qué pensás que se hizo eso?

Prefiero no atribuir intencionalidades. Pero es una visión que no comparto, me parece muy de los años 90.

El Sindicato Único de Telecomunicaciones aguardaba la asunción de las nuevas autoridades porque quería dialogar sobre varios temas, como la portabilidad numérica, el uso de la fibra óptica y la falta de personal. ¿Alguno de los planteos del gremio tienen asidero?

La portabilidad ya está, no movió la aguja en cuanto a la participación del mercado de las empresas: Claro ganó un poco, Movistar perdió un poco y Antel quedó más o menos igual. Desde el punto de vista de la cantidad de clientes, no nos afectó demasiado. No hay que gastar tiempo en esa discusión, que, a mi entender, ya está bastante laudada.

¿Sobre la falta de personal qué opinás?

Eso es terrible. Entre 2017 y principios de 2025 Antel perdió alrededor de 1.500 funcionarios, o sea, cerca de un cuarto de la plantilla; entre 2019 y 2024 no entró un solo profesional a Antel y además perdió mucho personal calificado. Por ejemplo, de la parte de Ingeniería de Sistemas se nos fueron a empresas privadas, pero también a empresas públicas. Eso es muy complicado para Antel, estamos trabajando para recuperarnos.

Esta administración revocó la medida implementada por el directorio anterior que permitía que los cableoperadores puedan arrendar la fibra óptica de Antel. De todas maneras, no se estaba usando con ese fin.

Es un producto tipo mayorista que sacó Antel, que estaba orientado a que los cableoperadores usaran parte de la infraestructura de Antel. No hubo ningún contrato en ese marco, decidimos bajarlo para pasar a los productos que teníamos antes, y lo estamos reestudiando. Pero, como decís, no hubo ningún cableoperador que se subiera a ese producto; supongo que porque no era demasiado atractivo o no estaban suficientemente maduros como para empezar a salir.

El gobierno anterior también habilitó que los cableoperadores puedan vender servicios de banda ancha y acceso a internet. ¿Cómo lo analizás?

Es un marco regulatorio nuevo que nos pega, porque antes teníamos el monopolio del acceso fijo a internet y hoy hay 73 cableoperadores que están habilitados, y nueve que ya están operando, o sea que ahora tenemos un montón de competidores. Es un marco regulatorio un poco particular, porque estos competidores tienen todos los derechos, pero no tienen ningún deber, no tienen por qué hacer un despliegue en determinado tiempo, no pagan ningún canon. Nosotros tenemos que cubrir todo el país, garantizarles el derecho a las comunicaciones a todos los ciudadanos, independientemente de que estén en un núcleo poblado o en un pueblito aislado. Es una competencia desleal, porque no tenemos las mismas reglas.

Este directorio también revocó el contrato para pagarle cerca de un millón de dólares por año a cada uno de los tres canales privados de Montevideo, durante tres años, para transmitir su señales por Antel TV en exclusiva para celulares.

Es un producto que no era conveniente para Antel. Tenemos estudios que demuestran que no es demasiado visto por nuestros clientes, es muy poca la gente que mira un canal de televisión en un celular. Además, ninguna plataforma de video tiene la inhibición de no poder hacer un casteo para mirar en una pantalla grande. No debería haber pasado con Antel, perjudica nuestro producto de distribución de contenidos. Por eso se cortó esa renovación y ahora estamos abiertos a una negociación. Tenemos claro que Antel no debería tener ningún producto que no sea casteable, porque eso no existe en ningún lugar del mundo.

Entonces, ¿no es que se va a cortar el contrato, sino que van a negociarlo en otros términos?

Puede ser que lo renovemos en otros términos, con otros valores, o puede ser que se termine cortando, pero la negociación está abierta. Ya está hecho el último pago y hasta agosto tenemos el servicio.

Este año vence el contrato con ASM Global, la empresa estadounidense que gestiona el Antel Arena. ¿Se está trabajando en la renovación?

