“Diagnóstico a tiempo” fue la premisa que eligió la Asociación Comunidad Hepatitis C Uruguay (ACHCU) para las jornadas de detección del virus de la hepatitis C que se desarrollaron desde el lunes hasta este jueves en el Palacio Legislativo en el marco de la campaña “Uruguay sin hepatitis C”, que promueve la erradicación de la enfermedad en el país. Se hicieron 400 test, que se les aplicaron a legisladores, funcionarios y público general.

En la mesa de apertura, el lunes al mediodía, el presidente de la Cámara de Representantes, Martín Lema, sostuvo que “hay que concientizar para que cada uno se haga el test” y dar a conocer que hoy existe un medicamento en el Fondo Nacional de Recursos (FNR) que se otorga de forma “universal” y que permite “la cura de la enfermedad”.

El presidente de la ACHCU, Jorge Adán, destacó los avances en el acceso a tratamientos y medicamentos en los últimos cinco años: detalló que, al inicio del segundo gobierno de Tabaré Vázquez, en 2015, el medicamento que curaba el virus costaba 100.000 dólares y hoy cuesta “700 dólares y está bajando” gracias al trabajo de la ACHCU.

Adán reclamó a los legisladores la elaboración de un proyecto de ley de erradicación de la hepatitis C para “dejar bien claro que esta lucha por la vida es un compromiso asumido y, por lo tanto, irrevocable”. En ese sentido, el referente de la asociación entregó “varias solicitudes de audiencias” a los integrantes de diferentes comisiones de las cámaras parlamentarias involucradas en el tema y a la subdirectora general de Salud del Ministerio de Salud Pública (MSP), María Luján Giudici, que concurrió a la presentación. “No podemos seguir esperando por mucho tiempo más, porque el tiempo de los pacientes es diferente. Cada día que pasa se agrava su situación y cuanto antes se intervenga, menor va a ser el daño ocasionado”, expresó Adán. El presidente de ACHCU sostuvo que, desde 2008 a la fecha, el MSP tiene registrados alrededor de 3.500 pacientes con hepatitis C y que todavía, “por diferentes razones”, no han recibido tratamiento. Por eso, reiteró su pedido a las autoridades del organismo de contactar a estas personas “para notificarles que hoy tienen una cura”; “Es urgente”, agregó. En diálogo con la diaria, Adán explicó que los tratamientos no se han puesto en marcha, en algunos casos porque no han sido informados de que hay una cura disponible y en otros por “falta de recursos para costearse los exámenes”.

Detectar y prevenir

La campaña “Uruguay sin hepatitis C” no tuvo su inicio en Montevideo, sino que viene de un amplio recorrido en Canelones. La primera jornada de detección de hepatitis C se desarrolló en el Complejo Cultural Politeama, con el auspicio de la comuna canaria. Desde entonces, los móviles de salud que habitualmente recorren el departamento incorporan el examen de hepatitis C para quienes quisieran hacérselo. Afortunadamente, la campaña tuvo éxito: muchas personas se realizaron el test, e incluso el intendente de Canelones, Tabaré Costa, les planteó la idea de trasladar la propuesta al Congreso de Intendentes para que otras intendencias se sumaran a la propuesta. “Si bien, extraoficialmente, sabemos que hay otras intendencias que están interesadas, oficialmente todavía no se hizo el planteo”, contó Adán. Entre las intendencias que podrían participar está la de Montevideo.

Las primeras jornadas de detección del virus llegaron a Montevideo a partir de una propuesta de la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón. El Día Mundial contra la Hepatitis, la ACHCU había realizado un evento en la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) en el que había participado Argimón, y ese día la vicepresidenta ofreció a los referentes de la asociación hacer unas jornadas de detección del virus en el Parlamento.

Adán explicó que el objetivo de esta campaña es “encontrar” a las 50.000 personas que, de acuerdo con las estadísticas internacionales, estiman que padecen la enfermedad en Uruguay. Según la ACHCU, la enorme mayoría que tiene el virus (95%) no lo sabe. La baja detección de la enfermedad ocurre porque los síntomas de la hepatitis C no se manifiestan hasta que causa cuadros más graves. “Por algo se le llama la enfermedad silenciosa, porque en la medida en que avanza no da síntomas, hasta que se está en una etapa más avanzada”, expresó Adán, que acotó que lo más grave es que cuando se llega a esta instancia “posiblemente no puedas revertir la situación”. De allí la importancia de la detección del virus en sus etapas tempranas, donde el tratamiento farmacológico asegura la cura de la enfermedad.

