El 5 de marzo, el Poder Ejecutivo envió al Senado la solicitud de venia para designar a Natalia Pereyra y a Pablo Cabrera en representación de los usuarios y de los trabajadores –respectivamente– en el directorio de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE). Los partidos Nacional, Colorado e Independiente adelantaron en la sesión de la Comisión Administrativa del 7 de marzo que no votarán la venia de la representante de los usuarios (los blancos no tomaron postura respecto de la designación de Cabrera): cuestionaron su representatividad y sostuvieron que los usuarios defienden intereses “corporativos”. Al no contar con los votos favorables de tres quintos del Senado, el Ejecutivo deberá reiterar –o modificar– su planteo a los 60 días de haberlo presentado, y entonces el Senado podrá aprobar las venias por mayoría simple. Lo cierto es que por 60 días ambos representantes sociales están fuera del directorio de ASSE.

Las expresiones de los legisladores de la oposición causaron molestia en los usuarios organizados, pero no en todos.

El Espacio Participativo de Usuarios de la Salud (EPUS) emitió el 7 de marzo un comunicado en el que planteó que los usuarios son “el colectivo menos corporativo que puede existir dentro de todos los actores de la salud”. En cuanto a la representatividad, recordó que ha presentado “reiterados proyectos para que con garantías elementales” se desarrollaran elecciones para elegir a quienes actúan en nombre de los usuarios en los diferentes ámbitos –juntas departamentales y juntas locales de salud, consejos consultivos de prestadores públicos y privados; también en el directorio de ASSE y en la Junta Nacional de Salud (Junasa)–, pero que esos planteamientos no tuvieron éxito. El EPUS también alegó que esa participación en ASSE y en la Junasa “es una conquista que la sociedad organizada logró luego de muchas luchas”, y que como “ese derecho no lo regaló nadie”, no está dispuesto a aceptar que les sea “arrebatado”, recordando además que los usuarios “no tienen bandera partidaria”.

Por su parte, el Movimiento Nacional de Usuarios de la Salud Pública y Privada (MNUSPP), colectivo al que pertenece Pereyra, emitió el viernes 16 un comunicado en el que también recuerda que esa organización siempre ha defendido “la elección directa de la representación social de todos los usuarios del Sistema Nacional Integrado de Salud [SNIS]” y rechaza la acusación de “corporativismo”.

El tercer movimiento de usuarios de carácter nacional es la Asociación de Usuarios del Sistema de Salud (ADUSS), que existe desde hace 26 años, o sea que es anterior a la reforma del sistema. En diálogo con la diaria, Eloísa Bimba Barreda, fundadora de ADUSS, dijo que para su organización “la representación de usuarios en el directorio de ASSE no tiene el más mínimo sentido, y menos cuando es una representación política”, porque en su opinión los movimientos “han sido formados a nivel político del Frente Amplio”. La ADUSS se dedica a mediar en conflictos entre usuarios e instituciones de salud.

Al margen

La forma en que se elegirán a los representantes de los usuarios aún está pendiente de reglamentación por parte del Poder Ejecutivo. Los involucrados miran el camino recorrido por la Organización Nacional de Asociaciones de Jubilados y Pensionistas del Uruguay en el Banco de Previsión Social, pero señalan también que esa construcción llevó muchos años.

El EPUS se reunió el viernes con el ministro de Salud Pública, Jorge Basso. Walter Estévez, integrante de la organización, dijo a la diaria que fue una reunión positiva en la que conversaron sobre el camino “a largo plazo”. Considera que debe trabajarse “desde la base de la pirámide a lo más alto”, en cada centro de salud público o privado, visibilizando y profundizando lo que ya se está haciendo, y unirlo con la participación de los colectivos en juntas departamentales de Salud y en la Junasa, para “llegar con ese trabajo a la definición de cómo y quiénes vamos a elegir a los representantes”. Aseguró que será un ejercicio que dará “músculo” a las organizaciones de usuarios. Pero la movilización es difícil por el momento: Estévez planteó que en las sucesivas rendiciones de cuenta el EPUS ha pedido, sin éxito, más recursos; su presupuesto anual es de 100.000 pesos, y hay que tener en cuenta que es un movimiento nacional y que un pasaje a Salto cuesta 2.000 pesos. Hoy el EPUS se reunirá con el presidente de ASSE, Marcos Carámbula.

Si bien Pereyra pertenece al MNUSPP, trabaja en coordinación con el EPUS. “Estamos afuera de ASSE, al igual que los trabajadores, lo cual a los equipos de trabajo de la representación de trabajadores y usuarios les trae una cantidad de problemas para canalizar demandas, inquietudes y temas urgentes”, dijo Estévez.

Pereyra explicó a la diaria que, si bien su participación en el directorio está en suspenso, sigue recibiendo permanentemente planteos de los usuarios. Lo que más le preocupa al MNUSPP es que, al igual que ocurrió en 2015, cuando el Ejecutivo no había designado a los representantes de usuarios y trabajadores, ambos colectivos quedarán fuera del diseño presupuestal que haga el nuevo directorio. Hasta ahora, dijo que los principales pedidos de los usuarios tienen que ver con recursos para mejorar el primer nivel, dotando de personal a los centros de atención y “dignificándolos”.