Sobre el mediodía de este lunes, la cúpula del Sindicato Médico del Uruguay (SMU) se reunió con el ministro de Salud, Daniel Salinas. Al salir, Gustavo Grecco, presidente del SMU, informó a la prensa que habían ido a transmitirle al ministro la “preocupación por el estado de situación de la negociación colectiva, tanto en el sector público como en el sector privado”. En ese sentido, la principal inquietud de los trabajadores médicos –así como de los no médicos– tiene que ver con la pérdida de salario real que se prevé en ambos sectores. Pero en realidad, la conversación se centró fundamentalmente en el eje del sector público. El 20 de agosto, la asamblea general del SMU resolvió declararse en conflicto con ASSE, tras conocer la pauta salarial para el sector público que, según resumió Grecco, “consagra la pérdida de salario real para todos los trabajadores del sector público”.
El miércoles 26 el SMU tomó la primera medida: los médicos de 13 centros de la Red de Atención Primaria Metropolitana dejaron de hacer el registro en la historia clínica electrónica (anotan en papel) y, de no encontrar respuesta, prevén hacer lo mismo en centros del segundo y del tercer nivel de atención (como los hospitales).
Hasta las primeras horas de la tarde de este lunes, y pese a haberlo pedido, el SMU no conocía el articulado de la Ley de Presupuesto, y eso también motivaba el enojo. Varias de las reivindicaciones del sindicato tienen que ver con presupuesto. Una de ellas es presupuestar a los médicos que trabajan en ASSE y terminar con las contrataciones precarias, como la que se hace por medio de la Comisión de Apoyo, un mecanismo creado en el gobierno de Luis Alberto Lacalle que fue una forma ágil de contratación para el organismo, pero que ha sido motivo de innumerables reclamos y juicios laborales, además de limitar derechos laborales de los trabajadores. Según la información que manejaba el SMU, ASSE destinará 200 millones de pesos (100 millones en 2021 y 100 millones en 2022) para la presupuestación de trabajadores médicos y no médicos, pero el monto no alcanzaría para todos.
El SMU también pide “la equiparación salarial para las inequidades internas y externas que tiene el sector, y un presupuesto digno y acorde para sostener la calidad asistencial”, resumió Grecco. Los salarios en ASSE son inferiores que los del sector privado y, a su vez, a la interna del organismo cobran más por hora quienes tienen menor carga horaria, lo que lleva a inequidades importantes. La continuidad de la reforma médica es otra de las reivindicaciones del SMU, en concreto continuar con la creación de funciones de alta dedicación, que ofrecen una remuneración similar a la del sector privado.
En diálogo con la diaria, Grecco recordó que a fines de junio de 2018 –previo a que ingresara al Parlamento la Ley de Rendición de Cuentas de ese año– habían convenido con la anterior administración de ASSE que se generarían proyectos para ahorrar hasta 140 millones de pesos e invertirlos en la equiparación salarial, para terminar con las brechas hacia fines de 2020. Añadió que se llegó a generar ahorros de 48 millones de pesos y que les propusieron a las actuales autoridades continuar por ese camino, pero que la respuesta que tuvieron fue “esto no va más”.
A todo esto, está el temor por lo que ocurrirá si continúa la migración de usuarios del sector privado a ASSE, que se incrementó a raíz de la pandemia. “Preocupa lo que pase en los próximos cinco años con la calidad de la asistencia y con las condiciones de trabajo en el sector”, sintetizó Grecco al hablar con la prensa. Consultado sobre lo que le respondió Salinas, se limitó a decir: “El ministro tomó nota, no nos adelantó nada. Se realizarán las gestiones correspondientes”. “La voluntad política está, depende del gobierno central y es a quien hacemos el llamado”, agregó luego.
En paralelo, se desarrolló en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) otra sesión del Consejo de Salarios del sector público, en donde se encontraron referentes del SMU con responsables de ASSE. Tampoco allí hubo avances. En diálogo con la diaria, Soledad Iglesias, integrante de la Unidad de Negociación del SMU que participó en la reunión en el MTSS, catalogó de “inaceptable la propuesta de ASSE, que lleva el articulado con los recortes del MEF [Ministerio de Economía y Finanzas] y que deja de lado la presupuestación, la equiparación salarial interna, las inversiones en tecnología y en infraestructura para más de 1.400.000 usuarios del sector, que son los más vulnerables del sistema”.