Estamos en fase de estudio, viendo los números y los contratos. Queremos potenciar el Antel Arena; todavía no tenemos definido exactamente cuál va a ser el paso siguiente, pero estamos trabajando fuerte en eso.

¿Está siendo un negocio para Antel? ¿Me podés dar números?

La ganancia de Antel es del entorno de dos millones y medio de dólares al año. La empresa gestiona, hace el mantenimiento, contrata a las personas para seguridad, portería, limpieza, mantenimiento de los aires acondicionados, etcétera; a su vez, es la que tiene los contactos con los productores que hacen los espectáculos en el Antel Arena.

¿Qué piensan plantear en la renovación del contrato?

Queremos poder usarlo más y que haya más espectáculos no sólo para quienes pueden pagar una entrada, sino para más población. Hoy ya nadie discute el Antel Arena, es un activo muy grande. Estoy seguro de que todos –el resto de nuestros competidores– quieren tener un Antel Arena; entonces, es un activo de marketing muy importante y lo queremos potenciar. Hoy ya tenemos un diagnóstico bastante bueno y estamos trabajando para cambiar todas las cosas que no nos convencen en el próximo contrato.

¿Por ejemplo?

A veces, cuando Antel quiere usar el Antel Arena para sí tiene que contratar el catering de la empresa que tiene la concesión, y eso nos encarece el uso. Ese tipo de cosas queremos cambiarlas.

¿Qué piensan hacer para competir con las demás empresas de telecomunicaciones que están en el país? Ahora, por ejemplo, Tigo compró las operaciones de Movistar en Uruguay.

Tigo es un competidor fuerte; como toda empresa de telecomunicaciones, no se quedó vendiendo bits: tiene fútbol, billeteras electrónicas, complementa sus actividades con otras cosas que también generan ingresos. Pensamos competir fuerte. Antel tiene una muy buena infraestructura, tenemos que mejorar nuestra atención de clientes, seguir mejorando nuestra red y explotar más el 5G. Por ejemplo, ahora estuvimos en un evento multitudinario [Cosquín Rock], en los que la gente ya está acostumbrada a que los teléfonos no funcionen y a que los POS no puedan facturar, porque la acumulación de personas hace que se saturen los sistemas de telecomunicaciones. Pero tuvimos una experiencia muy buena, los POS funcionaron, nuestros clientes pudieron hablar y mandar videos. Queremos diferenciarnos en calidad. Estamos trabajando en el Campeón del Siglo, en el Gran Parque Central y en el Centenario; donde haya un evento masivo, queremos que los clientes se acostumbren a que con Antel se pueden comunicar.

¿Tienen pensado más contenidos para Antel TV?

Sí, queremos ampliar nuestra oferta de contenidos. Tenemos un muy buen acuerdo con Disney. Vamos a tener algo más de contenido propio, estamos haciendo acuerdos con Canal 5 y con la Dinatel [Dirección Nacional de Telecomunicaciones] estamos viendo de dotar a nuestro Antel TV de contenido de calidad, como se tuvo en 2018, que pasaba básquetbol, carnaval y la gente estaba acostumbrada a ver cosas en Antel TV. Pero hoy lo mira poco, entonces queremos retomar ese camino para tener mejor combo de contenido y red.

¿Cuál es el principal desafío para Antel en estos cinco años?

Son varios, por el mercado competitivo en el que quedamos inmersos, con un marco regulatorio poco adecuado. Vamos a tener que competir y ser los mejores para poder mantener nuestra participación de mercado. Seguro que vamos a perder algo, pero la idea es perder lo mínimo posible.

¿En el sentido económico, de clientes?

En todo sentido. Vamos a perder participación de mercado, eso es prácticamente un hecho. Porque hay competidores que van a tomar parte de tus clientes, con reglas que son distintas para los dos.

¿Hablaste con el Poder Ejecutivo, con Orsi, sobre la posibilidad de hacer algún cambio en ese sentido?

No, creo que ellos ya lo tienen claro y van a hacer lo que puedan. Si yo tengo estas reglas de juego, tengo que jugar lo mejor posible. Esa es nuestra idea.