En conferencia de prensa, Álvaro Villar, director del Hospital de Clínicas de la Universidad de la República (Udelar), acompañado por un equipo multidisciplinario, celebró “emprender en un camino que recién empieza, con un programa que promueve muchas cosas que contribuyen a un diagnóstico precoz, a la realización de tratamientos de forma oportuna y a que se puedan lograr niveles de excelencia tanto en la detección como en el tratamiento de las pacientes, con el apoyo del departamento de imagenología, oncología y ginecología, entre otros”. Valoró que “50% de las mujeres que se anotaron en estos días para el examen mamario son del sector mutual, un aspecto que acompaña una parte del proyecto, que trata de unir sectores que generalmente trabajan por separado”.

En diálogo con la diaria, Gabriel Krygier, profesor titular de la Cátedra de Oncología de la Facultad de Medicina de la Udelar, explicó que el programa “apunta a agilizar los procesos que existen en el hospital desde hace muchos años, implementarlos con una dinámica más efectiva, en la que uno de los puntos más innovadores es sumar a una nurse navegadora que acompañe a la paciente en el proceso de evaluación, para que no se sienta sola y ande perdida por el hospital”.

Carolina Barboza será una de esas nurses navegadoras. “Somos una figura que va a seguir a la paciente en todo el proceso y por todas las policlínicas y especialidades a donde sea derivada; queremos detectar si necesita asistencia psicológica o cómo podemos ayudar a que se sienta bien con su imagen; la idea es que ninguna se desconecte en ninguna parte del proceso, porque ese es el gran problema de los centros de atención, que se pasan los tiempos, y cuanto antes se trate el cáncer mejor será la calidad de vida de la persona”, contó.

El oncólogo explicó que la idea es que si alguien llega al hospital con la sospecha de tener la patología, “pueda realizarse una mamografía y en cinco días se pueda detectar si efectivamente tiene cáncer y, si se confirma, definir si se opera o de qué manera se continúa”. Añadió que “es un programa de gestión” en el que todas las herramientas que ya existen en el hospital universitario “se conjugan para generar un trabajo efectivo y eficiente”. “En 15 días quedará resuelto qué es lo que tiene la paciente y se concluirá la primera fase para pasar a la segunda con lo que sea necesario, ya sea quimioterapia, cirugía o lo que se necesite”, explicó.

Esta fue una de las propuestas del Hospital de Clínicas que la Udelar incluyó en el pedido de Rendición de Cuentas y fue aceptada. Krygier comentó que a partir de enero recién se tendrá el financiamiento, pero acotó que están desarrollando una etapa piloto, y que estiman que “en noviembre ya estaremos hablando de un programa totalmente establecido”.

A diferencia de lo que ocurre ahora, cuando una paciente que llega para ser estudiada tiene que lidiar con los tiempos “difíciles” del hospital y sin nadie que la guíe, el oncólogo expresó que ahora pasa “a estar más acompañada y recibe atención de manera más rápida”. Además, dijo que “con la pandemia se agudizaron las demoras” en la detección y el tratamiento de la enfermedad porque “hubo que redestinar recursos en la salud”, ya que hay muchos casos nuevos por año en el país –aproximadamente 1.950 y 700 muertes–, y porque “las mujeres no concurrieron con normalidad a hacerse las mamografías ya que casi nadie quería salir de su casa”.

Esta es la Semana Internacional de Lucha contra el Cáncer de Mama, y por eso hasta el viernes el hospital hará mamografías gratuitas a mujeres de entre 50 y 70 años, que se podrán seguir agendando luego, los lunes y los viernes, en una campaña en la que el hospital invita a “agendar un finde largo”, aprovechando el día libre que tienen las mujeres para hacerse este estudio. Krygier dijo que hasta ahora “han tenido una gran concurrencia”, de alrededor de 45 personas por día. Aclaró que no son sólo para las afiliadas a la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) y, al igual que Villar, remarcó que el programa también permite que quienes no están afiliadas al prestador público transiten la primera etapa de diagnóstico en el Hospital de Clínicas; luego, serán derivadas a su institución de salud para continuar el tratamiento.

