Se harán trasplantes renales pediátricos, se amplió la cobertura del implante de cardiodesfibriladores, del implante coclear, y los menores de 15 años diabéticos podrán acceder gratuitamente a bombas de insulinas. En conferencia de prensa, Jorge Basso, titular del Ministerio de Salud Pública (MSP), Alicia Ferreira, directora general del Fondo Nacional de Recursos (FNR), y Martín Vallcorba, representante del Ministerio de Economía y Finanzas en la Comisión Honoraria Administradora del FNR, anunciaron ayer la incorporación de estas cuatro prestaciones.

Basso informó que para definir las prioridades se tuvo en cuenta la opinión de las cátedras de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República y de más de 60 asociaciones de pacientes. Algunas de estas prestaciones eran demandadas por medio de mecanismos de judicialización, como el implante coclear, que es un dispositivo que, mediante cirugía, se coloca en el oído interno para mejorar la audición de personas con sordera neurosensorial profunda.

El costo anual de estas prestaciones será de 4.500.000 dólares, anunció Vallcorba, quien dijo que se logra “gracias a los esfuerzos de eficiencia y negociación del gasto” y que es necesario que la decisión sea financieramente “sustentable en el tiempo”, para no tener que recortar ninguna prestación de las que se implementan. Recordó que el FNR tuvo serios problemas económicos a fines de la década de 1990 y comienzos de este siglo, pero que “una muy buena gestión” ha permitido ampliar permanentemente la cobertura (antes de 2006 el FNR no financiaba medicamentos).

Trasplante renal pediátrico

Fue incorporado mediante un convenio entre el Instituto de Nefrología y Urología y la Asociación Española, y ya se dio el primer caso: una niña de siete años a quien se le trasplantó, a comienzos de octubre, un riñón de su padre. Basso detalló que la incorporación de esta prestación sigue la recomendación del trasplante como alternativa a los tratamientos de diálisis. “Hemos resuelto un problema sanitario importante”, dijo, y anunció que se espera poder resolver progresivamente la lista de espera de niños con insuficiencia renal.

Cardiodesfibriladores

Desde 1999 el FNR cubría el implante de cardiodesfibriladores para las personas que habían tenido algún episodio brusco de riesgo cardiovascular, como un ataque cardíaco, dijo Basso. Tal como reseña en su web el FNR, el cardiodesfibrilador es un dispositivo implantable que mediante una descarga eléctrica corrige la alteración del ritmo cardíaco”, que puede provocar la muerte súbita de la persona. La cobertura del FNR hasta ahora era para casos de prevención secundaria, es decir, se implementaba para prevenir nuevas afectaciones, pero una vez que la persona ya había sufrido el daño. Basso destacó que ahora se incorporó como prevención primaria, “para pacientes de alto riesgo que no han sufrido episodios se aplica con un criterio más preventivo, antes de que aparezca un episodio”, resaltó. Añadió que además de los dispositivos, el FNR se hará cargos de los controles, que hasta ahora quedaban en manos del prestador de salud.

En 2019 la cobertura de los cardiodesfibriladores alcanzó a 121 personas; se calcula que la proporción pasará a ser de 300 por año.

Implante coclear

Hace 25 años que el FNR financia el implante coclear a niños menores de siete años que tienen sordera congénita, recordó Basso. Ahora no sólo se amplió la población beneficiaria, sino la prestación. De acuerdo a lo anunciado, se desarrollará un programa integral para corregir la hipoacusia neurosensorial severa o profunda de cualquier persona, independientemente de su edad. Además de cubrir el dispositivo y la cirugía (que hasta ahora estaba a cargo del prestador de salud), con este programa el FNR busca asegurar la rehabilitación, porque “desde el punto de vista técnico la colocación del dispositivo no implica que la persona que tiene una patología neurosensorial importante por el solo dispositivo pueda entender y escuchar”, detalló Basso. La rehabilitación incluye la atención de fonoaudiólogos, maestras especializadas, apoyo psicológico y social, y el MSP hará un llamado a centros de referencia para que hagan todo este proceso (mientras se concreta, seguirán trabajando con los prestadores, como lo hacen hasta ahora). Estiman que 65 personas por año necesitarán recurrir a este programa.

Bombas de insulina

Su incorporación era un largo reclamo de las personas con diabetes. Por el momento, se habilitó su cobertura para niños y adolescentes de hasta 15 años. Basso comentó que estos dispositivos demostraron tener mayor eficacia en niños y en población joven, sobre todo en casos de diabetes lábil, cuyo control genera una serie de complicaciones. Adelantó que se comprará el equipo más moderno, pero que todavía no está disponible porque se está negociando con el prestador. El FNR también se hará cargo de los insumos mensuales que se requieren para que la bomba funcione. Aclaró que los niños que se beneficien con esta prestación deberán tener familia o responsables que tengan una conducta muy estricta, porque el dispositivo –que hace una infusión de insulina– requiere ajustes, controles y calibración, que van acompañadas de pautas en la alimentación. Se estima que actualmente la necesitan entre 25 y 30 niños, y que por año habrá tres o cuatro casos nuevos.