El oncólogo Luis Alberto Ney Castillo y el economista Alejandro Ramos fueron los encargados de presentar las propuestas del candidato colorado a la presidencia de la República, Ernesto Talvi, en el ciclo de charlas que está organizando el Máster en Dirección de Empresas de Salud de la Escuela de Negocios de la Universidad de Montevideo. Castillo aclaró que la propuesta es sólo del grupo Ciudadanos, pero que están generando reuniones para que sea de todo el partido.

El programa critica que el Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) “no ha logrado aún resolver algunos de los puntos esenciales”, como la accesibilidad a los servicios, la integración del sector público y el privado, la dirección y el control, y el modelo asistencial. De entrada, Ramos aclaró que el déficit fiscal ha crecido en los últimos años y que en ello incidió la ampliación de la cobertura, porque el presupuesto creció al incluir a pasivos, hijos y cónyuges de trabajadores. Dijo que hay que considerarlo porque “hay otras áreas en las que el país tiene que esforzarse y mejorar”, y hay que “buscar mecanismos” que mejoren la calidad y eficiencia del SNIS.

Castillo expresó que “toda la población siempre tuvo cobertura” y que en verdad lo que buscó la reforma fue que las personas accedieran mejor, pero eso no se logró. Sostuvo que si bien se han desarrollado estrategias para hacer mayor énfasis en la promoción de la salud y en la prevención, “el modelo asistencial imperante sigue enfocado en la atención de la enfermedad de los hechos puntuales”. En cuanto a la gestión, criticó que “no hay sistema auditor con capacidad potente de acuerdo al cumplimiento de las metas asistenciales” ni de los tiempos de espera, y que “cada institución reporta por sí los datos que se le requieren, que no son auditados y por tanto no hay transparencia de la información”. Para corregir eso, Talvi propone fortalecer el rol de control y supervisión del Ministerio de Salud Pública (MSP), de forma similar a lo que hoy hace el Fondo Nacional de Recursos con los institutos de medicina altamente especializada, y que se hagan cumplir los contratos de gestión firmados con las instituciones. Para mejorar la capacidad de control, Talvi propone reformular el sistema nacional de información e incluir allí a los servicios públicos. Se piensa garantizar la “libertad de elección de los usuarios” eliminando el corralito, que fue instalado en 2003, durante la gestión de Jorge Batlle. “Lo modificaremos buscando un equilibrio entre la libertad de elección de los usuarios y la necesaria resiliencia del sistema a cambios bruscos”, expresó Castillo.

Ramos anunció que se buscará crear una agencia de evaluación de tecnologías independiente. “Es necesario que haya un grado de autonomía del MSP para evaluar el área privada y la pública”, dijo, y subrayó que “el país tiene que gastar y gastar bien” y que la agencia permitirá “producir los resultados necesarios desde el punto de vista técnico y económico”. Añadió que las instituciones de salud tendrían que acreditar su calidad de atención.

Talvi propone que la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) tenga un nivel de “excelencia” que haga que los ciudadanos opten por ella y que los profesionales elijan trabajar allí. Castillo opinó que es necesario adecuar el marco jurídico de ASSE para que “pueda desempeñarse como prestador eficaz y eficiente”. Dijo que las leyes “limitan y colocan a ASSE dentro de una burocracia” y que es necesario “ponerla en igualdad de condiciones para competir con los demás prestadores”. Castillo especificó que es necesario cambiar la organización y la gestión de los recursos humanos, “disminuir las diferencias en trabajo, según la naturaleza pública o privada del prestador”, hacer evaluaciones continuas, crear incentivos, y hacer concursos para ingresar y ascender. Dijo que si bien ya existe la regionalización, todavía el interior todavía depende de la autorización central. Se propone que los ingresos de un centro por venta de recursos queden en ese centro, en lugar de ir a Rentas Generales, porque “es un estímulo para la gestión de las unidades ejecutoras”. El programa hace énfasis en mejorar los sistemas de auditoría y control de ASSE; “la información tiene que ser oportuna, no se puede conocer cuando ya pasó un semestre o al cierre del ejercicio”, reclamó Castillo.

Para mejorar la calidad de atención, Talvi propone consolidar herramientas impulsadas por el SNIS: el modelo médico de referencia, recurrir a cargos de alta dedicación (CAD) para combatir el desempleo, impulsar los centros de referencia y la telemedicina. Consultado por el público sobre la contratación de especialistas anestésico-quirúrgicos por medio de CAD –algo a lo que el sindicato que nuclea a esos especialistas se opone–, Castillo expresó que es un problema gremial y que hay dinero de por medio. “Es muy difícil, después de que tenés un ‘derecho’ ganado, poder cambiar el rumbo”, dijo, pero afirmó que se conversará porque “los CAD son el camino para llevar adelante un sistema de salud”. Ni Castillo ni Ramos dijeron de dónde saldrán los recursos para implementar la reforma, pero aseguraron que no se aumentará la carga impositiva.

Tres propuestas centrales de Ernesto Talvi

Cambio del modelo asistencial: implementar más estrategias de prevención.
Fortalecer el rol rector del MSP y crear una agencia de evaluación independiente.
Reformar el marco jurídico de ASSE para facilitar la contratación de recursos humanos.