“Para este tipo de cáncer hay dos tipos de prevención, primaria y secundaria”, dijo Krygier. Especificó que “la prevención primaria es todo lo que se puede hacer antes de que el cáncer de mama aparezca”; en el caso de las personas con “riesgo promedio”, es decir, que no tienen antecedentes familiares de cáncer precoz, se recomienda tener una dieta saludable y hacer ejercicio. Pero en el caso de las mujeres con “riesgo incrementado”, se propone dar un paso más: “Hoy hay diversas formas de evitar la aparición, por ejemplo con medicación, extirpación de las mamas a determinada edad, después de que la paciente dio de mamar”, detalló Krygier. Para todos los casos se recomienda prevención secundaria, que es la realización de estudios diagnósticos –la mamografía– para detectar el cáncer de forma precoz.

En cuanto al autoexamen de mama, dijo que “es muy importante para que la mujer se familiarice con sus mamas, con la forma, la coloración, y para que esté atenta a los posibles cambios en la textura”, algo que no le permitirá detectar el cáncer, pero la llevará a atenderse y a hacerse los estudios que requiera.

Ayudar y ayudarse

En paralelo, en el hall del Hospital de Clínicas, había personas que habían concurrido a donar al menos 20 centímetros de pelo para la elaboración de pelucas para pacientes oncológicas. La actividad fue organizada por La Roche-Posay, a raíz de una convocatoria de la Cátedra de Oncología. “Nuestra participación en este día es estimular y agasajar con algunos regalitos a quienes están presentes, para que se animen a cortar y donar su pelo, uniéndonos a lo que impulsa el proyecto que se presenta hoy, que entre otras cosas implica darle soporte a la paciente desde el momento del diagnóstico y que el tratamiento sea lo más rápido y acompañado posible”, dijo en diálogo con la diaria Gimena Pedroza, representante de relaciones médicas de La Roche-Posay.

El pelo se lo entregarán a las fundaciones Mama Mía, Honrar la Vida y Clarita Berenbau. Según Pedroza, la jornada tuvo “una excelente respuesta”: al mediodía había “lista de espera de mujeres y hombres” que querían donar, y hubo quienes llevaron pelo que tenían guardado en su casa. Quienes quieran podrán enviar sus cortes a cualquiera de las tres fundaciones, explicó.

María Inés, una de las personas que se acercó al stand para cortarse el pelo y donarlo, dijo a la diaria que tomó la iniciativa “hace bastante tiempo, por tener familiares muy allegados que padecen cáncer, no sólo de mama, también otros” y consideró que “sobre todo para la mujer, verse bien en un momento así es muy importante y te hace sentir un poco mejor”.

Cristina Giuria, presidenta de la fundación Clarita Berenbau, contó a este medio que desde 2018 implementan una compañía presencial a pacientes del Hospital de Clínicas, que se interrumpió durante la pandemia pero que esperan retomar en la segunda semana de noviembre, con un equipo de voluntarios, Las Damas Rosadas –organización que hace 50 años que está en el hospital– y junto al equipo médico. “Siempre nos dicen que la presencia de nuestros voluntarios cambia rotundamente el ánimo de los pacientes”, contó. “Con ayudas económicas hemos cambiado bancos de madera por sillones cómodos, agregamos televisiones, y una sala que no tiene luz natural la convertimos en un lugar que se ve muy alegre y es muy agradable, aunque sea un espacio para compartir angustias y miedos; también es donde nos pueden contar qué les pasa y encontrar un apoyo en nuestra fundación y en el invalorable equipo del hospital”, valoró Giuria.

Por otra parte, se refirió a la gestión de las pelucas que elaboran y prestan a las pacientes oncológicas. “El Club del Gato es un grupo de Facebook de la fundación, mediante el cual ya hemos prestado alrededor de 500 pelucas: las enviamos a todas partes del país y de forma gratuita, lo único que tiene que hacer la persona, antes de solicitarla, es fijarse que la peluca que quiere que le llegue esté libre”, contó. “Un año más, estamos muy contentos y agradecidos con esta jornada; entendimos que la valentía de Clarita, de poner su cáncer al servicio de los demás, tenía que continuar, y por eso estamos hoy y siempre acá”, concluyó.