En pleno desarrollo de la digitalización de las historias clínicas, la semana pasada los médicos de la Red de Atención Primaria del área metropolitana de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) volvieron a escribir la mano y dejaron de entregar los partes diarios. Fue una medida gremial, que buscó presionar a las autoridades para que respondieran a sus reclamos, vinculados a la falta de recursos humanos y a las malas condiciones edilicias de algunos centros.

El jueves de noche las autoridades de ASSE respondieron por escrito la propuesta que habían quedado en enviar el lunes, cuando se habían reunido en la Dirección Nacional del Trabajo (Dinatra). Este viernes el Comité Ejecutivo del Sindicato Médico del Uruguay (SMU) resolvió aceptar la propuesta, levantar transitoriamente las medidas tomadas por los médicos, y solicitó instalar, en un plazo no mayor de tres días, una mesa de negociación bipartita para trabajar los puntos no resueltos.

En diálogo con la diaria Zaida Arteta, secretaria del Comité Ejecutivo del SMU explicó que en la respuesta, ASSE se comprometió a otorgar el médico que había retirado en julio del turno nocturno de la puerta de emergencia del centro de salud de la Ciudad de la Costa, que fue el detonante por el que se inició el conflicto. Detalló que lo estipulado es que haya tres médicos en el turno nocturno, pero que por motivos presupuestales, ASSE quitó uno, siendo que es un área donde “no se puede recortar”. Dijo que en las primeras tres reuniones que tuvieron ASSE no quería restituir al médico y proponía que estuviera de forma “volante”, es decir, que estuviera en ese puesto salvo que en otra puerta de emergencia quedara un solo médico en la noche y debiera cubrirlo, pero “es asumir que en muchos lugares hay uno solo”, interpretó.

Los puntos a trabajar ahora en la bipartita deberán resolver acerca de la falta de médicos en el resto de las puertas de emergencia de la RAP metropolitana (centros de salud del Cerro, Jardines del Hipódromo y Piedras Blancas), la falta de especialistas en salud mental y de personal de enfermería en los centros de la RAP, así como la carencia de especialistas para evaluar las alteraciones en el desarrollo de niños, niñas y adolescentes.