“En un contexto internacional turbulento, hoy el mundo se parece a un manicomio dirigido por sus propios enfermos”, dijo el presidente Tabaré Vázquez el miércoles en la 73ª Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, en Nueva York, al tiempo que resaltó el compromiso “irrenunciable” de nuestro país con la promoción y la protección de los derechos humanos. No era la primera vez que recurría a esa metáfora, que ya había causado molestia en usuarios y familiares de personas con sufrimiento psíquico.

El viernes, Caminantes, la federación de organizaciones de familiares por la salud mental, transmitió públicamente su malestar con las expresiones del presidente, a las que catalogó de “infelices”. En un comunicado, Caminantes menciona que “el error” se agrava porque las declaraciones tuvieron trascendencia mundial. “La metáfora utilizada pretende por lo menos, criticar a quienes cometen los peores errores y horrores, que afectan nuestro mundo. Además la misma responde a una elección equivocada e infeliz, ya que pudo no ser entendida por los representantes de aquellos países –no –, donde estas estructuras asilares ya no existen, y refleja además nuestro brutal atraso en la materia”, expresa el comunicado.

Agrega que aunque las declaraciones ocurrieron luego de aprobada la nueva Ley de Salud Mental, la imagen evocada por Vázquez, aunque no haya sido su intención, “continúa estigmatizando a las personas con problemas de salud mental”. “En momentos que se está programando la desmanicomialización y la clausura de los centros psiquiátricos monovalentes como política de Estado, usar esa metáfora nos hiere y nos indigna. En todo caso, si los manicomios hubieran sido gestionados por los pacientes, de seguro hubieran sido más humanos”, remarca.

Añade que la metáfora “es perjudicial ya que legitima la discriminación y el menosprecio por ciudadanos y ciudadanas altamente vulnerables” y habilita a que comunicadores, periodistas “y un amplio sector de aquellos que continúan apegados a visiones estigmatizantes continúen el menosprecio y la discriminación”.

“Nos duele, nos hiere, nos molesta por haber sido pronunciadas donde lo fueron, por no haber tenido en cuenta el cambio de paradigma que supone la nueva ley de salud mental que desde nuestro propio gobierno –ya sea el Ministerio de Salud Pública o ASSE– se comienza a implementar. Es, seguramente sin quererlo, un sabotaje a lo que el mismo gobierno viene realizando”, señalan los familiares, que culminan el comunicado pidiendo “tener mayor respeto para con las personas que sufren problemas de salud mental”.