Mientras se trabaja en reforzar el tercer nivel de atención, que se verá tensionado por la atención que requieran los pacientes críticos de Covid-19, no debería descuidarse el primer nivel –el de policlínicas y visitas domiciliarias de seguimiento–, que resuelve cerca de 80% de los problemas de salud. La Sociedad de Medicina Familiar y Comunitaria (Sumefac) emitió el viernes un comunicado en el que solicita la permanencia de los especialistas en el territorio y cerca de las comunidades.

En diálogo con la diaria, Marcela Cuadrado, presidenta de la Sumefac, contó que en las últimas dos semanas se cerraron más de 70 centros del primer nivel de atención, la mayoría de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), pero también privados. “El cierre de los centros y sacar a los equipos de salud del primer nivel es un modelo que se aplicó en otros países y no funcionó porque la gente se sigue enfermando de las cosas que vemos habitualmente. Además, 85% de los casos de Covid-19 son de tratamiento comunitario”, dijo. “Nos alejamos de los controles del niño, de las embarazadas, de quienes tienen depresión y ansiedad. Nos alejamos de las comunidades enteras. Cierran las escuelas, cierran las policlínicas. Es terrible”, lamentó.

Cuadrado entiende que la medida busca proteger al personal de salud, lo que valora como importante, porque, según indicó, en España e Italia el personal de la salud abarca 17% y 18% de los casos de Covid-19 y en Uruguay ya son 25 trabajadores, pero solicita mantener abiertas las policlínicas que tienen las condiciones de bioseguridad. Plantea que es una forma de “estar cerca a través de canales informativos” y que, en el caso de que llegue a la policlínica algún paciente con síntomas respiratorios (la recomendación es llamar a domicilio), hay que tener un lugar para atenderlo sin que tenga contacto con otros usuarios.

Según la médica, la mayoría de las instituciones privadas reorganizó la atención del primer nivel en un equipo que atiende a domicilio a los pacientes con síntomas respiratorios y otro que hace teleasistencia. En ASSE hay un equipo de visita domiciliaria, uno que atiende en las policlínicas de mayor tamaño y otro en atención telefónica. Pero la Sumefac quiere reforzar los equipos para hacer el seguimiento de quienes no están consultando pero están viviendo situaciones de riesgo, como los adultos mayores que están solos, las personas en situación de vulnerabilidad y los adolescentes. Cuadrado pide capacidad para tener una actitud más proactiva y adelantarse a lo que pueda pasar. “Ahora sólo se está pensando en Covid-19”, comentó.

Los especialistas piden reforzar la teleasistencia y que los prestadores brinden vías alternativas de comunicación. “Pedimos un celular o una tablet para que el psicólogo siga comunicándose con su paciente; la partera, con las embarazadas. Todos los técnicos podemos contener a la comunidad si está con afecciones respiratorias; es una forma de estar cerca”, planteó.

La Sumefac pide que se “garantice el testeo masivo” de casos sospechosos y que los médicos del primer nivel puedan hacer los hisopados (toma de muestras), porque se ha atendido a personas que tienen todos los síntomas y, sin embargo, no se ha podido hacer más que recomendarles que se queden en su casa. “Pero la gente precisa saber si tiene o no tiene Covid-19. Entonces, se iba a los centros de salud [a un hospital] a que le hicieran diagnósticos, y se corre el riesgo de que la transmisión sea mucho más grande”, advirtió. Según Cuadrado, se está trabajando para que los test se hagan en el primer nivel de atención. Los otros puntos se conversarán en estos días, en reuniones que la Sumefac está gestionando con ASSE y las mutualistas.