En los estados más avanzados, la hepatitis C puede desencadenar cirrosis, cáncer hepático, cáncer renal, problemas en el metabolismo férrico, crioglobulinemia mixta, trombocitopenia, linfoma no Hodgkin de células B, disfunción tiroidea, diabetes, urticarias, psoriasis, fibrosis pulmonar, cardiopatía, entre otros, comentó Adán. “Son muchos y por eso nosotros no decimos ‘el virus de la hepatitis C’, decimos ‘el virus C’, porque es mucho más amplio”. En esos casos se necesita una medicación más cara, que también proporciona el FNR, pero no en todos los casos es seguro el acceso.

Para prevenir la transmisión del virus, el referente de ACHCU señaló que es importante evitar el contacto con sangre. “Es muy difícil porque todos estamos en contacto con sangre de otras personas en algún momento. Muchos comparten la maquinita de afeitar, en una relación sexual ‒aunque es baja la transferencia del virus en ese sentido, pero ocurre‒, o puede darse al colocar piercings, tatuajes”, manifestó. Adán señaló que en el sistema de salud se han disminuido los contagios a gracias al uso de materiales descartables, pero hace “20 o 30 años” no era así, y allí estaba el foco más grande de contagios.

La ACHCU trabaja para garantizar el acceso a tratamientos para hepatitis C. En ese sentido, desde hace tres años se ocupa de los medicamentos de alto precio. “Hicimos gestiones para registrar un medicamento de bajo precio en Uruguay y hace un año se registró”, de esa forma 98% de las personas pueden acceder a ese medicamento que el FNR “les entrega todos” de forma universal y así logran curarse, aseguró Adán. Asimismo, ya se mejoró el protocolo de acceso, que “antes era bastante complicado y difícil, pues eran muchos los requerimientos”. También se ha planteado la posibilidad de comprar mayor cantidad de medicamentos, ya que referentes del FNR consideran que con esta campaña y con un protocolo más accesible “más gente lo va necesita”. Adán advirtió, también, que “hay un pequeño margen (2%), que puede tener problemas más complejos o que ha fracasado con ese primer medicamento y, por tanto, necesita otro que cuesta alrededor de diez veces más”.

Brote en Ceremos

En mayo la ACHCU informó a las autoridades de ASSE sobre un brote de hepatitis C que involucraba a 88 pacientes de los 610 internados en el Centro de Rehabilitación Médico Ocupacional y Sicosocial (Ceremos, ex colonias psiquiátricas Bernardo Etchepare y Santín Carlos Rossi). Al respecto, el presidente de ASSE, Leonardo Cirpriani, dijo a la diaria que “56 pacientes ya fueron completamente estudiados y están en condiciones de comenzar el tratamiento” farmacológico y que, de esos 56, hay 20 pacientes que “están a punto de comenzarlo” y ya se presentó al FNR la documentación requerida para tener la cobertura. El resto de los casos (32 personas) están en proceso de estudio. “Antes de fin de año estará todo resuelto”, afirmó. Añadió que ninguno de los pacientes llegó a desarrollar cirrosis u otras enfermedades graves. Alegó que ASSE tomó cartas en el asunto apenas tomó contacto con la situación ‒dos meses después de asumir en el cargo‒ y se determinó un seguimiento semanal de los pacientes, que ya lleva cerca de cinco meses, y “por eso se avanzó con 56 pacientes”.

Según contó Adán, el seguimiento y el diagnóstico de los pacientes están a cargo de Pablo Capuccio, médico infectólogo del Hospital Pasteur. Uno de los problemas en el caso de estos pacientes, que habían sido diagnosticados en 2019, era que no podían acceder al tratamiento por los criterios de exclusión de la normativa del FNR para dar cobertura, pero Adán explicó que la normativa fue modificada y se quitó el requisito de pasar por el fibroscan, técnica que mide el grado de fibrosis hepática. Ese era un freno importante para acceder a los tratamientos del FNR, porque la técnica no se ha incorporado al Plan Integral de Atención en Salud. Los usuarios de ASSE tenían la cobertura a través del Hospital Militar pero, según Adán, hace tres meses que el fibroscan del Militar no hace estudios. En lugar de ese diagnóstico, ahora se solicitan análisis que indican si la persona atraviesa o no un cuadro de cirrosis.

Detección de virus en ASSE

Leonardo Cipriani informó a la diaria que ASSE implementará campañas de información y detección de hepatitis C, hepatitis B y VIH en usuarios del primer nivel de atención de la institución, que abarca policlínicas y la atención a la comunidad. El objetivo, explicó Cipriani, es “aumentar la pesquisa en el nivel primario de atención”; aún no están definidas las fechas de inicio. Jorge Adán resaltó la importancia de estas campañas porque ASSE constituye el prestador de salud más grande del país y debe concentrar “unos números altísimos de personas con hepatitis C y VIH”, estimó, y dijo que “si no son tratados, el costo para ASSE se multiplica por diez”. “Es una cuestión de prevención y de ahorro para el Estado, también”, manifestó.